La Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla rinde homenaje póstumo a Hugo Galera

El presidente de la RAMSE, Jesús Castiñeira Fernández , abrió el acto celebrando haber contado siempre con el apoyo de Hugo Galera «tanto en el momento de mi toma de posesión como presidente de la RAMSE como durante el tiempo que él fue académico de número de la Academia». Y añadió que continúa su legado: «Sobre la presidencia de la Academia teníamos muchas cosas en común y he seguido su misma línea en la gestión ».

El académico José Luis Serrera Contreras destacó que Hugo Galera «fue miembro de esta Institución como Académico Numerario durante 33 años y que fue mi padre, don Casimiro, como académico numerario de esta Real Academia, el que tuvo el privilegio de presentar su candidatura para que fuera admitido como Académico de número y de darle posteriormente la bienvenida en el solemne acto de su ingreso , contestándole a su brillante discurso que trató sobre «La Historia natural del cáncer».

Serrera recordó que Galera «fue igualmente ateneísta ilustre, habiendo encarnado a la figura del Rey Baltasar en la Cabalgata del año 1997. Y todavía tuvo tiempo para profundizar más en el alma deportiva bipolar de nuestra ciudad al asumir entre los años 1989 y 1992 la Presidencia del club sevillano de sus amores , el Real Betis Balompié , al que se entregó en circunstancias nada fáciles para el club, y al que siguió vinculado con su corazón hasta el día en que nos dejó».

«De su multifacética personalidad, como académico, como docente, como investigador, como empresario y como persona , sigue en el recuerdo de todos nosotros, y muy especialmente en el corazón de Rosa, su esposa, de sus hijos y de su prolífica familia, de sus colaboradores, de sus colegas, de sus alumnos», añadió.

Obdulio Rodríguez-Armijo Sánchez recordó que desde que Hugo Galera, Jesús Loscertales y otros socios se hicieron cargo de él en 1988 «el entonces Dispensario Hospital de la Cruz Roja de Triana se convirtió en uno de los centros asistenciales de más prestigio de la capital hispalense, siendo recordado por todos los sevillanos porque forma parte de la memoria colectiva de esta ciudad por su ejemplar tarea asistencial durante seis décadas.

Rodríguez-Armijo recordó que se incorporó a la plantilla del Hospital Infanta Luisa como farmacéutico trabajando en el Laboratorio y en la Farmacia Hospitalaria tras haberse licenciado en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada .«Esa sería mi primera vinculación profesional con el Centro pero poco después, el profesor Galera me sorprendió al proponerme que asumiera la responsabilidad de ejercer como director gerente del Hospital en esta nueva e ilusionante etapa que se iniciaba».

Añadió que «el doctor Galera tuvo buena intuición y buen olfato para conocer y escudriñar a la persona con la que hablaba o a la que trataba porque era un buen conocedor del alma humana. Rara vez se equivocaba. Y él se abrió siempre a la amistad, muchas veces a corazón tendido y con generosidad sin límites , como bien lo saben y sabemos los que tuvimos el privilegio de tratarle de cerca y ser sus amigos. Por eso nunca perdonó ni la traición ni le deslealtad, sobre todo en el mundo empresarial y asistencial».

También destacó «una visión privilegiada, a la hora de tomar decisiones en el mundo de los negocios . Porque soy testigo de cerca de su intuición, su vista, su frialdad analítica y su capacidad reflexiva a la hora de decidir y de inclinarse por una opción que fuera ventajosa para la empresa. Una empresa que llegó a convertirse en modélica hasta el punto de ser codiciada por uno de los más poderosos grupos empresariales sanitarios europeos, como es el Grupo Quirón».

Diego Galera Ruiz , hijo del homenajeado. «Hugo, fue un padre proactivo y generoso, que compartía lo que aprendía y generaba con los demás. Sus hijos aprendimos importantes principios de vida, y con su ejemplo tuvimos cátedra privilegiada en muchos aspectos morales y formativos, transmitiendo el gran valor de la honradez, la lealtad, el esfuerzo, la perseverancia, a ser reflexivos y a defender las propias convicciones», dijo.

Añadió que «siempre tuvo el acierto de saber elegir bien las compañías, y el más claro ejemplo lo establece haberse casado con nuestra madre, María Rosa Ruiz Pineda , complemento fundamental e insustituible durante los cincuenta y cuatro años de su unión matrimonial. Sin ella, la transmisión de los valores, principios de la vida en familia, sus logros profesionales y personales, no hubiesen sido posibles».

Diego Galera destacó que «Hugo, fue muy amigo de sus amigos. Hizo por ellos todo lo que le pidieron y le fue posible hacer . Y lo que parecía que no se podía, de una manera u otra de un soplo lo hacía posible. Era una persona cercana con el desconocido, a quien trató siempre de comprender y favorecer. Generoso y amable con aquellos que no congeniaban con él, confundiéndoles al concederles favores solicitados. Y así se ganó el respeto, la confianza y en muchos casos su amistad», recordó. El tercer hijo de H ugo Galera y María Rosa Ruiz destacó que «mi padre fue la persona mas brillante que jamás llegué a conocer. Como se dice “no porque fuera mi padre..”, sino porque su culto intelecto era capaz de desarmar a cualquiera que se pusiera delante. Gozó de una capacidad de cálculo matemático inusual siendo un visionario adelantado a su tiempo», afirmó.

También participó en el acto el consejero de salud, Jesús Aguirre , que alabó la capacidad de trabajo de Hugo Galera y los buenos mensajes que transmitió a la sociedad con su compromiso en campos muy variados. Aguirre recordó que dio clases a su mujer en la Universidad de Granada y que era considerado por todos un profesor excepcional.