El Ayuntamiento de Sevilla denuncia a la Policía los continuos ataques vandálicos en el Parque de María Luisa

ABC publicaba la semana pasada los destrozos que se habían ocasionado a unos maceteros que hay cerca de la fuente de las ranas y las pintadas realizadas sobre la estatua de la infanta María Luisa. Los daños habían sido descubiertos por un vecino que había entrado al recinto a primera hora del Domingo de Ramos. El Consistorio ha confirmado este martes que se han registrado más ataques, algunos de ellos a espacios que acababan de ser arreglados tras haber sufrido el paso de los vándalos.

El delegado de Transición Ecológica y Deportes, David Guevara , ha confirmado a través de una nota que se han registrado daños en las glorietas de Ofelia Nieto y de Cervantes o en el monumento a Bécquer. El pasado mes de enero, se iniciaban los trabajos de plantación de 40o cipreses en la plazoleta en honor a la soprano después de que un pirómano provocara dos fuegos que destrozaron la vegetación del entorno. Apenas tres meses después de esa obra se han repetido los actos vandálicos.

El Consistorio ha solicitado autorización a la Delegación del Gobierno para la instalación de cámaras de segurida d. Al tratarse de un recinto público, la toma de imágenes está muy restringida. Si se autoriza, se colocaría sistema de videovigilancia en este parque y en el de Murillo. Esa inversión se incorporaría al nuevo contrato para el servicio de vigilancia de los Parques y Jardines de la ciudad de Sevilla que tiene un presupuesto de licitación de 1.616.747 euros y una duración de tres años, con posibilidad de prórroga de dos más. «Con este nuevo contrato pretendemos mejorar de forma sensible la seguridad en nuestros parques históricos, pero también prestar servicio en aquellos repartidos por todos los barrios de la ciudad, para tenerlos en las mejores condiciones posibles y evitar también en lo posible los actos vandálicos», ha explicado Guevara.

El citado contrato está en fase de licitación y sustituye al que se rescindió recientemente después de que la empresa adjudicataria del servicio dejara de pagar a los vigilantes.