Archivo gráfico de ABC de Sevilla
#ArchivoABCsev: Fotografías del archivo de ABC: Un paseo por balcones sevillanos desde los años 30
La única pena de este recopilatorio tan florido es que el color de las protagonistas queda a la imaginación del lector
Laura Liñán
Es muy sencillo distinguir la imagen de una ventana, balcón o terraza de nuestra tierra y uno de alguna ciudad del norte, y más aún de alguna fachada centroeuropea. El clima, la luz de España, y concretamente de Andalucía, propician el fenómeno que hoy ... recogemos en este serial histórico cumpliendo a su cita puntual de cada viernes.
Noticias relacionadas
Venimos a hablarles de una tradición y costumbre que forma parte
del ADN de lo que denominamos «sur» y que marca la estética de nuestras calles, plazas y rincones . Y que además coincide con los que mostramos con más orgullo a los que viven lejos de aquí. ¿Puede haber algo más sencillo y que a la vez defina de un vistazo a Andalucía que un balcón lleno de macetas? Es algo inconfundible y que lleva adornando nuestras casas desde tiempos inmemoriales.
De hecho, la jardinería y la dedicación a las plantas comenzó en la edad antigua. Los persas y los griegos cultivaban hierbas aromáticas y medicinales, además las floristerías eran muy conocidas en la antigua Grecia . Entonces era comunes los ramos de jacintos, rosas, violetas, lilas, narcisos , e incluso las mujeres las empleaban como complemento para el cabello. Más tarde, en la época romana ya eran famosos los patios cordobeses , los mismos que actualmente se han convertido en un reclamo turístico internacional . Además, las flores no se utilizaban sólo como elemento ornamental, sino también como alimento. Los pétalos de una gran variedad de flores eran muy cotizados gastronómicamente.
Caminando por la historia sevillana
Paseando por Sevilla los colores de sus balcones explotan en las retinas . Y las culpables de esta maravilla estética nos son familiares a todos, aunque más por su nombre de pila que por el botánico. Las plantas y las flores tienen sus propios alias y muchas veces son producto de la sorna andaluza . Lo que sucede por ejemplo con la variedad llamada popularmente «lengua de suegra». Por lo general, y sobre todo en primavera, gitanillas, claveles y geranios inundan las fachadas haciendo un contraste idílico de colores entre el blanco, el albero, el verde oscuro de las rejas y el ladrillo.
Este viernes nos asomamos al archivo fotográfico de ABC de Sevilla como si lo hiciéramos a un balcón de los que nos interesean hoy y recogemos las instantáneas que nuestros fotógrafos han ido capturando a lo largo de la historia. La más antigua de todas corresponde a un lugar que se reconoce al momento. ¿Quién no se ha enamorado de este rincón de la judería de Sevilla? Ángel Gómez Gelán tomó esta imagen de la calle Judería en 1930. Enclave que a pesar de haber pasado casi cien años de la foto, por fortuna, sigue intacto.
Datada justo veinte años después de la primera imagen que hemos recuperado del archivo, nos topamos con esta otra también inconfundible y tomada a pocos metros de allí. ¿Cuántas pinturas y láminas han visto con este encuadre que corona La Giralda?
Es totalmente lógico que estos transeúntes, fotografiados en la década de los 50, se detuvieran a contemplar la estampa en la que no faltan los balcones repletos de macetas.
¿Qué plantas han adornado a lo largo de la historia los balcones andaluces?
Según la conservadora del Real Jardín Botánico de Córdoba, Carmen Jiménez, «hay una variedad inmensa de plantas que dan la flor, como son los geranios y gitanillas , que pertenecen al género Pelargonium. Y otras muchas se han introducido en los últimos 10 años, como el geranio chino enano o el de olor ». Esta especialista en botánica asegura que la diversidad de los tipos de plantas ha aumentado y que en la actualidad podemos encontrar en los patios cordobeses hasta 200 variedades . Las nuevas corrientes han hecho hueco a las petunias, calibrachoas, surfinias de un llamativo color morado, o algunas menos frecuentes como los « pendientes de la reina» .
