Begoña Barrera: La cantera escribe la historia

¿Y qué lleva a una chica tan joven a dedicar su vida al estudio de la historia contemporánea? En este caso, hay una clara influencia familiar . Su madre es catedrática de Filología Hispánica y su ejemplo ha sido determinante para que naciera en ella la devoción por las Humanidades y para que buscase en la Universidad el lugar en el que realizarse.

El mayor reto de su vida académica y, a la vez, el más gratificante es en el que se encuentra inmersa actualmente. Forma parte de un circuito internacional de investigación de primera línea, con un proyecto europeo titulado «Beyond Stereotypes: Cultural Exchanges and the Romani Contribution to European Public Spaces» y que agrupa a investigadores polacos, británicos, finlandeses y españoles. Este proyecto, un sueño para cualquier investigador de este ámbito, permite a Begoña compaginar dos de sus pasiones: viajar e impartir clases en la Universidad de Sevilla , su segunda casa. No obstante, aquí es donde ha realizado todos sus estudios superiores, la antigua licenciatura de Historia del Arte, un máster de especialización en Historia Contemporánea, otro de Formación de Profesorado para Secundaria y Bachillerato y, finalmente, un doctorado en Historia Contemporánea.

A pesar de su corta edad, esta sevillana es bastante prolífica y así se deduce de su extensa bibliografía que cuenta con una monografía que se deriva de su tesis doctoral «La sección femenina (1934-1977). Historia de una tutela emocional» (Alianza Editorial, 2019). Una monografía titulada «María Laffitte. Una biografía intelectual» (Editorial Universidad de Sevilla, 2015), así como más de una decena de artículos científicos publicados en revistas de gran relevancia dentro de su disciplina.

Su objetivo actualmente es exprimir todas las oportunidades que ofrece el proyecto en el que está implicada, «aprender al máximo de la experiencia y poder dar respuesta a los problemas que mi grupo ha formulado colectivamente», afirma. Pero como la mayoría de los investigadores jóvenes de su generación, una de sus metas es consolidar una situación laboral estable en la Universidad.

Sobre cómo imagina esta investigadora la Sevilla del futuro, declara que «es una ciudad poco dada al cambio. La deseo más abierta a lo nuevo y más cosmopolita . Es una ciudad muy celosa de sus costumbres y de sus tradiciones».