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Sevilla y amén

Curro Romero: la eterna juventud

Ayer fue cuando Andrea parió a su Faraón. Tiene ya ochenta y cinco y no tiene ninguno porque el tiempo no mide la verdad de los dioses

El Faraón es eterno porque enhebra su muleta por las agujas del tiempo Arjona

Alberto García Reyes

El tiempo es una trampa. No existe, es un engaño que acude a la muleta sin nada que perder, un círculo cerrado que atrapa inmensidades en una simple estampa. El tiempo es este lance tallado en la memoria, los oles del futuro aún en blanco ... y negro, las plantas enterradas, la cara de eccehomo, el brazo fugitivo, la muerte por la espalda pasando por la vida que habita entre los sueños.

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