En el banquillo: La Caixa en las Atarazanas
Cargos
Se acusa a la Junta de Andalucía y, concretamente, a la consejería de Cultura, de haber entregado las Atarazanas al dinero y a la política catalana, dándole las espaldas a las iniciativas locales para reflotar el viejo arsenal del Arenal.
Fiscal
Verán, señores del jurado, en esta entrega sonrojante y sumisa de las Atarazanas a la política cultural y al dinero catalán por parte del gobierno andaluz se ejemplifican dos impotencias. Una de la sociedad civil sevillana, incapaz de hacerse oír, ganarse la consideración y el respeto de una administración decididamente antihispalense empeñada en ningunear a la ciudad desde los cargos políticos más relevantes. La otra, la impotencia presupuestaria de la Junta con la ciudad y uno de sus espacios históricos más relevantes, que ha ido quemando proyectos para las Atarazanas desde los ochenta a nuestros días por falta de voluntad política.
Sumen esas dos impotencias y obtendrán el total que explica las razones por la que todo un gobierno autónomo le entrega a una entidad financiera ajena a los intereses andaluces uno de nuestros espacios patrimoniales más emblemáticos. Ni el dinero sevillano, ni el andaluz que podría representar la primera Caja andaluza, han sido llamados ni escogidos para un proyecto como este. ¿Por un instante se imaginan ustedes al Museo Naval de Barcelona en manos de Unicaja?
Ni han sabido ni han querido dejar a las Atarazanas en manos andaluzas y sevillanas. Ahora serán gobernadas por los intereses culturales, políticos e ideológicos de una entidad que, lógicamente, estará más cerca de los deseos del Palacio de San Jaime que de Monsalves. Solo nos queda ver a Rovira o algunos de los suyos muñiendo un ciclo antitaurino en las Atarazanas en pleno mes de abril. O sirviendo de escenario político para el suave desembarco en Andalucía de las ideas catalanistas menos integradoras e igualitarias. Setenta y cinco años dan para esto y para más. Como para verla convertida en la embajada de Cataluña en Andalucía.
Fue la sociedad civil sevillana la que dio la voz de alarma sobre un edificio medieval que Cultura había dedicado a palomar. Es esa sociedad civil la que, desde ya, la Junta acaba de apartar de un proyecto que, en los últimos tiempos, fue una clara apuesta sevillana. Ahora lo es catalana porque la Junta así lo ha querido y el dinero local y andaluz lo han permitido. Por su escasa vocación autonomista pido, desde aquí, la condena de esta sumisión política de la Junta de Andalucía.
Defensa
Yo creía que esta clase de argumentos que emplea el señor fiscal eran más bien propios de ciertos aberchalismos ideológicos. Pero me doy cuenta de que aquí, tan alejado e insensible a determinados enconos políticos, también detectamos el aberchalismo hispalense. Y una buena muestra de ese aberchalismo hispalense lo acaba de dar nuestro querido fiscal. Déjeme que le aplauda su pose.
Pero la verdad, señores del jurado, el aplauso hay que dárselo a la Caixa. Mejor dicho, a su brazo cultural CaixFórum. Porque, hasta el momento, desde que el viejo arsenal fue abrigo de proyectos de escasa voluntad política, han sido los únicos que han llegado y han puesto por delante más de veinte millones de euros para restaurar tan magnífico escenario. Todo lo demás, todo lo que desde la Junta se vendía como alfombras persas era solo y exclusivo bla, bla, bla, bla político y electoral. Mentira podrida. Antes de hablar, el colonialismo catalán que usted denuncia con arrebato decimonónico ya ha garantizado la reconversión del palomar multiusos en la gran sede cultural del sur de España de la Caixa. Abran los ojos: la Caixa dejará en Sevilla gran parte del ahorro que consigue de sus clientes andaluces. Algo que ninguna otra caja andaluza o sevillana ha podido hacer.
Pero hay más motivos para seguir aplaudiendo la inteligente decisión de la Caixa. Si no se hubiera producido, las Atarazanas se comerían esta legislatura y tres más siendo el palomar más visitado del mundo mundial. Es verdad que la sociedad civil sevillana ha ayudado a sensibilizar la situación. Es verdad que la prensa, la política municipal y la Fundación Atarazanas han luchado por el arsenal alfonsí como nunca antes se había hecho. Y que de alguna forma ha empujado a la Junta a tomar una decisión que nunca la Administración, en crisis y con presupuestos políticamente jerarquizados, iba a tomar. Por eso, yo si creo que la noticia es muy buena para las Atarazanas, también para Sevilla y para esa Fundación local que ha luchado por poner en valor el arsenal con proyectos propios, ideas locales y esfuerzo sevillano. Esa Fundación, cien por cien sevillana, va a estar representada en el futuro proyecto Atarazanas. Por lo que no veo por ningún sitio razón alguna para su arrebato anticolonial.
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