Los feriantes de Vive Park, satisfechos, se marchan camino de Jerez

Las atracciones, instaladas en la misma localización que se montaba cada año junto a la feria, han permanecido instaladas en los 86.000 metros cuadros de superficie cedidos por el Ayuntamiento que pretendía con ello favorecer a un sector que lleva más de un año parado por la pandemia. El parque ha funcionado con los terrenos totalmente acotados, y puertas de entradas y salida además de un estricto protocolo sanitario que incluía dispensadores de gel hidroalcohólico y la obligación de llevar mascarilla hasta para montarse en la noria.

Había cerca de 200 atracciones , entre las que estaban las clásicas de cada feria como la noria, montaña rusa, coches locos y todas las de siempre además de tómbolas, puestos de algodón o gofres. En todas había que montarse guardando las distancias de seguridad y el aforo máximo permitido en todo el parque era de unas 8.000 personas.

En cualquier caso y pese a que sólo en un par de ocasiones, durante el fin de semana de la Semana Santa, se llenó el aforo y fue necesario cortar para que no entrara más público, los feriantes están satisfechos . Porque consideran que ha supuesto la reactivación del sector y, sobre todo, porque supone al pistoletazo de salida para iniciar la recuperación ya que, a partir de ahora, comienzan la temporada y harán otras «no ferias» a las que también acudirán.

Desde Sevilla se marcharán a Jerez donde , coincidiendo con las fechas de la feria del caballo, también tienen previsto una iniciativa similar. Además Vive Park tiene previsto exportar el modelo a Córdoba y Granada y parte de sus feriantes acudirán también a otras localidades de Sevilla como Alcalá de Guadaira y Carmona.

Vicente Bañuls, uno de los empresarios del parque y vicepresidente de la Asociación de Industriales Feriantes de Andalucía, ha hecho un balance positivo de este mes pese a que, según ha admitido, el aforo sólo se ha llenado al completo en dos ocasiones durante dos días del final de la Semana Santa en los que hubo que cortar el acceso al llenarse hasta el límite.

En cualquier caso, se quedan con lo positivo. Que han podido recuperar la actividad después de mucho tiempo parados y han querido mostrar su agradecimiento al Ayuntamiento por cederles los terrenos para instalarse en ellos. El único problema ha sido que, pese a la buena respuesta del público, los gastos eran muchos ya que han tenido que asumir el coste de la electricidad y poner grupos electrógenos que tienen un precio muy elevado.

Además, durante los últimos días han tenido otro elemento en contra. Las restricciones que se impusieron y que obligaban a parar la actividad esencial a las ocho de la tarde les han hecho tener que cerrar a esa hora en lugar de a las 22.30 como estaba previsto . «La gente tenía muchas ganas de feria pero el recorte horario ha sido fatal», afirma Bañuls recordando que la hora a la que llegaba el público giraba en torno a las seis de la tarde, por lo que el cierre a las ocho les ha impedido aumentar la facturación. «Lo más importante es que hemos podido volver a trabajar y estamos muy agradecidos al Ayuntamiento y al publico de Sevilla», ha explicado Bañuls.

En cuanto al público, ha sido fundamentalmente juvenil. Aunque se han visto familias con niños pequeños, las pandillas de adolescentes han sido los que más han visitado las atracciones .

Por su parte David Crespillo, dueño de pistas de coches de choque infantiles, también se ha mostrado satisfecho por el reinicio de la actividad y porque, a partir de ahora, les han salido contratos para acudir a otros pueblos . «De aquí nos vamos a Jerez y a otros sitios», decía, asegurando que este mes en Sevilla ha sido como «un rayo de luz» después de tantos meses sin actividad. Es el principio de la cuenta atrás para la feria de Sevilla de 2022.