Así es la mini 'Feria' de un bar de Sevilla que se hace viral en las redes

En este sentido, el Kiosco Vespa Bermejales se ha transformado en un Real pequeño, donde no falta ni un detalle. Lo primero, «el guarda de seguridad», que se sitúa en la misma entrada. Uniformado, como es habitual, da la bienvenida junto a la valla de acceso. Aunque no es muy hablador, sí causa respeto a primera vista. Pero solo por unos segundos. Y es que aquí no hay que recurrir a aquellas frases de «¿está Antonio?» o «buscamos a un amigo que es socio, puedo entrar». Es fácil hacerlo, eso sí manteniendo la distancia y respetando todas la medidas en prevención del Covid-19.

« La idea era recrear un poco la Feria de Abril que, por segundo año consecutivo, no vamos a tener debido a la pandemia.

Lo hemos hecho pensando en nuestros clientes y vecinos, para darles ánimos después de este año tan duro que hemos tenido», explica a ABC de Sevilla el responsable del bar, José Luis Acuña. Lo hace en un photocall montado ex profeso para estos días y que cuenta con una peculiaridad: tiene albero esparcido por el suelo, como lo estaría en las calles del recinto ferial. De hecho, así lo recuerda uno de los paneles de este recibidor: «Vuelve a pisar el albero» .

Ya con el albero aclarando los bajos de los zapatos , el recorrido lleva hasta una singular barra, en la que se ha dispuesto todo como si fuera una tómbola de la Calle del Infierno . De la zona superior cuelgan peluches de gran tamaño , chupetes y bastones de azúcar. Todo ello ambientado con el hilo musical de los cacharritos y de sevillanas propias de una caseta.

Ya en la terraza todo evoca a la alegría del Real. Mesas y sillas sevillanas, camareros con sombreros de ala ancha, flores, mantoncillos y hasta las lámparas y árboles se han vestido de

volantes y lunares. «Lo hemos dispuesto todo para que la gente se sienta como en la Feria», añade Acuña mientras atiende y acomoda a las primeras clientas que este sábado de pescaíto van llegado. Algunas lo hacen vestidas de flamencas .

Pero la cosa no termina ahí. La carta también se ha remodelado estos días de farolillos. Sus tapas y raciones se han reunido –cumpliendo también las normas del Covid- en torno a frases propias de la fiesta. Así, los entrantes de toda la vida, como queso añejo, jamón ibérico, caña de lomo o surtido ibérico, están en el grupo ‘Nos vemos en la Portada’.

Le siguen otros clásicos bajo las lonas como ‘dame una tortilla y diez tenedores’ (tortillas, huevos rotos, huevos con de tó), ‘Apúntate mi caseta… Jesulín de Ubrique, 32’ (adobito sevillano, taquitos de mero, boquerones fritos, chocos o surtido de pescaíto frito), o ‘Si sabes cómo me pongo pa’ que me invitas (ensaladilla de tó la vida, salmorejo, salpicón, aliño de pulpo y tomate de Los Palacios con melva).

Completan las propuestas ‘El traje de gitana te hace mucho más delgada…’ (croquetas del puchero, pollo frito, lagrimitas o flamenquín), ‘¿Esta es la cola de los taxis?’ (montaditos,

lagartito o secreto ibérico, entre otros), o ‘La temida calle del Infierno’, con un menú dedicado a los más pequeños de casa.

Por último, para acabar de sevillanas maneras también se ofrecen postres porque, como bien concluyen, «una comida sin postre es como un traje sin corbata, pregúntanos y remata”». Así es la mini Feria de Sevilla que asoma hasta el próximo domingo 25 en Los Bermejales a iniciativa de uno de sus bares.