#ArchivoABCsev: Tal día como hoy, 30 de abril, se inauguró la primera Feria de Abril en Los Remedios
Guía de la Feria de Sevilla 2025: fechas, casetas, plano, toros y todo lo que tienes que saber
Sevilla
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Iniciar sesiónEl barrio de Los Remedios acogió la Feria de Sevilla por primera vez en el año 1973 . Tal día como hoy, 30 de abril pero de hace exactamente 50 años, los sevillanos estrenaban recinto ferial en otro enclave de la ciudad. Ese año hubo dos ... cambios importantes: la feria se trasladó a Los Remedios y ésta se celebró en el mes de mayo, entre el día 1 y el 6. De este modo los sevillanos vieron doblemente revolucionada su semana de farolillos. Años después nos hemos acostumbrado, muchos no hemos vivido la Feria del Prado, pero hoy en día hay abuelos y abuelas que miran la feria de Los Remedios como algo novedoso , con nostalgia de la familiaridad de la originaria. Al igual que ha sucedido en ediciones posteriores, aquel 1973 la inauguración del Real fue el día 30 por la noche , para que siguiera la tradición de ser la «Feria de Abril» propiamente dicha, y comenzó a las 21:00 horas con lo que hubiera sido hoy en día «la noche del Pescaíto».
La Feria del Prado
Para hablar de la historia de la Feria de Abril de Sevilla antes debemos recordar la primera de todas (que no es la más antigua de Sevilla, dicho sea de paso, ese cargo lo ostenta la de Mairena del Alcor). La que se conoce universalmente como la Feria de Abril de Sevilla se inauguró el 18 de abril de 1847, en el Prado de San Sebastián y contaba con 19 casetas .
Si bien, el motivo de su celebración en los inicios es muy distinto al de hoy en día: era una feria ganadera . Dos concejales de fuera de Sevilla, el regidor y primer conde de Ybarra, José María Ybarra (nacido en Bilbao) y Narciso Bonaplata (de Barcelona) decidieron poner en marcha una feria de compraventa del ganado. El objetivo era facilitar a los agricultores sevillanos la adquisición de ganado para las faenas agrícolas sin que tuvieran que desplazarse a las ferias de otros lugares.Tal y como señala José María de Mena en su libro «Historia de Sevilla» (Ed. Plaza&Janes), «gracias a los buenos oficios del diputado Don Fermín de la Puente y Apechea, amigo de Ybarra, se consiguió que la reina Isabel II ordenase su dictamen y firmase su aprobación». El historiador también señala que «hubo una fuerte oposición por parte de las ciudades que tenían ferias y que se consideraban perjudicadas, principalmente Carmona y Mairena», pero finalmente pudo celebrarse por primera vez en 1847. «La concurrencia de forasteros el primer año no bajó de 25.000 personas y dejaron en Sevilla 400.000 duros, una fabulosa cifra para la época», asevera Mena.
Como emplazamiento se le asignó el Prado de San Sebastián. Concretamente en una explanada abandonada donde nadie quería edificar por ser el lugar más lúgubre de Sevilla, concepto que luego cambio por completo. El rechazo inicial era porque allí se ubicaron dos cementerios : el de San Sebastián y el de Los Pobres, y por otro lado, también había estado el quemadero de la Santa Inquisición, lugar en el que perecieron muchos sevillanos. Señalan los cronistas de la época que al principio el público se resistió a acudir a tan tétrico lugar pero que en poco tiempo la Feria fue un éxito . Los vendedores de ganado, para resguardarse del sol, construyeron tiendas de campaña de lona, que pasados unos años vinieron a llamarse «casetas» , como las conocemos hoy en día. Y las calles originarias también tenían nombres de torero, de hecho, el Real de entonces ya contaba con vías denominadas «Joselito el Gallo» y «Juan Belmonte», nomenclaturas que siempre han existido.
¿Por qué cambió de ubicación?
El fin para el que fue creada la Feria de Abril se fue modificando con los años. Pasado un tiempo la cita ganadera fue evolucionando a fiesta de índole social. Parece ser que ya entonces empezó a primar aquello de «a la Feria se va a ver a ser visto». La curiosidad por la famosa celebración animó a las señoritas sevillanas a acudir al Real en coches de caballos. La Feria pasó de ser un simple mercado de reses a convertirse en una distracción, y las casetas un lugar de encuentro para invitar a las amistades, cantar y bailar. En esta tónica, el Prado de San Sebastián se quedó pequeño y se pensó en Los Remedios para el nuevo emplazamiento.
