Dios en la ciudad: los siete símbolos del recorrido

Una vez que las andas del Señor abandonen la basílica a las nueve de la mañana, ya desde la misma plaza de San Lorenzo se podrán vivir escenas absolutamente alejadas de las estampas habituales, con el Gran Poder caminando con los rayos del sol en su rostro, iluminando desde el levante, de cara. Hace ya cinco años que no recibe la luz solar desde aquella multitudinaria salida extraordinaria de 2016 y este sábado la claridad cambiará su faz durante todo el primer tramo de ese recorrido. Así, de hecho, llegará a la Campana en torno a las diez de la mañana ya con la plena luz del día y dejando también escenas inusitadas porque el trayecto, por una vez, no tendrá que mirar a Sierpes sino seguir hacia el este de la ciudad.

Sobre las diez y media de la mañana, el cortejo llegará a las puertas de la Anunciación , donde se espera una representación de la Hermandad del Valle para recibir al Gran Poder. Será justo allí y en los metros siguientes donde se produzca una de las mayores confluencias de fieles y público en general, en la plaza de la Encarnación, donde se contemplará otra escena del todo nueva: el Señor bajo los vanguardistas parasoles de las ‘Setas’ . La sagrada madera bajo la madera. La más valiosa atravesando la más cara de la historia de Sevilla. La ciudad más nueva fusionada con la ciudad eterna. Muchas tarjetas de memoria de móviles se agotarán ante el previsible aluvión de fotos en este punto, uno de los más esperados por ubicación y hora. Ese camino por el cardo decumano de la Hispalis romana, pasadas las once de la mañana la comitiva deberá estar en la calle Juan de Mesa , otro de los momentos simbólicos del itinerario al tratarse de la vía dedicada al autor de la portentosa talla del Señor en 1620. A través de la angostura de esa calle junto a los viejos archivos históricos locales, la comitiva será recibida por representaciones sucesivas del Cristo de Burgos, la Exaltación y la Cena para terminar desviándose del antiguo trazado del decumano ya en la misma esquina de la calle Matahacas.

Justo a mediodía, Jesús del Gran Poder debe estar llegando a través de Butrón y Gallos al templo de la Hermandad de los Gitanos, el antiguo convento de El Valle , donde la cita con la historia cobra mucha fuerza otorgando a esta parada un valor especial. En ese convento se bendijo al Señor el 1 de octubre de 1620. Allí se trasladó la talla en un carro desde el taller de Juan de Mesa, en la plaza de San Martín, para que la Hermandad del Traspaso, denominación inicial de la Hermandad del Gran Poder por su devoción mariana, consagrara al Cristo con la cruz al hombro. En este lugar se producirá también el ‘encuentro’ con otro de los nazarenos que más fervor genera en la capital andaluza, el Señor de la Salud, una devoción en la que tantas oraciones han confluido durante los meses de la maldita pandemia. El momento estará absolutamente cargado de simbolismo y se espera como uno de los grandes hitos de este día señalado en el calendario.

Otro de los lugares que van a concitar mucha expectación será la llegada de la misión a través de la Ronda a la confluencia de las hermandades de San Roque y Los Negritos, algo que debe ocurrir en torno a la una y cuarto o una y media. Allí se empezará a producir un cruce con la fe más primitiva de Sevilla, desde el paso por Recaredo recordando a los primeros reyes cristianos al recibimiento de la Hermandad de los Negritos, una de las originarias de estas latitudes. Las anchuras de la plaza de Carmen Benítez conformarán, en este sentido, una de las ubicaciones idóneas para contemplar el paso del Señor, que sobre la una y media ha de llegar a la altura de la Florida para coincidir con el lugar donde se ha hallado recientemente la Vía Heráclea . Por allí entro a Hispalis el mismísimo Julio César y por allí caminará este sábado el dueño de otro poder imperial. In manu egus potestas et imperium. «En sus manos está el poder y el imperio», reza el lema del Gran Poder, de hecho. A partir de ahí, el recorrido coincidirá, además, con la avenida de Luis Montoto y con el ancestral vía crucis que arrancaba en la Casa de Pilatos y llegaba a la Cruz del Campo que supuso el origen de la Semana Santa sevillana , como señalan los azulejos de las antiguas estaciones repartidos a lo largo de esta vía.

A las dos de la tarde, el Señor habrá llegado en sus andas a la parroquia de San Benito , donde se producirá otro de los momentos más emotivos y cargados de simbolismo de este itinerario hasta Los Pajaritos. Allí estará el Cristo de la túnica malva unos quince o veinte minutos detenido, no sólo por el recibimiento de la hermandad allí radicada sino también para que puedan rezarle las monjas y los residentes en las Hermanitas de los Pobres . Muchos de estos últimos, de hecho, eran vecinos de los barrios a los que el Gran Poder acude de misión. Otra de las confluencias que se producirán en este punto, donde los grandes espacios permitirán una presencia masiva de fieles, será la de la advocación, ya que son muchas las fuentes que apuntan que la Hermandad del Traspaso se fundó precisamente en el convento de Santo Domingo de Silos, posterior monasterio de San Benito, del que ahora queda la parroquia en el corazón del viejo barrio de La Calzada. Una hora después, aproximadamente a las tres, el Señor debe estar ya a la altura del cruce con Luis de Morales.

Una vez adentrada la comitiva en Nervión, otro momento culminante será el que lleve al Señor a las puertas de la parroquia de la Inmaculada Concepción , sede de la Hermandad de la Sed, donde estará en torno a las cinco menos veinte. Allí se rememorará otro hito histórico, el que llevó al Gran Poder a ese mismo lugar en 1965, cuando también se trasladó de misión a Santa Teresa y la lluvia sorprendió al nazareno el 28 de enero. Al ver que la iglesia estaba cerrada, el capiller decidió que la imagen se resguardara en el taller de automóviles anexo al propio templo, el del exfutbolista Juan Araujo, que precisamente era uno de los portadores de las andas. Allí pasó la noche. Ya no existe el taller, pero Nervión, el Cristo de la Sed y la Virgen de Consolación volverán a recibir de manera multitudinaria al Señor de Sevilla camino de la Gran Plaza y Marqués de Pickman , dos espacios que actuarán de icónica pasarela por la que esta misión atravesará las fronteras invisibles entre la ciudad más próspera y el territorio con más dificultades.

Cuando falten unos quince o veinte minutos para las seis, los pies de Jesús habrán llegado a la Ronda del Tamarguillo y a toda esa planicie que conecta con la calle Cruz del Sur . No había mejor nombre como marco de llegada al destino. Será entonces cuando todo ese simbolismo del que está cargado este traslado a la periferia sevillana adquiera toda su dimensión, puesto que esa vía es la puerta de entrada a los Tres Barrios. Dejará el cortejo la barriada de Madre de Dios a la izquierda, la de la Candelaria a la derecha y se encaminará de frente, como siempre, hasta Los Pajaritos . La misión cobrará buena parte de todo su significado en ese momento y hasta que se plante ante la misma puerta de la parroquia de la Blanca Paloma, corazón del segundo barrio más pobre de España. Está previsto que concluya el traslado en torno a las seis y media. Las sensaciones acumuladas a esa hora serán intensas e inolvidables.