El miedo al vacío u «horror vacui» se representa en esta fotografía de la trianera calle Castilla, tomada en 1966. En una misma barandilla, correspondiente a la vivienda del número 82, vemos dos niveles de macetas de las que brotan un sin fin de flores. No dudamos que quizás fuera la envidia de la calle, sobre todo en primavera.
Cruzamos el río y seguimos nuestro romántico recorrido buscando jazmines y buganvillas por el entorno del Mercado de la calle Feria. La siguiente parada la hacemos en la calle Divina Pastora, y este derroche de naturaleza en el número 37 nos hace detenernos. La fotografía está tomada en el año 1966, y estamos seguro que entonces vivía allí alguien verdaderamente mañoso con las plantas. Como se ve en la imagen, con las ramas formaba arcos emebleciendo la fachada del edificio.
Siguiendo con las nociones teóricas de la conservadora del Real Jardín Botánico de Córdoba, nos centramos en otras plantas que forman parte de nuestro patrimonio y que ocupan un lugar muy importante en la historia de nuestros balcones: son las llamadas «bulbosas», que florecen en el mes de mayo y que son muy típicas. Narcisos, jacintos, palmiras, helechos, apidistras o la costilla de Adán, que últimamente causas furor en las revistas de decoración . Quizás por el nombre no las conozcan pero al verlas son inconfundibles. Por otro lado está la begonia, o también llamada «siempre viva» que florece todo el año , y a la azalea, cuya flor dura mayo y de octubre. Entre las más resistentes también encontramos las portulacas, con su flor naranja, que sobrevive al calor para vestir de primavera el otoño.
Durante el confinamiento ha crecido el afán por hacer nuestras casas más agradables decorándolas con macetas y flores
De un tiempo a esta parte, y más durante el confinamiento que nos ha tocado vivir en este 2020, el gusto por decorar nuestros hogares con plantas y macetas con flores se ha multiplicado. Al vernos obligados a pasar mucho tiempo sin salir de casa, ha aumnetado el afán de hacer de ella un sitio más agradable y acogedor. De hecho, no fueron pocos los que hicieron lo que estaba en su mano para traer guiños de la naturaleza a sus casas , aunque no tuviesen ni balcón ni terraza, cualquier rincón era apropiado.
Así las cosas, proliferaron las tiendas online que llevaban plantas a domicilio (como el anuncio de la calle Alhóndiga de la derecha) y los negocios de barrio que antes no las vendían las colocaron en su puerta como reclamo. También encontramos que aquellos que no han podido comprar plantas nuevas ha aprovechado el confinamiento para multiplicar las que ya tenían. Sacando esquejes de las «plantas madre» que tenía en casa ha conseguido multiplicar el número de macetas. Un entretenimiento divertido y enriquecedor sin hacer dispendios en el bolsillo. Tiempo atrás, era común acercarse al antiguo mercadillo ambulante de la plaza de la Alfalfa para comprar macetas y flores , como hace este joven en esta fotografía del año 1978.
Lo bueno de las plantas
Si hay plantas hay vida. Es por ello que llenamos nuestras casas «de verde» y nuestras terrazas de macetas. Manuel Pardo, doctor en botánica especializado en Etnobotánica explica que, «al igual que hablamos de animales de compañía, tenemos plantas de compañía» . Secunda la idea de que las plantas nos da vida y son algo más allá de un adorno: «Tener plantas incrementa nuestro bienestar, las tenemos cerca y no son algo estático y de decoración, las vemos crecer». Desde el punto de vista psicológico son muy beneficiosas. Además son buenos recuerdos, puede que nos hablen de personas y «nos traigan» a aquellos que ya no están, como sucede con las abuelas. También son un regalo de buenos deseos, como sucede con la planta del dinero, que la tradición dice que no debes comprártela, que la debes recibir de regalo.
En todo este hobby o placer por las plantas también influye el arte y el talento. Sin lugar a dudas la maestría y destreza de los dueño de los balcones sevillanos se aprecia paseando . El cuidado y la dedicación que se emplea en mantener vivas y mimadas estas plantas hacen que el resultado sea espectacular desde hace muchos años. De hecho, quienes las cuidan todo el año hacen que florezcan también en octubre. La única pena de este recopilatorio tan florido es que el color de las protagonitas queda a la imaginación del lector , por ponerle alguna pega, si es que la tienen, las fotografías en blanco y negro.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete