El militar de la Manada acude al entierro de su abuela tras comparecer en los juzgados

Este miembro de la Manada pasó desapercibido para los medios de comunicación en el tanatorio donde se velaron los restos de su abuela , según fuentes consultadas por ABC. Allí aprovechó para encontrarse con otros miembros de su familia que aún no le habían saludado tras lograr la prisión provisional bajo fianza de 6.000 euros.

El resto de miembros de la Manada no ha hecho nada singular desde que llegaron a Sevilla tras salir de la cárcel, salvo estar sus casas. Casi todo el tiempo han estado en sus viviendas recibiendo a amigos y familiares. La mayoría de ellos apenas ha abierto la boca, salvo José Ángel Prenda Martínez, que lo ha hecho para agradecer a los amigos y familiares que no han dejado de visitarle en la cárcel.

A los juzgados acudieron la mayoría de ellos con un cambio de look. Mientras que Alfoso Jesús Cabecuelo se ha dejado bigote, José Ángel Prenda se ha dejado ver más delgado, tanto que cuando llegó a su domicilio procedente de la cárcel no le reconociieron los periodistas, a pesar de ir sin cubrir la cabeza.

Tres días en semana tendrán que acudir a los juzgados para confirmar que no se han fugado, pero no tendrán que hacerlo en Sevilla necesariamente, por lo que probablemente a lgunos de ellos veranearán con sus familiares en el litoral, personándose los lunes, miércoles y viernes en los tribunales más cercanos, según ha podido saber ABC.

Ahora, la Manada tiene que reiniciar sus vidas fuera de la cárcel. Dos de ellos continúan con sus novias: el guardia civil suspendido Antonio Manuel Guerrero Escudero, que concibió a su hija en un vis a vis cuando estuvo en la cárcel de Alcalá Meco, y el peluquero Jesús Escudero Domínguez.

Cuando se produjeron los hechos sólo tres de ellos tenían trabajo, el militar, el guardia civil y el peluquero . José Ángel Prenda había trabajado anteriormente como frigorista, comercial, monitor de animación infantil y mozo de almacen, pero cuando abusó sexualmente de una joven en Sanfermines estaba desempleados.

Jesús Escudero Domínguez estaba trabajando en la peluquería que su tío tiene en Triana cuando ingresó en la cárcel por abuso sexual. Por Ley podría pedir su incorporación al trabajo y, en el caso de que su tío no le admitiera, podría pedir la declaración de despido improcedente.

De todos ellos sólo el guardia civil y el militar, suspendidos de empleo , siguen cobrando una parte proporcional de su sueldo, por lo que su situación económica es delicada, más aún cuando sus familias han desembolsado 6.000 euros por cada uno para lograr su libertad provisional.