#ArchivoABCsev: ¿Desde cuándo la Feria de Sevilla tiene un cielo de farolillos?

Ya está todo preparado . En un poco más de un día volantes y los lunares serán los protagonistas de esta semana en la que gran parte de los sevillanos se trasladan al Real de la Feria de Sevilla, en Los Remedios. La anhelada Feria de Sevilla 2022 vuelve esta semana tras dos años de espera y comenzará mañana por la noche.

La Feria de Sevilla destaca, sin lugar a dudas, por la explosión de color que invade el recinto donde se celebra. El amarillo del albero junto al rojo, blanco y verde de las casetas, los trajes de flamenca de las mujeres, las flores que adornan el cabello… Se puede decir que la primavera estalla en color y alegría esa semana en Sevilla .

Y ¿qué elemento es clave en las calles de este Real? Los farolillos que adornan el cielo, el techo de la casetas y que se encienden cada noche sobre nuestras cabezas. Este sencillo, pero vistoso ornamento comienza a instalarse en los cables de las calles del real la semana anterior a que se celebre la feria. Es una pena que en muchas ocasiones la lluvia los estropee, tal y como ha pasado este 2022. Un chaparrón del martes previo a la Feria tiró al suelo los primeros que colocaron, trabajo doble para aquellos que los colocan y mima la decoración del recinto al detalle.

A lo que íbamos, indagando hemos descubierto que la primera vez que la Feria se vistió de farolillos fue en el año 1877, con motivo de la visita de la Reina Isabel II.

Hasta finales del siglo XIX la estética de la Feria no fue uniforme , de hecho, cada caseta tenía un estilo propio elegido a su antojo. Las autoridades pensaron que era oportuno dar un aspecto más ordenado a la fiesta con motivo de la visita real y encargaron el diseño al pintor Gustavo Bacarisas. Éste se inspiró lámparas chinas y creó el farolillo que conocemos hoy en día.

La idea fue muy celebrada, sobre todo a partir de 1883, año en el que llegó el suministro eléctrico gracias a la Compañía Sevillana de Electricidad, que sustituyó al gas. Pero no fue hasta 1983 cuando se reguló en una ordenanza municipal el uso obligatorio de este adorno.

El autor del elemento que hoy nos atañe, es uno de los pintores que fijaron la imagen de la Feria de Sevilla y cuyas obras han quedado para la historia. Gracias a estos artistas, en la actualidad podemos conocer cómo fueron los inicios de la Feria, ya que es una fiesta que ha ido evolucionando con los años. Nombres como García Ramos, Cabral Bejarano o Bacarisas contribuyeron a crear una iconografía que pervive hasta en los carteles de la primavera actuales.

Una de las obra más significativas que atesora el museo de Bellas Artes sobre la Feria de Abril es el óleo «Sevilla en fiestas» de Gustavo Bacarisas. El pintor de origen gibraltareño es, en gran parte, artífice de la Feria tal como hoy la conocemos puesto que las pañoletas son creación suya, al igual que el diseño de los farolillos. Los sevillanos le debemos a este artista gran parte de la decoración que caracteriza la Feria.

Tal y como versa la información que brinda la pinacoteca sobre este lienzo, «Bacarisas presenta probablemente la mejor versión moderna y la más universal de la feria sevillana, a la vez que supone un canto a la belleza y la gracia de la mujer andaluza. Capta la atención el foco colorista del centro que destaca la majestuosidad de las tres mujeres ataviadas con vaporosos trajes de faralaes, mantillas y abanicos. En cambio, difumina los laterales, en los que de manera abocetada y en penumbra, pueden distinguirse una serie de personajes populares».