La Fundación Jiménez-Becerril premia a Ignacio Camacho por su «compromiso con las víctimas»

Como ha recordado Teresa Jiménez-Becerril , el periodista de ABC «representa y ha hecho siempre una defensa cerrada de los cuatro pilares que suponen los principios de la fundación, que son la memoria, la dignidad, la verdad y la justicia . Nadie merece este primer premio que se concede más que Ignacio Camacho, pues su trayectoria profesional cargada de compromiso el avala. En sus artículos, ha combatido como pocos la desmemoria, la equidistancia que ahora tanto se usa, el oportunismo político y a quienes no ponen a las víctimas en el primer plano». «Parece que fue ayer pero ya han pasado veinte años, pero hay que perseverar en el recuerdo y la memoria de Alberto y de Ascensión -ha expuesto la presidenta-. En la de ellos y también en el de las más de 900 víctimas de los terroristas de ETA y también en el de todas las víctimas del terrorismo en general. Porque olvidarlos es dejarlos morir otra vez y eso no se puede consentir. Ese es el objetivo fundamental de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril, que ahora también ha puesto en marcha este premio periodístico para distinguir a quienes mejor reivindiquen nuestros principios en los medios de comunicación».

Agradecido y emocionado con la distinción, Camacho ha recalcado que no la considera «un premio sino un reconocimiento, puesto que los deberes no se premian , y recordar es nuestro primer deber cívico para con las víctimas del terrorismo». «Ese es el único mérito -ha añadido el periodista marchenero- que creo haber contraído, mantener viva, en la medida de mis posibilidades, la memoria de Alberto y Ascensión para evitar que los mataran dos veces , una con la muerte y otra con el olvido». Para el premiado, honrar la memoria de las víctimas es «un deber de los demócratas, ya que quienes cayeron lo hicieron como representantes de nuestra sociedad, como nuestros representantes. Murieron por nosotros , en representación de una sociedad libre sometida a la coacción autoritaria de la violencia. Por eso su muerte dolorosa es también el símbolo de nuestra resistencia y su memoria el testimonio de dignidad que hemos de mantener mientras estemos vivos».

Tras reivindicar el valor de «la resistencia que la democracia ha ejercido recordando y reivindicando paz», Camacho ha realizado un recorrido por ese recuerdo del día en que mataron al concejal y su mujer, primero, y por la figura de ambos vivos, «cogidos amorosamente de la mano, cruzándose cómplices miradas de cariño». «Recuerdo su lección de compromiso mutuo -ha indicado- y con la sociedad y los valores de Sevilla, con su proyecto de vida, con su familia, con sus hijos. Es así como los quiero recordar, con la alegría que sabían transmitir, con la nobleza de carácter con que los conocimos».

Para rematar una espléndida exposición de aquellas dos figuras y de los valores que mueven a la fundación, y después de señalar que «está pendiente la admisión de culpa» por parte de los terroristas, Camacho ha reclamado «memoria indeclinable para recordarlos, dignidad honorable para enaltecerlos y justicia irrenunciable e íntegra para respetarlos. Hoy como ayer, ahora y siempre, así que pasen otros veinte, cuarenta o cien años».

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas , ha mostrado por su parte su agradecimiento a Camacho por «colocar a la fundación a la altura que tiene que estar al recibir este premio, que reconoce una trayectoria formidable y es un ejemplo de reivindicación de la justicia y de la memoria, cuya construcción es el alma de esta fundación».