Fernando Iwasaki reivindica el libro antiguo en su pregón inaugural

Recordó como en su infancia, su madre, le hizo descubrir la pasión por la lectura y cómo él trató de prestar este hábito a sus hijas. Manteniendo siempre la defensa de la lectura y la pasión por las «librerías de viejo» como lugares llenos de cultura, nombró diferentes novelas, películas y series actuales de televisión en las que la literatura deja de ser algo necesario para la existencia, hecho al que el escrito no encuentra lógica proclamándose como «defensor de los libros antiguos». Es necesario recordar la importante labor que lleva a cabo la feria del libro antiguo sacando a la luz toda la sabiduría que los libros llevan en sus páginas.

Libros antiguos, diccionarios y obras de Constancio C. Vigil, Roy Rockwood, Julio César Croce, Eduardo Chirinos , pasando por «todos los clásicos juveniles de la colección Robin Hood» se incluyeron en su pregón, antes de esbozar su «teoría conspiranoide sobre el apocalipsis de los libros» , dijo.

Para ello repasó novelas y autores apocalípticos, empezando por «Veinte mil leguas de viaje submarino», «Un mundo feliz», «1984», «El planteta de los simios», «Blade Runner», hasta llegar a las ficciones post-apocalípticas que triunfan ahora mismo en todos los formatos audiovisuales; es decir, en series, películas y juegos para ordenadores y videoconsolas», señaló.

«El fin del mundo zombi dejaría sin fundamento al primer versículo del Apocalipsis —“Bienaventurado el que lee”— pues aunque el zombi tiene condición humana jamás desarrollará la condición de humanitas», apuntó antes de acabar su dircurso señalando que «siempre me ha parecido pasmarota la pregunta por el libro que me llevaría a una isla desierta, pero es curioso que nadie quiera saber qué libro nos gustaría leer durante el final de los tiempos. Cuando Borges se divorció de su primera mujer sólo se llevó la Enciclopædia Britannica y cuando reviente la traca del apocalipsis a mí me haría ilusión pertrecharme con el Diccionario de mi padre. Un libro antiguo poblado por palabras antiguas y donde tampoco encontraríamos sustantivos extraños como «cíborg», «mutante» o «zombi», esas criaturas distópicas que sin duda destruirán la Tierra, porque nunca tendrán la oportunidad de saber que sólo leyendo alcanzarían la bienaventuranza».

En el acto, como representante del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla acudió Lola Chaves , que dio la bienvenida a todos los asistentes. También asistieron la presidenta de la Asociación de Amigos del Libro Antiguo de Sevilla, Mila Díaz ; la subdirectora de la Editorial de la Universidad de Sevilla, Araceli López y el director de Proyectos Culturales del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla, Francisco Cerrejón .

La tradición y la búsqueda de nuevos públicos se dan la mano en la próxima edición de la Feria del Libro Antiguo y de Sevilla que se celebra en la Plaza Nueva hasta el 9 de diciembre .