La Junta de Andalucía adjudica la segunda fase del Hospital Militar de Sevilla por 29,2 millones de euros

A esta licitación, que se ha tramitado por la vía de urgencia para recuperar lo antes posible un hospital que ha estado 15 años abandonado, han concurrido once empresas . El inicio de las obras está previsto para las próximas semanas y el objetivo es tener las once plantas del inmueble en servicio en la primavera del año que viene. La primera fase de las obras cumplió todos los plazos estipulados y pudo acometerse en apenas seis meses para atender a los pacientes con Covid que hasta la inauguración del Militar correspondían al Virgen del Rocío. En esos trabajos se recuperaron tres de las once plantas. La segunda fase, por tanto, se ejecutará sobre las ocho restantes.

El problema para estas nuevas obras es que tienen que llevarse a cabo con el hospital abierto parcialmente , pero se ha planificado un sistema de compartimentaciones para que los trabajos de construcción no afecten a la asistencia sanitaria, que está centrada en el Covid. Los responsables del SAS ya tienen experiencia en este sentido porque el Hospital Virgen del Rocío , del que depende orgánicamente el Militar, hizo el año pasado varias obras del Infantil, Hospital de la Mujer, y las UCI sin que el servicio médico se viera perjudicado.

Una vez que termine esta segunda fase, el Hospital Militar dejará de dedicarse exclusivamente a la atención del coronavirus y, como ya adelantó este periódico, se convertirá en un centro sanitario dedicado a otras patologías, aunque seguirá siendo refuerzo y complemento del resto de hospitales públicos de Sevilla. Desde su inauguración el pasado 1 de febrero, este nuevo centro hospitalario ha propiciado que Virgen del Rocío, Virgen Macarena, Valme y San Juan de Dios del Aljarafe hayan podido mantener su actividad quirúrgica ordinaria pese a la tercera ola de la pandemia, que acabó saturando estos dos últimos.

Según avanzó la Consejería de Salud al confirmar la licitación de la segunda fase, el Hospital Militar servirá a partir de 2022 de «acordeón» para la época de alta frecuentación hospitalaria que se sufre de octubre a febrero, y hará posible que no se demoren durante esos meses de hospitales llenos las listas de espera. Además, contará con unas 500 camas y 25 plazas de UCI . Habrá también unos 40 puestos de URPA (unidades de recuperación postanestésica) y una unidad de cuidados intermedios. La sanidad de Sevilla tiene un déficit de camas muy importante, de los más altos de Europa y el Militar lo solventaría en parte.

Una vez concluida esta tercera fase se afrontará la última a partir del verano del año que viene para poner en servicio el hospital al completo. Estos trabajos finales se centrarán en los aparcamientos , el helipuerto y el entorno del recinto. De hecho, el Ayuntamiento de Sevilla ya ha licitado un párking en la zona.

La idea del gobierno que preside Juanma Moreno es convertir el viejo hospital, abandonado durante tres lustros, en un centro hospitalario avanzado que estará a pleno rendimiento durante la próxima primavera tras una inversión total de 70 millones de euros.