El Consejo de Cofradías descarta eliminar las sillas de la calle Sierpes en 2022

Por ello, la junta superior que encabeza el presidente Francisco Vélez informó en la pasada asamblea de hermanos mayores de que se llevaría a cabo en la Semana Santa de 2022. Por ello, para garantizar un espacio mínimo de seguridad de tránsito al carecer de vallas delanteras, se planteaba establecer un pasillo central de tres metros , tomando como referencia el punto más ancho de la carrera oficial, que va desde los 2,70 a los 3 metros. Esto permitiría a las cofradías un mayor espacio para avanzar en una calle en la que tradicionalmente la organización de los cortejos siempre se ha quejado de las dificultades de tránsito y que, incluso, afectaban a los propios abonados al verse obligados a recoger las sillas cuando llegaba un paso.

Para poder establecer este pasillo central se iban a abrir las dos bandas de sillas , de forma que se eliminarían las filas que no cupiesen en función a la estrechez de la calle. Es decir, en las zonas más angostas de Sierpes, se llegarían a perder hasta dos hileras. En otros puntos se perdería sólo una y, en los tramos más anchos, no se hubiese retirado ninguna fila de asientos. Al retranquear el espacio para los abonados, las hileras de sillas que se iban a eliminar serán las que están en la parte trasera, tal y como avanzó ABC hace unos meses.

Sin embargo, aunque el proyecto estaba casi cerrado y era un compromiso adquirido por la actual junta superior , en el seno de la institución han tenido un debate interno sobre las consecuencias que tendría la eliminación de otras mil sillas en esta calle en el contexto actual y los conflictos y problemas sociales que acarrearía para tantos abonados que, en algunos casos, llevan toda su vida con esos asientos. Así, y teniendo en cuenta los dos años en los que se han suspendido las estaciones de penitencia a cuenta de la pandemia del coronavirus, Francisco Vélez entiende que «no es el momento de crear una angustia a tantas personas que perderían su silla». Según indicó el presidente a ABC, el Consejo ha decidido aplazarlo, aplicando no obstante las máximas medidas de seguridad posibles en la calle sin llegar a eliminar las sillas.

De esta forma, se descarta definitivamente que en la Semana Santa de 2022 se pierdan las 1.040 sillas que estaban tachadas del plano. «El año que viene tenemos que volver todos , tenemos que estar todos, no podemos dejar a un número tan grande de personas fuera después de los dos últimos años sin cofradías», afirmó Vélez en declaraciones a este periódico. En el Ayuntamiento, además, conocen el planteamiento del Consejo de Cofradías para posponer algún año más la aplicación del plan de seguridad y no pondrá objeciones teniendo en cuenta las circunstancias.

No obstante, la junta superior, que afronta su última Semana Santa antes de las elecciones, que tendrán lugar en 2022, es consciente de que tarde o temprano la reestructuración de la calle Sierpes se debe llevar a cabo. Todo estaba a punto para afrontarla ya este próximo año después de meses de estudio, y la decisión de posponerla tiene una argumentación de índole sentimental por el regreso tras dos años de vacío de las cofradías. Numerosas familias se verían en la situación de negociar quién pierde las sillas o cómo se las reparten o personas mayores o incluso con movilidad reducida que se verían condenadas a ver los desfiles procesionales por la televisión al no poder deambular por las calles.

Mientras tanto, el Consejo seguirá trabajando para que, llegado el momento de afrontar la eliminación de estas sillas, los abonados puedan ser reubicados en otras zonas de la carrera oficial. Aquí entra en juego un problema que es el hecho de que no existe un registro fiable que determine la antigüedad de los abonados para aplicar un criterio de este estilo. En cualquier caso, cuando se aplique la reforma, la asignación de nuevas sillas en la carrera oficial para los que sean reubicados se hará por sorteo.