Tan cerca... y tan lejos

No obstante, cuando se trata de recoger o transportar enfermos y personas mayores de un punto a otro o trayectos para la carga y descarga, lo cómico se convierte en una pesadilla y entra en juego la pregunta de «¿cómo se puede llegar a...?». He aquí la respuesta.

De Castilla al Cachorro

En Triana, la peatonalización de San Jacinto ha provocado que puntos que están muy próximos el uno del otro, sea una auténtica quimera alcanzarlos montado en un coche. Uno de los ejemplos es el de llegar desde la calle Castilla —a la altura de la parroquia de la O— al ambulatorio o a la iglesia del Cachorro. Con el cambio de sentido de la calle Castilla, tiene dos opciones para hacerlo, y ambas un caos, sobre todo si no se maneja por la zona. Opción A: Recorra la calle Castilla para llegar a San Jorge, Altozano, Pureza, Troya, Pagés del Corro, Clara de Jesús Montero, vuelva a alcanzar la primera parte de la calle Castilla, Ronda de Triana y calle Odiel. Opción B: cuando llegue al Altozano, cruce el Puente de Triana, Reyes Católicos, Marqués de Paradas, Plaza de Armas, cruce el Puente del Cristo de la Expiración, Chapina y Ronda de Triana. Dos puntos que están a 400 metros, realmente están a más de 3 kilómetros en coche.

De San Gonzalo al Altozano

Triana tiene otro ejemplo paradójico con motivo de la peatonalización de San Jacinto. Y es que para llegar del Mercado de San Gonzalo al Altozano, donde antes simplemente era cruzar la calle San Jacinto recorriendo 700 metros, ahora hay que desviarse por Pagés del Corro, Clara de Jesús Montero, entrar por Castilla, San Jorge y llegar al Altozano. Son 1,8 kilómetros.

De Barqueta a Baños

Éste es un verdadero quebradero de cabeza para los vecinos y personas que acuden a esta zona del centro, viniendo desde la Barqueta, Alamillo o la Pasarela. Y es que para poder entrar por Baños, al no existir una rotonda partida a la altura de Alfonso XII y la estación de autobuses de Plaza de Armas, la opción legal es ir por Torneo, Arjona, cruzar el paso soterrado, entrar por Reyes Católicos —un semáforo que casi siempre se encuentra atascado por este motivo—, Marqués de Paradas, Plaza de Armas y, ya por fin, usted ha logrado hacer el cambio de sentido y entrar a la calle Baños. La opción a la que muchos recurren, y que es ilegal, es dar la vuelta en la estación de autobuses. Las personas que frecuentan esta zona de la ciudad reclaman la instalación de esta rotonda partida, que solucionaría todos estos problemas.

Llegar a San Juan de la Palma

Ya en el centro, el verdadero núcleo laberíntico de la ciudad, uno de los lugares de más complicado acceso es San Juan de la Palma y el inicio de la calle Feria. Si usted pretende acceder a esta zona desde fuera del casco histórico lo tiene fácil: calle San Luis, Peñuelas, Doña María Coronel y Gerona. Pero la cosa se complica cuando quiere acceder a esta zona desde Amor de Dios o la Plaza de San Andrés. Antes del Plan Centro, la calle Don Pedro Niño era dirección calle Amparo y podía entrar a esta zona por el Pozo Santo, Jerónimo Hernández, Santa Ángela de la Cruz y Espíritu Santo. Hoy no es así. Para poder llegar de un punto al otro, debe ir por Cervantes, llegar a San Martín, Alberto Lista, Conde de Torrejón y llegar a la calle Feria. Desde allí, y en dirección a Omnium Sactorum, debe bajar la calle Feria y girar a Relator, hasta llegar a San Luis. De allí, San Marcos, Socorro, San Román, Peñuelas, Doña María Coronel, Gerona, Espíritu Santo y finalmente, después de mucho sofoco, ha llegado a su destino. A todo esto, el GPS se habrá vuelto loco.

La calle del Infierno (Feria)

Continuando en la calle Feria, una de las zonas más complicadas para el tráfico, nos encontramos con otro caso paradigmático. Dos calles paralelas, Feria y Guadiana, que andando no se tarda ni un minuto, en coche mejor ni lo cuente. Desde que se hizo la obra de la Alameda y se impidió acceder desde Calatrava a Peris Mencheta, la única zona que tiene de entrar a Guadiana es: calle Feria, Relator, San Luis, Castellar, Alberto Lista, Conde de Torrejón, Marco Sancho, Niño Perdido y Peris Mencheta. De 20 metros, su GPS le habrá marcado 2 kilómetros.

La calle Feria tiene, para más inri, otro problema de tráfico, si quiere alcanzar la calle Torneo y no tener que dar la vuelta por Don Fadrique y la Facultad de Medicina. El laberinto es llegar a Relator, Faustino Álvarez, Bécquer, Vib Arragel, Calatrava, Reposo, Yuste, Santa Clara y Guadalquivir.

Teniendo en cuenta que el centro, desde que el anterior Gobierno municipal activó el plan de restricción, está dividido en cuatro zonas, los siguientes ejemplos, con esta configuración, no deben tenerse en cuenta, aunque es una circunstancia que viven día a día miles de transportistas: de Plaza Nueva a Plaza de San Francisco o del Duque a la Encarnación. El primer ejemplo, dos zonas contiguas, que para acceder de una a otra debe dar la vuelta entera por la Ronda Histórica. El segundo, ya que el giro de la Campana es ilegal, la única forma legal de llegar es salir por Alfonso XII, coger la Ronda y entrar por Escuelas Pías.

Éstos son sólo algunos ejemplos de un laberinto cuya única salida es la reordenación de las calles.