Una víspera para la esperanza

En este inicio de recorrido me encuentro con uno de los prioste de la Virgen de los Reyes que porta ramilletes que acompañarán este jueves -uno de los tres en los que más brilla el sol- los claveles blancos y el romero en el altar del jubileo, mientras bicis, patinetes y el metrocentro pasan frente a la puerta de la Asunción, desde donde mañana se impartirá la bendición pero junto a la que este día previo, a las 19 horas y con 30 grados de temperatura, nada presagia la próxima apertura de puertas.

Hay más gente en la calle que los meses anteriores, pero nada que ver con las vísperas de Corpus de antes de la llegada del Covid. Por primera vez en mucho tiempo se oyen otros idiomas por la calle. Ya en la plaza Nueva , el Ayuntamiento mantiene las tres colgaduras habituales bajo las banderas de la fachada principal y otras siete conmemorativas sobre la fachada de la plaza de San Francisco , que a pesar de la fecha en la que nos encontramos permanece todavía sin los tradicionales toldos.

La Fundación Cajasol tiene colgaduras y flores en sus doce balcones de su fachada a la plaza de San Francisco, y en su puerta principal nos llega el primer olor a romero. En el zaguán del edificio destaca una custodia de dos cuerpos en alpaca cincelada y plateada con la imagen de la Inmaculada y ostensorio en plata de ley con viril y resplandor en oro repujado y cincelado realizado por Hijos de Juan Fernández sobre un paso neobarroco del tallista Antonio Martín, dorado por Luis Sánchez y en los que se sitúan cuatro ángeles sobre los repiraderos laterales, obra de Francisco Buiza Fernández , todo ello sobre una alfombra de romero que da paso a la exposición dedicada al Corpus Christi protagonizada por la hermandad de la Cena y en la que se puede contemplar el boceto del señor realizado por Sebastián Santos en barro policromado en 1955. Se puede visitar hasta el 19 de junio y también estará abierta durante este puente hasta el sábado.

Elena Fariña , la nieta de Juana la del quiosco de la entrada de Sierpes, piensa que este año la víspera no se han notado, ni en público ni en eventos, porque «otros años ya estarían vendiendo la sillas y estaría el suelo lleno de juncia y romero y sin embargo, este año todo sigue igual. No se nota nada distinto», afirma.

En Sierpes por fin hay tiendas de recuerdos dirigidas a turistas abiertas, aunque sin muchos clientes en su interior. En la esquina con la calle Sagasta, de la fachada de Juan Foronda cuelga doce mantones de Manila que todos los paseantes comentan. Colgaduras también en el número 58.

Me cruzo con el exaltador de la Eucaristía 2021 que organiza la Sacramental del Sagrario todas las vísperas del Corpus tras la misa de ocho, que este año se celebra en la Capilla Real por estar en obras la parroquia del Sagrario y en la que Eduardo Osborne destacaría «el vínculo familiar y la vigencia de la fiesta a lo largo del tiempo, incluso en años pandemia».

Como siempre, la Librería San Pablo dedica uno de sus dos escaparates con custodia, espigas, Niño Jesús y demás elementos tradicionales. En el quiosco que hace esquina con Rioja, la soprano del Conservatorio Superior Manuel Castillo Julia Moya reúne a un gran grupo de personas al interpretar con motivo del Corpus la 'Lacrimosa' de Mozart junto a un violín y un contrabajo, trío que actúa bajo el nombre de 'Capriccio'.

Cerrajería permanece como un día normal, mientras que en Cuna, La Colchona dedica un escaparate con uvas, pan y espigas que preside una imagen de San José. No hay veladores libres en el Salvador , donde un guía turístico da consejos a unos clientes bajo la atenta mirada de la imagen de Juan Martínez Montañés . A diferencia del público de la calle Sierpes, entre el que había muchas personas mayores, aquí predomina la gente joven .

Tras pasar por Villegas, Francos nos recibe con una Virgen del Rocío, que preside el escaparate de Mª Cruz Palacios , «porque además del Corpus, llevamos dos años sin Rocío, además su día este año ha sido muy cercano», explica el propietario, Pepe Fernández .

También Juncia y romero ha montado su particular altar en su tienda de artículos religiosos situada «desde hace tres meses» en la calle Francos, segun afirman sus propietarios, Joaquín y Julián . Balcones con colgaduras y espigas sobre varios locales mientras las campanas de la Giralda llaman para la misa de ocho el día de la víspera. Velasco o Sagra llenan sus escaparates de flores, espigas, uvas -hasta en los pendientes de racimos de Isabel Mediavilla- y demás elementos decorativos.

Colgaduras en el Palacio Arzobispal, lugar al que hubiese llegado el paso de la Cena si no existiera la pandemia, junto a una plaza de la Virgen de los Reyes en la que el silencio tan solo se interrumpe por el sonido del agua y los cascos de los caballos.

Corpus de esperanza e ilusión reflejada en la mirada de los sevillanos que buscan escaparates en cada rincón, ilusionados por poder participar dentro de doce meses en una de sus procesiones más emblemáticas, en cuyo recorrido se reparten nuevos hoteles que dentro de un año permanecerán abiertos y lleno de turistas a escasos días de recibir a un nuevo arzobispo.