Coronavirus Sevilla
La clave del contagio de sanitarios en el Virgen Macarena de Sevilla que investiga el SAS
Diez días de marzo en los que se desaconsejó las mascarillas a los profesionales de Urgencias no relacionadas con Covid-19, lo que no ocurrió en el Virgen del Rocío ni en Valme, pueden explicar la gran diferencia de cifras de contagiados
Jesús Álvarez
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) va a investigar al Hospital Virgen Macarena de Sevilla «con el fin de analizar las causas que hayan podido darse en dicho centro relativas al contagio de coronavirus (Covid-19) de profesionales », según se afirma en una ... nota hecha pública el pasado domingo, un día muy poco habitual para anunciar este tipo de noticias.
El comunicado oficial, escrito en un lenguaje críptico, añade que «el objetivo de esta investigación es identificar factores asociados a la hipotética agregación de casos, especialmente en el servicio de Urgencias, a sí como conocer la incidencia de casos de Covid-19, calcular la tasa de incidencia según categoría profesional, conocer la distribución temporo-espacial de los casos e identificar las características estructurales, organizativas y funcionales facilitadoras de la transmisión».
Detrás de todas estas enrevesadas palabras subyace una sospecha que la investigación deberá esclarecer: una mala gestión de las medidas de protección de los sanitarios de ese centro . Se buscan las razones del «hecho diferencial» del Virgen Macarena desde el inicio de la pandemia: tener a muchos más profesionales contagiados o con sospechas de contagio que los demás hospitales de Sevilla . Según los últimos datos oficiales, están de baja por coronavirus 267 personas, frente a las 204 del Virgen del Rocío (que tiene casi el doble de su plantilla) y los 71 del Área Sanitaria Sur (Valme y Tomillar), que tienen casi el mismo número de profesionales que el Macarena.
El 10 de marzo, cuatro días antes del inicio del estado de alarma, el director gerente del hospital, Francisco Merino, se desmarcaba de sus colegas del Virgen del Rocío y Valme publicando una circular interna en la que advierte que sancionará el uso de equipos de protección individual «al margen de las indicaciones establecidas en los protocolos». Se aseguraba en esa comunicación, a la que ha tenido acceso ABC, que «debemos contemplar el adecuado uso de los EPI como una manifestación más de la ejemplaridad a la que todo el personal sanitario está llamado».
No sólo eran los EPI sino también las mascarillas, aunque no se hace alusión a ellas en ese comunicado. Profesionales del centro denunciaban a ABC en un reportaje que se publicó doce días después de esa circular que jefes y mandos intermedios del hospital desaconsejaban el uso de mascarillas quirúrgicas en las plantas no relacionadas con enfermos de coronavirus « para no generar inquietud y alarma innecesaria en los pacientes ».
Sanitarios del Macarena denunciaron en un reportaje publicado el 22 de marzo en ABC pronosticaban que el contagio de profesionales «crecería espectacularmente en los próximos días». Su predicción se cumpliría
En ese reportaje varios sanitarios se mostraban angustiados por la falta de mascarillas FFP2 y de EPI. Una auxiliar clínica, se preguntaba « si debía o no atender a un posible enfermo de coronavirus a riesgo de contagiarme yo y de hacer enfermar a mi familia». Un compañero suyo que trabaja en el área de quirófanos, pronosticaba, por su parte, que «el contagio crecerá espectacularmente en los próximos días. No quiero ser alarmista pero si los sanitarios nos ponemos malos, esto podría degenerar en un caos», decía.
Sus predicciones, por desgracia, se cumplieron, puesto que el 25 de marzo, sólo tres días después de la publicación de la denuncia en ABC, el Virgen Macarena contabilizaba más casos de profesionales contagiados (193) que la suma del Virgen del Rocío (85), Valme (18) y Osuna (18). Un dato, sin duda, sorprendente cuya explicación hay que buscarla en Urgencias, como apunta de forma explícita el comunicado del SAS de este domingo en el que informa de la apertura de una investigación. En las Urgencias no relacionadas con la pandemia, para ser precisos, y en un período de tiempo muy determinado entre la segunda y tercera semana de marzo.
Durante unos diez días, el Virgen Macarena aplicó a rajatabla un protocolo del Ministerio de Sanidad que se reveló equivocado y que hubo de ser modificado posteriormente. Una suspensión tardía para los más de doscientos profesionales que cayeron contagiados o estuvieron en contacto con el virus esos días. Ese protocolo desaconsejaba el uso de mascarillas u otras medidas de protección en los circuitos de Urgencias «limpios», esto es, los no relacionados con Covid-19.
