Uno de los hijos de la víctima del crimen machista en Olivares: «Papá le clavó un cuchillo a mamá»

La mujer ha declarado como testigo este miércoles en el juicio con jurado que celebra la Audiencia de Sevilla contra José Manuel R.M., el expolicía dominicano acusado de asesinar a su pareja. La testigo ha explicado que vio como los agentes del Instituto Armado se cruzaron con su vehículo en el camino del acusado cuando éste circubala con los dos hijos a bordo tras huir del lugar del crimen. Fue detenido en Salteras . Los agentes le ordenaron que saliera del coche, algo que, «tras un tiempo» hizo y procedieron a su detención.

La testigo ha indicado que ella y su marido se ofrecieron a cuidar de los niños mientras los agentes actuantes se encargaban del detenido. De esta manera, se llevaron a los menores a un mesón cercano donde los limpiaron, «al estar ambos cubiertos de sangre , así como de sus propios vómitos el más pequeño». Estaban «muy nerviosos».

El más chico «quería que lo cogiera en brazos». Estuvo llorando «mucho tiempo», y nos indicó que «papá le había clavado un cuchillo a mamá».

La tercera sesión también ha contado con el testimonio de una vecina, quien ha asegurado que vio al acusado asestar « varias puñaladas » a la víctima. En concreto, esta vecina ha señalado que en la fecha del incidente iba conduciendo su vehículo por el lugar donde ocurrieron los hechos cuando tuvo que frenar al estar el paso impedido por J.M.R.M. y su pareja, «quienes estaban en el suelo».

Se bajó del automóvil y pudo observar que el acusado estaba « encima de la víctima », asestándole «varias puñaladas» con un cuchillo y que en las inmediaciones se encontraban los hijos menores ambos «viéndolo» todo.

En su declaración, la testigo ha indicado que la víctima «se encontraba indefensa», al ser bastante delgada y frente a la « corpulencia y obesidad » del acusado, quien le propinó «muchas puñaladas» en el cuerpo.

J.M.R.M., tras darle « la puñalada final en el corazón », se levantó, tiró el cuchillo y se fue de allí. Asimismo, la testigo ha apuntado que la víctima, «en los momentos últimos de agonía», se fue gateando hasta el zaguán de la casa en la que trabajaba cuidando a un matrimonio mayor en Olivares, donde cayó boca arriba «"ya muerta».

De otro lado, ha testificado una vecina de la calle en la que ocurrieron los hechos, quien ha manifestado que estaba en su casa cuando escuchó unos « chillidos ». Inmediatamente, salió al exterior y vio al acusado «portando un cuchillo de grandes dimensiones en una mano y agarrando de los pelos a la víctima con la otra», forcejeando en el suelo donde había «bastante sangre».

Así, esta testigo ha indicado que al ver esta escena salió corriendo para pedir auxilio y cuando volvió al lugar exacto de los hechos, el acusado se había ido «sin socorrer a las víctimas» y se había llevado a los niños «que estaban en frente viendo el incidente ».

Igualmente, ha testificado una vecina que desde su balcón vio al acusado montarse en el coche y dar marcha atrás. Ordenó a los niños que subieran, los cuales «se quedaron un momento mirando de un lado a otro sin saber qué debían hacer ».

Igualmente, ha declarado como testigo la madre del acusado , quien ha indicado que su hijo en septiembre de 2016, un mes antes de los hechos y cuando la relación con la víctima «había quedado rota», cambió «totalmente» y no era la persona «que conocía».

De ese modo, ha subrayado que J.M.R.M., para quien la Fiscalía pide 23 años de cárcel, estaba desde entonces «muy angustiado», así como «somnoliento». Ya casi « no hablaba » ante la preocupación de que sus hijos estaban teniendo trato «con la nueva relación de su ex pareja», del cual ha señalado que «tenía una mala vida relacionada con las drogas«.

Por último, ha indicado que el día de los hechos su hijo le llamó «muy angustiado y con la voz entrecortada» para decirle que «le iba a dejar» a sus nietos para que lo cuidara y que «había fracasado». Después le colgó. «Seguidamente» encendió la televisión y se enteró de la noticia.

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