Entrevista
«¿Que los andaluces hablamos con 25 vocales? Hay libros que lo dicen pero sólo son disparates»
El filólogo y catedrático sevillano Antonio Narbona alerta contra la relajación de algunos sonidos combinado con la rapidez en la dicción
Jesús Álvarez
El filólogo sevillano Antonio Narbona ha sido catedrático de Lengua Española en la Universidad de Sevilla hasta su jubilación. Fue también profesor de otras universidades (Autónoma de Madrid, Extremadura y Córdoba) y actualmente es académico correspondiente de la RAE en Andalucía y miembro ... de la Academia de Buenas Letras de Sevilla. En 2010 recibió el Premio Fama de la Universidad de Sevilla a la trayectoria investigadora, en la rama de «Artes y Humanidades» y es Premio Andalucía de Investigación de la Junta de Andalucía (2011). Es autor de numerosas publicaciones y de varios libros, entre ellos, «El español hablado en Andalucía» y «Las hablas andaluzas» . Antonio Narbona lleva cincuenta años estudiando el habla andaluza y teme que no se pueden desarraigar algunos tópicos sobre el andaluz y su forma de hablar.
¿Cuáles son las diferencias más importantes entre el habla andaluza de ahora y la de mediados del siglo XX?
La diferencia fundamental es que el 90 por ciento del léxico de esa época ha desaparecido. Y lo ha hecho porque ha desaparecido de Andalucía esa realidad que había hace setenta años. ¿Para qué vamos a reconocer las partes del arado romano si ya no hay arado? La gramática, que es fundamental, no se puede entender sin la prosodia, que es la clave del habla andaluza. Si yo digo «¡Anda que ha tardao mucho en dejarla!» significa exactamente lo contrario, que ha tardado poquísimo en dejarla.
¿El andaluz bien hablado es tan musical como el castellano de Valladolid?
Los americanos dicen que el castellano es muy duro pero no se refieren al andaluz. Pero no quiero entrar en la musicalidad de unas hablas y otras porque es muy subjetivo y a cada uno le parece la suya la mejor. La entonación, la prosodia y el ritmo son muy variados. Y uno de los peligros del habla andaluza es la relajación o distensión fonética. Acabo de escuchar en la playa de Málaga a una persona decir: «¡Levoyapegaunviae!». Le he entendido («le voy a pegar un viaje»), pero la j la ha eliminado por completo.
Hablamos tan rápido que a veces incluso a un andaluz le cuesta entender lo que dice otro andaluz.
Esto es cierto y está demostrado que hay una relación entre el ritmo de la dicción y la relajación de los sonidos. Y si esa relajación acaba en la pérdida total estamos complicando mucho la recepción del mensaje.
¿En Canal Sur se habla un buen andaluz?
En general, creo que sí. Es un andaluz muy aceptable. Hay profesionales que sesean y eso está perfectamente admitido. Son muchos menos los que cecean y hay muchos distinguidores.
El habla andaluza es una de las variedades del español más estudiadas, quizá la segunda después de la mejicana. Sin embargo, su proyección social es muy baja.
Prácticamente nula y es una cosa que habría que corregir. «El español hablado en Andalucía» es el título de uno de mis libros y el nombre de mi grupo de investigación. La proyección de los libros rigurosos es nula, mientras que los librosque carecen de rigor tienen más proyección. Hay uno que se titula «El idioma andaluz» que sostiene que el andaluz no tiene nada que ver con el español por las 25 vocales que usamos los andaluces en nuestra vida diaria. ¿Es cierto? Claro que no. Es un disparate pero es posible que ese libro se se lea más que el mío, que ya lleva trece ediciones.
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