Muere el fotógrafo de naturaleza Antonio Camoyán Pérez

Antonio Camoyán Pérez nació en la isla de Santa Cruz de la Palma en el año 1941 , donde había sido destinado su padre, médico y militar, y lugar en el que transcurrieron sus tres primeros años. Con tres años regresó a la península y, tras una estancia de dos años en El Puerto de Santa María y tres más en Madrid, su familia se estableció en Sevilla, lugar de origen, juntamente con Cádiz.

Como él mismo afirmó en la biografía de su página web, «por mi formación académica siempre he pensado que los primeros 15 años del desarrollo de cualquier ser humano son esenciales para su posterior evolución. Es más, cuánto más próximo al momento del nacimiento son los estímulos o sensaciones percibidas, más fuerte es la impronta que marcan en el resto de la vida».

Quienes lo conocieron lo definen como «una bellísima persona, bienintencionada, sin maldad alguna ni segundas intenciones. Un personaje que siempre iba con la claridad por delante hasta el punto de que muchos lo consideraban demasiado inocente. Era una persona buena», recuerda Rodríguez de la Borbolla .

Camoyán Pérez afirmaba que « a los dos años ya disfrutaba viendo cómo mi padre hacía fotos con una antigua cámara Kodak de fuelle, y a los 7 ya me asomaba por el ocular de su microscopio», origen de ambas pasiones: la fotografía y la medicina. (En el libro editado por ABC «historia de la fotografía documental en Sevilla» aparece su padre -Antonio Camoyán Rodríguez- como pionero del fotorreportaje en Andalucía). Al cumplir los 13 años trasladaban su residencia durante los tres largos meses de verano a la ciudad de Cádiz, dondesu familia tenía un pequeño chalet, pero con un espléndido jardín, a escasos 100 metros de la playa de la Victoria.

Con 17 años practicaba la fotografía, el dibujo y la pintura. Al cumplir 18 años había pintado unos 40 óleos, hasta que el fotografo Emilio Sáenz -íntimo amigo desde la infancia- coincidió con él en la afición fotográfica y le ofreció su laboratorio.

Tras la primera exposición llegaron más y más, y los premios fotográficos también, llegando a ser el primer español en conseguir el segundo premio Mundial de Nikon en color del año 1977 , compitiendo contra 45.700 fotógrafos de 50 países. También se eligió una de sus fotos de Doñana para la edición del primer sello postal de la Comunidad Europea, con el cual pasó a convertirse en el autor español con la fotografía más divulgada a nivel mundial . Hoy en día el alcornoque de Doñana debe ser una de las fotos que más ha viajado del mundo, y probablemente la que esté presente en mayor número de colecciones filatélicas privadas.

Trabajó en Doñana principalmente, pero cuando Javier Echebarri le ofreció trasladarse a Madrid como jefe del servicio fotográfico de las revistas Periplo y Ronda Iberia, no lo dudó y comenzó su auténtico «periplo», pero mundial.

A mediados de los años 60 del pasado siglo otro amigo suyo fotógrafo, Antonio Díaz de los Reyes , y un servidor decidieron entrevistarse con Tono Valverde , el fundador y hoy desgraciadamente desaparecido padre de lo que hoy es el Parque Nacional. En ese momento era Director de la, por él, recién fundada Estación Biológica de Doñana.

Valverde , al igual que a otros fotógrafos, le dio todas las facilidades, ya que estaba empeñado en la conservación y promoción de Doñana, y qué mejor forma para conseguirlo que apoyar la difusión por todo el mundo mediante películas y reportajes de las bellezas de los paisajes y la fauna del Parque Nacional más importante de Europa. Desde esa época sus temas recurrentes en la práctica de la fotografía han sido siempre los mismos: el color en la naturaleza y el río Tinto .

Llegó el día en que volvió a sus orígenes en Doñana como jefe de uso público del Parque Nacional de Doñana, y posteriormente ingresó en la que hoy es la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Durante estos años publicó cientos de artículos, un par de libros e hizo más de un millón de fotografías analógicas. Incluso tuvo la «inmensa suerte» de poder acabar su vida laboral oficial practicando su otra carrera vocacional, la medicina, dedicado a los niños y niñas necesitados de educación especial como médico en 18 colegios del Aljarafe sevillano .