Preparar la terraza de los bares de Sevilla contra el frío cuesta 12.000 euros de media
La inversión en estufas y toldos es la «única solución para sobrevivir» ya que, según los hosteleros, el público prefiere el exterior desde la pandemia

Alfonso Fernández tiene ocho locales de restauración en Sevilla. Unos son suyos y otros los tiene en la modalidad de franquicia, pero este empresario, propietario de «La catedral de la tapa», es responsable de bares en Nervión, La Buhaira, Sevilla Este, Parque Alcosa, La ... Paz, Alcalá de Guadaira, Mairena y Bollullos del Condado , Y, por tanto, puede servir de ejemplo para ilustrar la gran inversión que han tenido que hacer los empresarios del sector para hacer frente a la nueva tendencia que se impone desde que llegó la pandemia: comer o cenar siempre en la terraza de los bares. Sea verano o invierno para esquivar cualquier posibilidad de contagio y de transmisión de los virus. Y eso ha supuesto tener que acondicionar los locales contra el frío de los meses de invierno.
Noticias relacionadas
Según sus cálculos el coste aproximado de la inversión en cada una de estas terrazas puede rondar unos 12.000 euros. Es el gasto que se requiere para la climatización del local . Entre las estufas para calentar la terraza, el recibo de la luz y los toldos o incluso los cortavientos que han puesto algunos locales y, en verano, los pulverizadores de agua que se suelen utilizar también para refrescar el ambiente.
La limpieza
Así, por ejemplo, este empresario calcula que una terraza con 10 veladores (cada uno de ellos se compone de una mesa con cuatro sillas) puede costar unos 6.000 euros ya que cada una de esas mesas tiene un coste de unos 600 euros aproximadamente. A ello hay que sumarle las estufas. Las hay de todo tipo pero requieren un desembolso importante. Pueden costar unos 350 euros de media. Y luego está el coste de la factura del gas o de la luz en el caso de que sea eléctrica. En cuanto al toldo, Sánchez, que tiene instalado uno de esos en su local de la Gran Plaza, asegura que le cuesta unos 6.000 euros. Y a todo ello también hay que añadirle la exhaustiva limpieza que deben hacer de mesas y sillas y todo el material entre cliente y cliente para esquivar también los virus. «Es una inversión importante», dice este empresario.
Es sólo un ejemplo de lo que están haciendo los hosteleros para afrontar la reapertura tras la pandemia y la vuelta del público a los bares y restaurantes. La preferencia por las terrazas de los clientes les ha obligado a modificar sus instalaciones. Antonio Luque, presidente de las Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia, asegura que esa aclimatación de los locales era «la única solución para sobrevivir» , ya que si no hay terraza no se vende. Lo explica con una cifra contundente: de cada diez mesas que se atienden en cualquier local de restauración, ocho se ubican en el exterior.
«Nadie se mete ya en el interior, hay que tener preparada la terraza», dice el propietario de otro bar ubicado muy cerca de la estación de Santa Justa que también ha ampliado recientemente el número de veladores. De hecho, aproximadamente el 80 por ciento de los locales de Sevilla han puesto estufas y se calcula que puede haber más de 5.000 distribuidas por toda la ciudad.
Hasta chimeneas
Según Luque, la inversión se centra sobre todo en esas estufas que proliferan. Una terraza media necesita como mínimo seis para calentar la zona del exterior. En este caso, hay varias modalidades de estos calentadores. Sobre todo, abundan las de gas, pero también las hay eléctricas, algunas incluso con diseños más sofisticados y que imitan una pequeña chimenea encendida.
El precio medio de una de gas es de algo más de 300 euros aunque también existe la opción de alquilarlas. Algunas compañías como Repsol tienen acuerdos con la hostelería y se las arriendan por 150 euros . Pero a eso hay que sumarle el coste de la bombona porque, como normalmente para calentar el ambiente, estos aparatos suelen estar una gran parte del día encendidos, tienen que cambiarla cada dos días. Y el recibo sube bastante a final de mes.
«Repsol se ha quedado sin estufas, casi todas se las ha llevado la hostelería», dice Luque, insistiendo también en el gasto en recibos del suministro energético. Calcula que una terraza de diez veladores que tenga entre seis y ocho estufas puede gastar unos 200 euros a la semana en pagar la factura del gas. Eso supone un coste de unos mil euros mensuales en facturas de suministro para el acondicionamiento de la terraza.
Algo similar ocurre con las estufas eléctricas que suelen ser más caras ya que pueden costar unos 500 o 600 euros cada y que además se ven afectadas por las constantes subidas de los recibos de la luz. Con todo, el presidente de los empresarios asegura que es un gasto muy importante.
Sol
Además también están poniendo la mayoría de los locales toldos para proteger del sol en verano y del frío en invierno, lo que supone también un gasto añadido de entre 3.000 y 6.000 euros. Con todo supone una importante inversión.
Y a todo ello hay que sumarle las tarimas que han puesto algunos locales para ocupar algunas plazas de aparcamiento y así poder ampliar la zona de veladores. En este caso están más limitadas porque es el Ayuntamiento el que concede las licencias para ellas. Hasta ahora, según fuentes municipales se han concedido a medio centenar de restaurantes. Es también un coste añadido ya que, según otro empresario del sector, cada tarima puede rondar los mil euros. En cuanto a los cortavientos, aunque se ven algunos, en teoría no están permitidos por las ordenanzas municipales. Sin embargo, no parece que eso sea un problema ya que no se están haciendo demasiados controles sobre estos. De hecho, se ven algunos por la ciudad aunque también hay quien los cuestiona porque considera que si se hace un cerramiento de la terraza la ventilación no es la recomendable para evitar contagios. Con todo, los empresarios, que ya habían sufrido numerosas pérdidas durante la pandemia, primero porque tuvieron que cerrar y posteriormente porque sólo podían abrir con grandes limitaciones de aforo y horario se enfrentan ahora a una renovación total y al coste añadido que ello supone. Y también a la amenaza de la nueva variante del Covid que sigue provocando incertidumbre de cara a las Navidades.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete