El parque de atracciones de la calle del Infierno de Sevilla se estrena este Viernes de Dolores

Para la asociación de feriantes que lo organiza –y que representa a estos autónomos en toda Andalucía– la autorización del Ayuntamiento hispalense era fundamental, pues «es la correa tractora que mueve a todos los demás», apuntan a ABC fuentes de este colectivo. De hecho, ya negocian con otros consistorios como el de Carmona dentro de la provincia para organizar algo parecido. «Eso nos dará algo de oxígeno durante un tiempo, porque hay algunos que llevan hasta 18 meses sin trabajar mientras asumen los gastos de mantenimiento, préstamos, alquiler de almacenes y transporte de las atracciones».

Para garantizar la seguridad en el recinto se ha instalado una valla y habrá seguridad privada controlando el aforo en todo momento. El público accederá por cada una de las siete entradas que se han habilitando y que contarán con vigilancia, zonas de desinfección y aseos. Para el servicio de alimentación se instalarán negocio móviles con oferta de churros, hamburguesas, patatas asadas, etcétera. Los visitantes consumirán sentados en mesas y será el único momento en el que puedan quitarse la mascarilla, pues durante el paseo o mientras usen las atracciones tendrán que llevarla siempre puesta.

El número máximo que personas que podrán coincidir a la vez en el interior del recinto será de unas 9.200, con un control estricto a la entrada y la salida. Ese requisito ha sido fundamental para recibir el visto bueno de la Consejería de Salud que lo emitió de forma previa al permiso municipal.

Esta primera experiencia será el punto de partida de un nuevo concepto, el de parque de atracción móvil, al que los feriantes se aferran como tabla de salvación y que en los próximos meses recorrerá gran parte de la geografía andaluza: Jerez de la Frontera, Huelva o Córdoba, ciudades con cuyos ayuntamientos la asociación mantiene muy buena sintonía en estos momentos y ya se están perfilando los respectivos planes.

El presupuesto del proyecto sevillano supera los 600.000 euros, ya que incluye en sus partidas seguridad, vallado perimetral del recinto, montaje, aseos, consumo eléctrico, centro de transformación e hilo musical. Respecto al sonido también marcarán diferencias con respecto a la Feria tradicional, pues el nivel de decibelios será muy inferior al permanecer instalados durante cuatro semanas en lugar de una. Para cumplir ese compromiso se ha establecido una banda sonora unificada para todo el recinto, de manera que las canciones que suenen serán las mismas, evitando que cada atracción ponga sus propias selecciones musicales.

La instalación del parque de atracciones de invierno la pasada Navidad en los muelles de Nueva York y las Delicias fue el precursor de esta iniciativa. Durante aquella experiencia no se produjo ningún brote, a pesar incluso de que el nivel de contagios estaba disparado con el inicio de la tercera ola.