El Ayuntamiento de Sevilla gasta casi tres millones al año para reparar daños por vandalismo

Las cifras no han terminado nunca de estar definidas, pues son variables y proceden de diversas partidas, pero sólo los destrozos en instalaciones deportivas, contenedores de basura, papeleras y daños a autobuses o marquesinas de las paradas suponen algo más de dos millones de euros, cantidad superior a lo que se tiene que emplear cada año en Parques y Jardines para restauración de elementos vandalizados de esos espacios.

Los recintos e instalaciones deportivas son uno de los principales focos de vandalización, aunque suelen llamar menos la atención al no afectar a patrimonio artístico o histórico, siempre más alarmante. El Instituto Municipal de Deportes (IMD) destina al año unos 400.000 euros a reparar los daños provocados en el casi centenar de recintos de los que dispone, en cuyo 20% se producen desperfectos según las estimaciones de los últimos ejercicios. Ahí se engloban daños de consideración, pero también un sinfín de pequeñas reparaciones, pues prácticamente todas las instalaciones del IMD sufren actos vandálicos en mayor o menor medida a lo largo del año. La mayoría de los recintos deportivos tienen cerramiento, pero ni siquiera así. Se han llegado a robar redes, canastas o porterías, además de romperse puertas, ventanas, falsos techos o elementos de los vestuarios.

No escapan a los efectos del incivismo, por supuesto, los parques de la ciudad. En el área de Parques y Jardines no logran precisar del todo cuánto les cuesta al año el vandalismo, pero se estima que en torno al 35% de su presupuesto anual se destina a reparar sus efectos y se destaca que todos los proyectos de rehabilitación que se acometen son, en realidad, para paliar los efectos de ese salvajismo contra el patrimonio. Éste abunda en los jardines históricos, como el Parque de María Luisa o los Jardines de Murillo, principales focos de destrozos que van sucediéndose y que generan un gasto aproximado de medio millón de euros anuales .

En los jardines históricos los destrozos son más difíciles de paliar al afectar a piezas de valor muy difíciles de reponer, al no elaborarse como las originales. Pero tampoco parques ubicados en zonas más alejadas del centro se ven libres de este fenómeno, debiéndose invertir bastantes euros en zonas verdes como Miraflores o Amate para bancos, papeleras o columpios perjudicados. A estos destrozos se suman los daños a las instalaciones de agua, rotura de tapas, el robo en cuadros eléctricos, y, por supuesto, el robo de plantas.

En los últimos meses, según los datos a los que ha tenido acceso ABC, ya se han debido invertir 140.000 euros entre la Glorieta de Ofelia Nieto (por el incendio intencionado el pasado verano), la Glorieta de Cervantes y la Glorieta de Más y Prat. En próximas semanas se sacará un pliego para los Jardines de Murillo por un importe aproximado de 60.000 euros, mientras que los actos vandálicos de los últimos días en el Parque de María Luisa requieren un presupuesto no inferior a los 60.000 euros, especialmente por el derribo del anaquel del monumento a Bécquer. Con respecto a las esculturas de la Glorieta de la Concha, los basamentos serán reparados con personal propio y se ha pedido asesoramiento de una empresa especializada para determinar cómo levantarlas y determinar, si no existen daños severos, cómo volverlas a colocar. El daño sobre el patrimonio vegetal más relevante ha sido la rotura de numerosos cipreses, recientemente plantados para restituir los setos incendiados en la Glorieta de Ofelia Nieto.

Ante todo este panorama y a raíz de los últimos acontecimientos, sobre todo por el destrozo en la Glorieta de Bécquer , el Ayuntamiento ha presentado una denuncia para que la Policía Nacional investigue los continuos actos vandálicos que se registran en el Parque de María Luisa . Unos ataques que para el Consistorio son constitutivos de delitos contra el patrimonio histórico-artístico. No en vano los gamberros se están cebando con uno de los espacios monumentales de la ciudad y foco de atracción de visitantes de primer orden. En este sentido, según ha podido conocer este periódico, se sospecha que pudieran ser actos vandálicos no aislados sino organizados , a tenor de la coincidencia en fechas y horas y los enclaves escogidos. Los datos recabados apuntan en esa dirección.

El Consistorio confirmaba que se han registrado más ataques, algunos de ellos a espacios que acababan de ser arreglados tras haber sufrido el paso de los vándalos. En enero se iniciaban los trabajos de plantación de 40o cipreses en la plazoleta en honor a Ofelia Nieto después de que un pirómano provocara dos fuegos que destrozaron la vegetación del entorno durante el verano. Apenas tres meses después de esa obra se han repetido los actos vandálicos. A raíz de todo esto, se ha solicitado autorización a la Delegación del Gobierno para la instalación de cámaras de seguridad . Al tratarse de un recinto público, la toma de imágenes está muy restringida. Si se autoriza, se colocaría sistema de videovigilancia en este parque y en el de Murillo. Esa inversión se incorporaría al nuevo contrato para el servicio de vigilancia de parques y jardines de la ciudad, que tiene un presupuesto de licitación de 1,6 millones y una duración de tres años, con posibilidad de prórroga de dos más.