Los bares sevillanos, a punto de colgar el «no hay billetes» para este fin de semana

Prácticamente no hay una mesa libre en ninguno de los establecimientos que tienen terraza fuera para cenar en todo el fin de semana. Sólo queda alguna a partir de las once de la noche. Como han hecho franjas horarias ya que sólo se permite estar sentado durante hora y media, algunos empiezan a hacer reservas desde las ocho de la tarde. Y sólo para el tercer turno, en torno a las 11 de la noche, queda algo.

Está ocurriendo tanto en restaurantes del centro como en los barrios. Sobre todo en los que hay junto a barrios con zonas ajardinadas. Ni en los locales del Parque de María Luisa o el Parque de los Príncipes ni en otros similares hay forma de hacerse con una reserva para este fin de semana.

Es algo que el sector, muy castigado desde que se decretó el estado de alarma por la crisis sanitaria, ha acogido con alegría. «Estábamos deseando abrir después de dos meses con ingresos cero» . El presidente de los hosteleros, Antonio Luque, asegura que es una buena noticia que los sevillanos «estén acudiendo a nuestros negocios con responsabilidad» y respetando protocolos y distancia social. «El sevillano nos está ayudando en un momento delicado», dice. 

En cualquier caso, el lleno no es más que un alivio para una situación muy dura ya que se espera que en los próximos meses cierren 1.500 bares de los más de 4.000 que hay . De momento, hay unos 1.000 abiertos los que la próxima semana podrían sumarse otros 900 que abrirán en la fase 2. Pero muchos no volverán a abrir.

Porque llevan más de dos meses sin facturar y aguantando el coste de los locales y muchos con un ERTE. Han perdido la temporada alta: Semana Santa, Feria y en general la primavera ya que, como recuerda Luque, estos meses suponían entre el 40 y el 50 por ciento de la facturación anual. Además los más afectados serán los del casco antiguo , que viven del turismo y que difícilmente remontarán sin turistas, algo que tardará.

Mientras eso ocurre, es probable que los establecimientos de los barrios sí que hagan más caja con el público de la zona. «Nos alegramos de que muchos negocios de los barrios vayan a tener una pronta recuperació n pese a que donde antes había diez veladores ahora haya cinco». dicen. Pero cada vez hay más clientela y eso siempre es bien recibido por los empresarios del sector.

Sin embargo algunos han preferido esperar a las próximas fases y ser cautos. Es el caso del grupo La Raza (propietario de seis restaurantes en Sevilla además de servicios de catering) que esperará al menos hasta la fase 3 porque el mercado aún no les ofrece confianza. José Ignacio de Rojas, uno de los propietarios del conocido grupo analizará las condiciones del mercado y tendrá en cuenta también que en Sevilla julio y agosto son meses malos incluso cuando, en condiciones normales, hay turismo. Y este año será aún peor porque lo que la mayoría está aún haciendo números antes de ver si podrá abrir.

Rojas advierte de que lo que está ocurriendo con el lleno de los locales estos días se debe a una especie de «situación burbuja» y cree que estos llenos se deben a que hay pocos establecimientos abiertos y éstos están al 50 por ciento. «Alguno ha abierto sin hacer un estudio y hay que tener en cuenta que los que tenemos mucho personal en cuanto damos de alta alguno del ERTE se empieza a pagar lo que un paso en falso puede ser un desastre, dice. Además recuerda que, en cuanto se abra la posibilidad de ir a la playa, Sevilla quedará vacía y más este año sin turismo. «Algún compañero abrió y ya piensa en volver a cerrar. Hay muchas variables en un mercado nuevo e inédito. Es difícil acertar», dice. Algunos lo intentan.