Se decidió este cambio porque el terreno de Los Remedios es mucho más amplio que el del Prado de San Sebastián. Al Prado se le rompieron definitivamente las costuras por el desarrollo natural de la ciudad y del propio festejo. Aquella Feria íntima sólo queda en el recuerdo de algunos sevillanos. De cualquier forma, pasan los años y la Feria parece cada vez querer más y aunque en cada edición acoge un millar de casetas, este número está limitado desde hace tiempo ante la imposibilidad de instalar más.
El nuevo barrio
La construcción de Los Remedios comenzó en 1937, en plena Guerra Civil, siendo alcalde de la ciudad Ramón de Carranza . El edil decidió poner en marcha un proyecto que llevaba diez años paralizado por tramas burocráticas. En 1927, el arquitecto García Mercadal ideó un barrio con gran paseo arbolado en el centro como pulmón verde y calles amplias a los lados. Más tarde éste se tildó de «disparate urbanístico», así que se adaptó a la filosofía urbanística y al tráfico rodado de la época. De este modo, Los Remedios se construyeron sobre los terrenos de las huertas del antiguo convento que llevaba el mismo nombre, de la Huerta del Níspero, del Cortijo de la Tía Pepa y de la Hacienda del Diablo . El nuevo proyecto dio lugar a un barrio cuyo plano lo forman un entramado de calles, la mayoría con nombres de vírgenes, que parten de Plaza de Cuba y la avenida República Argentina de manera perpendicular.
La historia de Los Remedios es muy reciente, por lo que son escasos los detalles históricos del barrio, pero sin duda, su historia está marcada por la que hoy nos atañe. Al final de otra de las vías vertebradoras del barrio, la calle Asunción, se encuentra el solar que en 1973 comenzó a ser el Real de la Feria de Abril, el enclave que alberga la que para muchos es la ciudad efímera más bella del mundo. Desde esta fecha, en varias calles que también tomaron el nombre de toreros, Sevilla celebra su fiesta más alegre, vistosa y universal.
La inauguración del nuevo Real
Como mencionamos al principio, el estreno del nuevo recinto en Los Remedios, por el alcalde Juan Fernández, se fijó a las nueve de la noche del 30 de abril , para «vivir unas horas abrileñas», publicó este periódico. Ese 30 de abril trajo la lluvia a Sevilla, que aguó en la visita de la reina Doña Sofía, por entonces princesa.
Paco Palacios, «El Pali», se convertiría pronto en cronista de la nostalgia del Prado en sus sevillanas , como la del antiguo pianillo que en aquella Feria de 1973 fue portada en ABC. Casi desvencijado, y cansada su manivela por tantas y tantas bodas y bautizos en corrales de vecinos, pero siempre entrañable con sus sones. Como recoge la fotografía de la derecha, extraída del archivo de ABC de Sevilla, al menos se le pudo ver el primer año de la Feria de Los Remedios.
El cambio de ubicación propició pasar de medio centenar de casetas a 630, ocupando un total de 64.000 metros cuadrados . En la actualidad, el terreno ha sido ampliado hasta los 275.000 metros cuadrados y alberga más de mil casetas. Personajes de la farándula, reyes, políticos y demás personalidades han visitado a lo largo de su historia el Real de la Feria atraídos por su estética y la alegría que la caracteriza. En los últimos años, se ha convertido en un auténtico reclamo para el turista.
Una curiosidad
La calle Ignacio Sánchez Mejías del Real de la Feria de Abril puede presumir de ser la única del recinto de Los Remedios que contiene parte de la Feria del Prado de San Sebastián. Y es así porque los adoquines del carril de tráfico proceden de las antiguas calzadas originales del lugar donde se celebraba esta semana de festejos hasta el año 1972.
En 1973 se celebró por vez primera la Feria en el actual recinto al suroeste de la ciudad, quedando el Prado como zona de aparcamientos y para instalaciones efímeras -con un importante grado de degradación- hasta comienzos de los años 90.
Con la ampliación del actual recinto ferial, ejecutada en 1983, se ganaron las manzanas cercanas al Club Mercantil y el Club Náutico, que se vertebran en torno a la calle Ignacio Sánchez Mejías. Para esas nuevas vías se usó el asfalto clásico, con alquitrán, que nunca llegó a gustar, no sólo por la estética sino por el calor que desprenden aprieta el sol. Por ello, con motivo de la reurbanización del Prado en 1994, el Ayuntamiento sevillano decidió reutilizar el suelo de adoquín que se estaba levantando. Las montañas de adoquines fueron trasladadas a Los Remedios y se colocaron como nueva calzada de Sánchez Mejías. Sólo en esa calle, por tanto, tienen los auténticos adoquines de la vieja Feria de Abril.ASAS
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