Según ha podido saber ABC de profesionales que participaron en esos servicios, no se utilizaron mascarillas ni ninguna otra medida de protección especial, tal y como indicaba el protocolo. «Si venía a Urgencias una persona con un tobillo roto no había sospechas de que tuviera Covid-19 y no era necesario , por tanto, utilizar mascarillas», comenta a ABC uno de esos profesionales. La realidad no tardaría en demostrar que se trató de una mala decisión.
Cinco días después del reportaje dominical de ABC en el que los sanitarios se fotografiaban con trajes de protección realizados por ellos mismos con bolsas de basura, trascendía la noticia de que se habían contagiado once médicos de Urgencias del Virgen Macarena. Era el 27 de marzo y la baja fulminante de este importante número de facultativos provocó serios problemas en la organización del servicio, al que tuvieron que acudir médicos de otras especialidades. «Han tenido que prestar servicio en Urgencias hasta los anestesistas», contó a ABC uno de ellos. Pocos días después se conocía que la cifra de sanitarios de Urgencias infectados subía a 20. Todo en muy pocos días.
Una circular del gerente del Macarena firmada el 10 de marzo amenazaba con sancionar a los sanitarios que usaran EPI «al margen de las indicaciones establecidas en los protocolos». Jefes y mandos desaconsejaron a sus subordinados el uso de mascarillas
A partir de ese momento, el Virgen Macarena reconoció su error y trató de enderezar el rumbo haciendo lo contrario de lo que hizo las dos semanas anteriores , es decir, dando vía libre al uso de mascarillas y otras medidas de protección en todas las zonas de Urgencias, según cuentan a ABC varios profesionales del centro.
Fue una rectificación acertada que frenó en parte los contagios, aunque fue imposible contrarrestar por completo esos diez días en las que el virus pasó libremente de las Urgencias no-Covid a otras zonas del hospital. El análisis de las cifras de contagiados en el Virgen Macarena a partir del 8 de abril confirma la reducción del ritmo de contagios (de 193 a 209), aunque hay otro repunte en la semana del 21 al 28 de abril que podría estar relacionado con el uso de mascarillas defectuosas compradas por el Ministerio.
En las tres primeras semanas de marzo, los sucesivos protocolos aprobados en Madrid trataban de administrar la escasez de material en aquellos momentos y esa pudo ser la razón de que las cotizadas mascarillas FFP2, que eran necesarias en algunas situaciones sólo quince días antes, dejaran de serlo con las nuevas indicaciones . «No se puede descartar que se nos diga dentro de una semana que ya no hace falta ninguna mascarilla», decía el 22 de marzo en ABC el anestesiólogo Rafael Ojeda , presidente del Sindicato Médico de Sevilla.
Esta organización se hacía eco de las denuncias de los sanitarios a los que se les prohibía usar mascarillas quirúrgicas en las plantas del hospital no dedicadas al tratamiento del coronavirus. «Pocas semanas después esa prohibición se convertía en obligación», recuerda Ojeda, que se pregunta «si alguien puede dudar a estas alturas de que existe conexión entre estas medidas del Virgen Macarena y su elevado número de contagios, muy superior al del resto de hospitales sevillanos».
En el Virgen del Rocío y el Valme no se aplicó a rajata ble el protocolo del Ministerio de Sanidad que desaconsejaba el uso de mascarillas en los circuitos «limpios» de Urgencias. Fue una decisión acertada
En el Virgen del Rocío y en Valme se aplicó de forma menos restrictiva el primer protocolo del Ministerio de Sanidad y se permitió a los profesionales de Urgencias no respiratorias que usaran mascarillas quirúrgicas, cuyo uso es ahora obligatorio incluso en los transportes públicos. Las cifras de profesionales contagiados avalan lo acertado de esta decisión .
El aislamiento inmediato de los 80 profesionales que estuvieron en contacto con el primer paciente con coronavirus que entró en el Virgen del Rocío también fue clave en la no extensión de la Covid-19 en las primeras semanas de marzo. El director gerente, Manuel Molina , y la directora médica, Rosario Amaya , también acertaron en eso, aunque no pudieron evitar que el coronavirus afectara con el paso de las semanas a más de 200 profesionales. La cifra, aunque importante, supone menos del 2,5 por ciento del total de su plantilla. En el Virgen Macarena ese porcentaje supera el 5 por ciento, más del doble.
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