El mapa del Covid en Sevilla: Polígono Sur, Amate, Norte y Torreblanca doblan la media de la capital

La tasa de contagios en Sevilla capital alcanzó los 200 por cada 100.000 habitantes el 1 de octubre y desde esa fecha se duplicó en menos de veinte días hasta superar los 487 el pasado 21 de octubre. Durante las dos semanas siguientes siguió subiendo y superó los 600 y empezó a bajar a partir del 1 de noviembre El análisis realizado por el SAS en los distintos centro de salud de la capital demuestra que la incidencia de la curva ha sido muy desigual y ha castigado muy duramente a las zonas con menor renta y con mayor economía sumergida.

Del 1 al 14 de noviembre se detectaron en el centro de salud de la Candelaria 177 casos y esa zona de Sevilla, en la que se incluye la barriada de los Pajaritos, es la que presenta al día de hoy una tasa más elevada de contagios (847,9), que es más del doble de la que presenta el centro de salud Virgen de Africa (346,7), que atiende al barrio de los Remedios, el centro de salud Mallén, situado en el barrio de Nervión, o el centro de Marqués de Parada, que atiende a la población del casco antiguo de Sevilla.

Por detrás de la Candelaria, en segunda posición en la clasificación de mayor incidencia se encuentra la zona de Cisneo Alto (811,4), Amate (650,9), Polígono Norte (647,0) y Torreblanca (621,5), según los datos recopilados por el SAS en los centros de salud de esas zonas de Sevilla.

Le siguen en mayor tasa de contagios Porvenir (614,0), Las Palmeritas (612,6), el Juncal (599,3) y Polígono Sur (594,2). Se sitúan también por encima de los 500 contagios por cada cien mil habitantes Alamillo (593,3), Pino Montano B (588,3), Alcosa (579,3), Puerta Este (578,8), El Cerro del Águila (570) y Sevilla Este (563,2).

Hay otras cinco zonas de Sevilla que superan el 14 de noviembre esa tasa de 500 que los epidemiólogos consideran de elevado riesgo: Ronda Histórica, El Greco, Las Letanías y San Jerónimo.

Por debajo de 500 pero con más de 400 se encuentran siete centros de salud, donde el Covid ha incidido menos en las dos últimas semanas y que son San Pablo (498,6), Macarena (457,1), Bellavista (455,5), Pino Montano A (454,0), Amante Laffón (426,3), San Luis (421,4) y Los Bermejales (496,5).

Las cuatro zonas de Sevilla donde el Covid ha tenido menor incidencia en las dos primeras semanas de noviembre han sido Triana (centro de salud El Cachorro, con 398,3 casos por cada cien mil habitantes), el casco histórico (centro de salud de Marqués de Paradas con una tasa de 373,8), Nervión (centro de salud Mallén, 360,0) y los Remedios (centro de salud Virgen de África, con 346,7 casos por cada cien mil habitantes).

El pico de la curva epidémica se alcanzó en Sevilla capital el pasado 31 de octubre y desde entonces ha bajado de forma suave pero sostenida, lo que indica que las medidas adoptadas de confinamiento perimetral y toque de queda han tenido su efecto, a pesar del número de fallecidos registrados en estas dos últimas semanas y que proceden precisamente de ese pico de finales de octubre . La presión creciente de las UCI también proviene de esos últimos días del pasado mes, en las que la tasa de contagios estaba completamente disparada. Polígono Sur tenía entonces 848,8 casos por cada cien mil habitantes, Alamillo(823,8), La Candelaria (756,9), La Plata (726,1), Polígono Norte (661,5), Torreblanca (579,4), Pino Montano B (579,) y San Jerónimo (547,7).

En esas ocho zonas el SAS va a iniciar un estudio epidemiológico con cribados masivos que anunciará hoy el consejero de Salud, Jesús Aguirre, t ras el Consejo de Gobierno.

Un informe del Servicio Epidemiológico del SAS habla de «la gravedad de la situación» en esas ocho zonas, donde se produce «transmisión comunitaria generalizada y el desbordamiento de los servicios de atención primaria, así como el incremento de hospitalizaciones y casos graves» . Dice el informe que «teniendo en cuenta las medidas de control como disminución de la movilidad y de la interacción social que se están poniendo en marcha, es necesario focalizar los esfuerzos de control tomando como base un enfoque de salud pública» y plantea de forma urgente «poner en marcha todas las opciones posibles para reducir la movilidad y el contacto social dentro de la ciudad». Propone el informe el confinamiento perimetral y una estrategia especifíca dirigida a esas ocho zonas de la ciudad « identificadas por su mayor incidencia y factores asociados al contagio (edad, sexo, situación social, situación familiar y laboral)».

Entre otras cosas, propone también una plantilla específica de rastreadores para esos barrios «y paquetes de ayuda social que permitan aislar a familias que no cuenten con los recursos necesarios para mantenerse en casa».

También quiere que se habiliten «alojamientos alternativos para las personas cuyos domicilios no cumplan los requisitos mínimos y para aquellos sin hogar o sin recursos» y cribados masivos que detecten asintomáticos.