#ArchivoABCsev: Estampa cofrade de la Semana Santa de Sevilla de 1929 junto al Arco del Postigo

La hemeroteca de ABC de Sevilla tiene tesoros como en la Colección gráfica de ABC. Hoy, en este serial de cada viernes nos detenemos en una imagen que sólo se pudo dar entre 1904 y 1965 . Durante esos años la hermandad de las Cigarreras tenía su sede en el Rectorado de la Universidad de Sevilla, residía en la capilla de la antigua Real Fábrica de Tabacos, donde hoy se encuentra la la hermandad de Los Estudiantes.

En 1965 la hermandad de Las Cigarreras pasó al barrio de Los Remedios , donde tiene establecida su sede canónica en la actualidad a pesar de que ya desapareció el uso industrial de la factoría. En este 2022, la hermandad protagonista de la imagen de hoy ha dado un paso importante en su historia. El pasado mes de marzo, anunció que ha llegado a un acuerdo para la cesión gratuita de la propiedad de la capilla de la antigua Fábrica de Tabacos por parte del Ayuntamiento de Sevilla y el fondo de inversión KKH. Fue durante la presentación del proyecto para la revitalización del complejo de Altadis en Los Remedios. De este modo, se cumplen así las aspiraciones de la corporación en cuanto a su sede canónica.

Siguiendo con la fotografía, tal como indicó hace unos años François Guitard: «la imagen no puede ser anterior a 1926, porque en esa fecha se dio por terminado el mercado del Postigo que construyó Juan Talavera Heredia. Ni tampoco la de 1930, fecha en la que la cofradía la presidió el Rey Alfonso XIII, porque la compostura y el aspecto que transmiten la cruz de guía no parecen corresponderse con tan regio acontecimiento».

Una de las grandes diferencias con la actualidad que podemos ver en la instantánea, es que las túnicas de los nazarenos son distintas. En esa Semana Santa de 1929 eran de color morado de cola y recogida en el brazo y ahora es la capa es de color blanco y la túnica y el antifaz en morado.

Otro de los detalles que Guitatd añadió en su comentario, son las señas de dificultades económicas que vivían los sevillanos en el momento en el que Barrera la capturó: «Los chavales en primer plano, tocados con boina, cuyas ropas -un babi en el caso del más pequeño- evidencian las penurias que atravesarían sus familias. También la hermandad participaba de aquella situación económica como se aprecia en los faroles que acompañan la cruz de guía, de madera lisa sin recubrimiento de plata».

En la década de los 70, este enclave estaba muy deterioriado, los edificios aledaños al arco estaban en ruinas y la calle Almirantazgo tenía una imagen muy distinta a la actualidad. A pesar de lo que pudo haber pasado, la capillita sigue de pie hasta nuestros días. Gracias al historiador Joaquín González Moreno, autor del libro 'La Casa de Pilatos en el siglo XIX' (Editorial Virgen de Consolación, 1984), podemos conocer un dato hasta entonces prácticamente olvidado, como es la propiedad privada de todas las puertas y postigos de Sevilla, al menos desde 1588. El 23 de septiembre de ese año, Fernando Enriquez de Rivera compró el alguacilazgo mayor de Sevilla por 160.000 ducados, teniendo desde entonces derecho sobre las puertas y postigos . Y cobrado tasas por su utilización para la entrada y salida de productos.

Por esa razón, cuando en 1866 el Ayuntamiento de Sevilla acordó el derribo del Postigo del Aceite , junto con otras puertas de la ciudad, se digirió al duque de Medinaceli ordenándole que el desalojo de la vivienda existente en la parte alta del postigo, que era de su propiedad. Pero el duque se negó a cumplir el mandato municipal y entró en pleito hasta lograr el aplazamiento del derribo. Una demora que pasó a ser eterna, de manera que el Postigo del Aceite sigue en pie gracias a Luis Tomás Fernández de Córdoba y Ponce de León, duque de Medinaceli.