La Catedral de Sevilla abre el baúl de los tesoros ocultos

La visita empieza en el trascoro . Aquella zona, por su configuración amplia, sirve desde hace años como espacio expositivo en las muestras que ha ido acogiendo la Catedral. El Cabildo ha querido que, durante todo el año, unos expositores muestren las piezas más desconocidas que no suelen estar a la vista. En este primer semestre de 2022 , con motivo del 75 aniversario del patronazgo de la Virgen de los Reyes y los 350 años de la canonización de San Fernando, en unas vitrinas se puede admirar parte del ajuar.

Entre otras piezas, se pueden contemplar tejidos bordados para ornamentos litúrgicos o sayas, zapatos, trajes del Niño que están sacados de vestidos regalados por María Luisa de Parma o la Reina Isabel II. Cada dos meses, se expondrá también uno de los mantos de salida de la Virgen de los Reyes. Actualmente, se puede contemplar el blanco de los castillos y leones. También se encuentra el armiño del Rey San Fernando y la medalla de la Virgen que suele lucir la imagen del santo en el Corpus.

Todo se ha hecho a coste cero. Las dificultades económicas por las que ha pasado el Cabildo Catedral tras la supensión de la visita cultural durante dos años por la pandemia no ha impedido que se sigan acometiendo mejoras de mantenimiento, conservación y exposición de los enseres. Y el resultado no ha podido ser más espléndido.

Entre los fines del Cabildo, además del culto con siete misas diarias, está la conservación de su patrimonio y la actividad cultural, que es la que enriquece y permite las dos anteriores, así como financia también las restauraciones en los templos de toda la Archidiócesis. Este año, el freno económico que ahora se va levantando y que incluso ha permitido ya eliminar el ERTE en el que se encontraba la plantilla, apenas dejará espacio para una gran obra de restauración, que será la parroquia del Sagrario , que ha necesitado dos millones de euros.

Pese a ello, en este tiempo se han acometido otros trabajos que han ido completando una labor que, en el último lustro, ha permitido recuperar todo el esplendor de la Catedral y, ahora, exponer esos tesoros que no suelen estar a la vista. Junto a la puerta del Sagrario, se encuentra ahora el Pendón de San Fernando , expuesto sobre una vitrina en horizontal que, además de mejorar la conservación, permite su observación completa. Se ha mejorado la iluminación de casi todas las capillas, que son visitables y permiten ver de cerca sepulcros restaurados como el del arzobispo Gonzalo de Mena o cuadros de primer nivel como ‘El bautismo de Cristo’ de Murillo , en la capilla bautismal; los zurbaranes y el mausoleo de Diego de Deza en la de San Pedro; la capilla del Pilar o la reforma de la de San Andrés . En esta última, donde se encuentra el Cristo de la Clemencia, se han reubicado las lápidas funerarias, se ha recuperado el banco corrido y se ha ganado amplitud para la contemplación del crucificado de Martínez Montañés.

Pero, más allá de las naves, catedralicias, la Seo ha ido recuperando zonas que no estaban transitables donde se han ido colocando piezas del tesoro oculto. En la zona renacentista, junto a la Sacristía Mayor -donde ahora aparece la custodia de Arfe en el centro y con la plata reluciente tras la limpieza llevada a cabo para la exposición ‘Pange Lingua’-, se encuentra el patio del Mariscal . Desde allí se accede ahora a una pequeña sala, conocida como ‘ Hipóstila’ , que hasta hace unos años estaba cerrada y sólo se podía ver a través de un cristal, donde había una pequeña vitrina. Hace tres años, se reabrió para que los visitantes pudieran disfrutar de la arquitectura renacentista de diseñó Hernán Ruiz y, además, se han colocado unas pinturas extraordinarias que se encontraban en los almacenes.

En la Contaduría Baja, se han reformado los expositores que se diseñaron en los años 20, de forma que se ha ganado en amplitud y se pueden contemplar las puertas renacentistas. En el centro de la sala se ha colocado una vitrina con el sagrario de Luis Baladier, que es el que se coloca en la Capilla Real el Jueves Santo. Alrededor, se pueden ver los cálices, copones y demás elementos litúrgicos que tiene la Catedral. Piezas de oro y piedras preciosas que son algunas de las joyas más importantes del patrimonio religioso. También se encuentra allí la corona de oro de la Virgen de los Reyes . Recientemente, además, se ha colocado presidiendo la sala una pintura de un crucificado de Sebastián de Llanos que también estaba guardado. Asimismo, en el Pabellón Ecléctico , que sirve de acceso a las visitas individuales, se encuentra, entre otras obras, el San Fernando que pintó Murillo con un QR que enlaza con un cómic para niños. Este mismo material didáctico se está diseñando por parte de los hermanos Díaz-Cantelar para las esculturas de las Santas Justa y Rufina.

El Plan Director que tiene en marcha la Catedral y que se ha visto afectado durante la pandemia contempla la restauración de la cara norte de la Giralda -la última que queda-, que aún no tiene fecha. Sí se está llevando a cabo el mantenimiento de las portadas de la Catedral .