La batalla entre aficionados ultras de la que se libró Sevilla

El miércoles, sobre las ocho de la tarde, en varios puntos de Nervión, la Policía localizó a una treintena de ellos en distintos establecimientos. Trataban de camuflars e entre la hinchada del equipo húngaro que se enfrentaba con el Betis al día siguiente. Pero muchos de ellos están identificados por los policías españoles porque ya habían viajado durante el pasado verano con motivo de la Eurocopa 2020.

Poco antes de que se neutralizara a esos hooligans de Ave Silesia , por redes sociales se colgaba una foto de ellos anunciando que estaban buscando biris por Sevilla. Se les relacionaba con la hinchada del Ferencvàros húngaro , pero en realidad eran los aficionados polacos buscando a sus rivales. Ésa fue una de tantas pistas que fueron dejando a los agentes de la brigada de Información, que con ayuda de los antidisturbios de la UIP, consiguieron abortar la pelea.

Este grupo de radicales polacos se definen como nacionalistas de derechas . Son habituales en su grada mensajes en contra de la inmigración, sobre todo en las últimas semanas con la crisis migratoria que se vive en la frontera que separa ese país con Bielorrusia.

En 2013 varios de sus integrantes resultaron heridos en una pelea con aficionados sevillistas tras un partido disputado en el Sánchez Pizjuán. Además, cinco de ellos fueron detenidos por agredir a la Policía. Fueron condenados a un año de cárcel aunque la sentencia les llegó estando en libertad en su país.

Aquel año se encendió la espita de la irracionalidad . Los españoles habían conseguido llevarse como si fuera un trofeo varias banderas de las que despliega el grupo polaco en la grada. Lo siguiente fue posar con ellas y colgar las fotos en redes sociales a modo de desafío.

Desde entonces, las peleas de ambos grupos se han reproducido en distintos países. No sólo en aquellos lugares donde viaja el Sevilla FC sino también la selección española. En 2015, el escenario fue Manchester donde jugaba el equipo sevillano con el City. Los hooligans polacos fueron a buscar a los sevillistas a la zona de ocio donde estaban concentrados. Las imágenes recorrieron todo el continente: las sillas de varias terrazas usadas como armas arrojadizas y una enorme violencia que puso sobre aviso a las policías europeas, que desde entonces vigilan de cerca los movimientos de los hooligans polacos , los cuales no dudan en cubrir miles de kilómetros simplemente con el único objetivo de protagonizar peleas.

En 2017, en la ciudad inglesa de Leicester, siete miembros de los Biris fueron arrestados por participar en una pelea contra aficionados del equipo local. Pero la Policía localizó entre los participantes a hooligans del Slask. En el trabajo de Información de las policías europeas, monitorizar las redes sociales de estos grupos es clave para conocer sus movimientos. También en algunos casos se han infiltrado agentes para saber cómo se organizan, su capacidad real de movilización y con qué recursos cuentan. A la treintena de aficionados expulsados del país, los agentes le requisaron palos de grandes dimensiones . El objetivo estaba claro.