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Reloj de arena

Juan Manuel Arza Napal: en la fiesta me colé

Tiene un memorial de situaciones y anécdotas como para que Manolo Summers los hubiera llevado a su cámara oculta

Juan Manuel Arza ha sido un cazador incansable Archivo familiar
Félix Machuca

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Con quince años se iba a Gibraltar a comprar chalecos de pico de cachemir; con veintipocos cogía el avión y volaba a Londres buscando ropas de moda; era un pollo pera y estaba enamorado de la moda juvenil. La que luego lucía por el callejero ... habitual sevillano para deslumbrar a las mocitas. Desde la bodeguita Romero hasta el reloj del Ayuntamiento, lugar de citas primerizas. Pudo ser pelotero de primera. Pero prefirió disfrutar de otras actividades físicas donde el contacto directo te lleva al triunfo. Tenía pico de oro, medidas de galán de cine y educación reforzada con estancias muy rigoristas en Campillo , aquel campo de concentración escolar donde se enviaban a los espíritus más rebeldes para hacerlos hombres de provecho. Los amigos lo llamaban Juanito Valderrama por sus ojillos, o Juanito Piñonate , quizás porque era verdad lo que decían las niñas de él, que estaba de dulce. Su única debilidad era que amaba la vida, le gustaba vivirla y nunca puso mala cara para gastarla en una fiesta. Si estaba invitado, perfecto. Si no, se adelantaba a su tiempo e interpretaba aquella canción de Mecano: «»hí me colé y en tu fiesta me planté/ Coca-Cola para todos y algo de comer…»

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