Dos hermanos sevillanos, detrás del éxito de los 89 Pomodoro de España

Cuando fundaron Pomodoro, los hermanos Vivas no eran nuevos en el sector de la hostelería, ya que explotaban en Sevilla 22 establecimientos de tres marcas: El Fogón de Leña, Gambrinus y Cruz Blanca. En 2011, en plena crisis económica, se encontraron con seis asadores de leña donde tomarse un buen chuletón costaba 50 euros por persona. Los sevillanos no estaban para esos dispendios y el consumo se vino abajo.

«Ellos se plantearon entonces abrir un negocio de restauración italiana dirigido a jóvenes pero con precios asequibles, porque se dieron cuenta de que éstos nunca dejaron de salir durante la crisis porque seguían con sus pagas semanales. Deciden entonces reconvertir los asadores El Fogón de Leña y algunos Gambrinus en Pomodoro, especializado en pizzas, burritos y pasta. Como logo eligieron un tomate, diseñado por el sevillano Juan Bezos Alonso», cuenta Alfredo Santa-María, responsable de Expansión de la firma.

«Los fundadores de Pomodoro sabían que durante la crisis el dinero valía más y que los clientes pedían más por el mismo dinero. Se lo pusieron fácil a los chavales con "monoprecios": todos los platos de la carta a 3.90 euros. Hoy día, el 80% de la carta cuesta 3.90 euros. Con esos precios tan asequibles, es difícil encontrar a jóvenes sevillanos que no hayan celebrado su cumpleaños en Pomodoro. Para los padres -dice Santa-María- también es muy cómodo porque van con la familia y controlan el gasto al saber que todo cuesta 3.90 euros».

Entre 2011 y 2013, los hermanos Vivas abrieron cinco Pomodoro propios y e n 2013 decidieron que querían ser franquiciadores y no hosteleros, por lo que crearon la empresa Pomodoro Franquicia y desde entonces todos los establecimientos que se han abierto son franquicias. El perfil de su clientela no ofrece duda: 90% son jóvenes de 13 a 20 años. El tique medio de consumo es de 7.20 euros por cabeza y el 35% de sus ventas son pizzas.

El ritmo de crecimiento de Pomodoro es vertiginoso. En 2014, sus locales facturaban 3,3 millones de euros y en 2018 cerraron con unas ventas de 38 millones en 89 locales repartidos por 25 ciudades españolas. Es decir, sus ventas se multiplicaron por 11 en sólo cinco años. Actualmente trabajan en sus 89 locales -16 de ellos en la provincia de Sevilla- casi 900 empleados, a una media de 10 empleados por local

En 2019, está previsto abrir 30 locales más, hasta llegar a los 119 Pomodoro, que alcanzarán previsiblemente una facturación de 55 millones de euros , un 45% más que el pasado año. Si se cumplen esa previsiones, este año esperan venderán más de 320.000 pizzas cada mes. El primer local Pomodoro que se inaugurará en 2019 será en el campus universitario de Granada. Pero además, prepara su aterrizaje en Portugal, donde entrará en el primer trimestre de 2019 con tres establecimientos en distintas ciudades, posiblemente del Algarve.

En 2015, Pomodoro apuntala su expansión nacional con el acuerdo firmado con el proveedor alemán Havi , que tiene tres centros logísticos en España y provee a cualquier Pomodoro de productos comprados en Italia, entre ellos masa estirada a mano, que después es usada en cada local para montar las pizzas.

Por otra parte, la franquiciadora ha llegado a un acuerdo con Uber Eats para reparto a domilicio desde noviembre de 2018 , sin que ello suponga un mayor coste para el cliente.«Por ahora está funcionado en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Málaga», explica Santa-María. Y desde finales de 2018 Pomodoro cuenta con una aplicación móvil para quien quiere «take away» o comida para llevar a casa.

El canon de entrada para abrir un local Pomodoro es de 16.000 euros, mil euros más que cuando comenzó a funcionar la franquicia en 2013. Los royalties que pagan los franquiciados varían según el volumen de ventas: 1.000 euros si se factura menos de 45.000 euros; 1.500 euros para facturaciones de entre 45.000 y 80.000 euros; y 2.000 euros para volúmenes de negocio superiores a 80.000 euros. «El royalty nunca supera el 3% de las ventas, cuando en el sector se sitúa entre el 5 y el 7%», indica Santa-María, quien subraya que «uno de los grandes éxitos de Pomodoro es que la tasa de abandono o fracaso de la franquicia es sólo del 5%, cuando el promedio del sector es del 10%».

El 90% de los franquiciados gestionan los locales Pomodoro como una inversión y no como autoempleo (sólo 5 de los 89), ya que la inversión total para abrir un establecimiento es de 130.000 euros de media. Los locales de Pomodoro tienen una superficie que fluctúa entre los 150 y los 400 metros cuadrados.

En plena crisis económica, la mayoría de las aperturas se producían en locales a pie de calle porque había muchos establecimientos en alquiler en zona prime con alquileres baratos. Ahora, los Pomodoro están repartidos entre centros comerciales (60%) y locales a pie de calle (40%). «Se abren más locales en centros comerciales porque, aunque los alquileres son más altos, es más fácil calcular el número de visitantes que tendrán esos establecimientos y la media de ventas es mayor que en los locales a pie de calle», explica el director de Expansión de Pomodoro. D e los 29 locales que abrieron en España en 2018, 22 están en centros comerciales y 7 a pie de calle. ¿Cuál es el Pomodoro que más vende en España? No está en Andalucía, sino en un centro comercial de Tarrasa (Cataluña).

La empresa Pomodoro Franquicia, de los hermanos Viva, ingresó por cánones y royalties un total de 1,4 millones de euros , registrando un resultado positivo de de 618.000 euros en 2017, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil de Sevilla.