La facultad de Medicina de Sevilla perderá más de 132 profesores titulares en 2030

De hecho, en Sevilla ese fenómeno está afectando ya a la docencia en la facultad de Medicina , la más solicitada de todas las que hay en Andalucía y cuyas notas de corte para entrar siguen siendo las más altas del Distrito Único Andaluz.

Pues bien después de que la Conferencia Nacional de Decanos de las Facultades de Medicina haya manifestado en reiteradas ocasiones su creciente preocupación por el déficit de profesorado en a docencia del grado de Medicina, el decano de Sevilla, Luis Capitán , ha confirmado a ABC que la situación en la facultad hispalense será igualmente «muy grave» en los próximos años.

Los cálculos que han hecho en la facultad de Medicina de Sevilla suponen que la situación se agravará en los próximos años y que en el 2030 faltarán aproximadamente unos 132 profesores titulares vinculados , es decir docentes permanentes que estén vinculados a los centros sanitarios. Que ejercen la docencia y a la vez la asistencia sanitaria en un centro de salud o en un hospital. En toda España ese déficit se elevará hasta más de 3.000 profesionales que serán los que falten en el año 2030.

Tal y como estimaba el estudio de la vida media académica del profesorado permanente se ha generado una situación preocupante y la formación de los futuros médicos está en «situación crítica» . «De no tomarse medidas urgentes, la calidad de esa formación no está asegurada», advertía la conferencia de decanos de España.

En este sentido, en Sevilla la edad media para alcanzar la categoría de profesor titular de universidad vinculado a la asistencia clínica es a los 56 años, prácticamente la misma que en resto de España. Y para los catedráticos esa media se eleva hasta los 66 años . La edad media de los profesores no vinculados es más baja, 43 años.

Es un dato muy similar al del resto de facultades de España y que indica que la «vida media académica» (el tiempo máximo que puede transcurrir desde la fecha de la toma de posesión de un profesor permanente hasta la de su jubilación a los 70 años) es cada vez más corta. Los médicos cuentan como anécdota hubo un caso en España de un docente que obtuvo la plaza de catedrático a los 69 años y le llegó la edad de la jubilación sólo unos días después. Aunque parezca una parodia, es un caso «verídico».

Y eso está provocando otras consecuencias en la enseñanza. En Sevilla hay determinadas áreas clínicas, que ya las están impartiendo profesores que no tienen la especialidad en ese área de conocimiento y es algo que «repercute» en la calidad de la docencia. El problema es «gravísimo» , según el decano y también provoca «frustración» entre los propios docentes ya que además la vida media del docente está disminuyendo cada vez más pese a que existe un gran déficit de profesionales en la enseñanza de la Medicina.

En la capital hispalense hay ya cuatro áreas clínicas en las que no hay profesores titulados y la docencia está en manos de asociados. Ya ocurre en las especialidades de Rehabilitación, Radiodiagnóstico, Traumatología y Oftalmología, áreas que son impartidas por profesores asociados pero no titulares vinculados.

¿Por qué ocurre esto? Porque, según Capitán, es en Medicina donde se consigue la titularidad a una edad más elevada . Y la razón es que, mientras que los profesores de otras disciplinas sólo tienen que compatibilizar docencia e investigación para lograr la titularidad de esas plazas, en Medicina se les pide que además de todo esa actividad, dediquen ocho horas al día a la asistencia clínica. Es decir, tienen que tratar a pacientes, dar clases e investigar.

Y a ello se une que les exigen que presenten un número determinado de publicaciones en las revistas científicas. Con todo, la edad media para lograr esa titularidad es mucho más alta que en otras ciencias donde logran esa categoría alrededor de los 40 años . «Exigen un nivel de publicaciones muy alto y no se valora adecuadamente el nivel profesional asistencial porque se equipara el tiempo de investigación con el de un clínico», se queja Luis Capitán.

En este sentido, Capitán insiste en que para un titular clínico es «casi incompatible conseguir los niveles de acreditación en un tiempo razonable. «Y eso hace que muchos se terminan por frustrarse» recalca el responsable de la facultad hispalense.

Es algo que, según el decano de Medicina «frustra mucho» . E incluso se dan muchos casos de abandono de la docencia y cada vez son más los que dejan las clases y se dedican solamente a la parte asistencial. A ello se une el hecho de que, según explica, la docencia «no compensa económicamente como la asistencial». Por ello los que se quedan dando clases lo hacen por vocación más que por otra cosa. «La situación es insostenible si se compara con la estimación de las necesidades de profesorado», advirtieron los decanos españoles.

La estimación es que además de tener una vida académica muy corta, existe un déficit muy significativo de docentes y la vida media del profesorado está disminuyendo.

Actualmente el déficit estimado para las universidades públicas del conjunto de profesorado permanente y ayudante de doctor asciende a 2.654 vinculados y 1163 no vinculados en toda España .

Por ello desde la facultad sevillana su decano asegura que habría que «ajustar» algo el nivel de exigencia , sobre todo en lo referente a las publicaciones que deben sumar.

«Nos tratan como si fuéramos investigadores a los docentes y eso no tiene sentido», advierte el decano. Sobre todo porque considera que sería «una tragedia» que en un futuro tuvieran que impartir esas asignaturas profesores que no son médicos. «Hay que evitar que el responsable de un departamento de cirugía tenga que ser un veterinario», avisa asegurando que hay determinados departamentos en los que los profesores no son médicos. El SOS lo ha llevado hasta el Parlamento. Cada vez hay menos médicos para dar clases.