Altadis en Sevilla tendrá un centro de oficinas para empresas en primera línea del Guadalquivir

Durante la intervención no desveló si las oficinas estarán alojadas en el edificio Cubo, que en su día albergó los servicios centrales de la planta tabaquera, o en las construcciones vecinas que se mantendrán, pero sí que «será un modelo diferente y único en Sevilla», tanto por la localización como por las excelentes vistas . Esta oferta está destinada a atraer a empresas de primer nivel que puedan ubicar sus sedes o delegaciones en tan exclusivo enclave.

Para el desarrollo el inversor cuenta con un equipo de arquitectos de fama internacional, como el japonés Kengo Kuma , que ha asumido la rehabilitación del Cubo. Una de las características singulares de su diseño es que concibe la planta baja del inmueble como una plaza abierta y pública . Sobre la misma se alzará el resto de la edificación que mantendrá la estética, destinándose a distintos usos, entre ellos un espacio cultural.

Junto a este equipamiento se levantará el hotel de cinco estrellas , con capacidad para 225 habitaciones que gestionará la cadena Mandarín Oriental . De sus planos se encarga ya Carlos Ferrater , que es Premio Nacional de Arquitectura y que ya ha construido otro hotel que gestiona esta cadena, concretamente el de Barcelona.

El alojamiento no tendrá vistas al Guadalquivir, salvo en sus plantas más altas , pues se eleva por encima del resto de los edificios. Eso sí, estará enclavado en un parque, que «también es un modelo único que no existe en Sevilla». «Éste está llamado a ser uno de los hoteles más importantes de España», dijo Josep María Farré.

«Todo el conjunto quedará encajado en un jardín y estará abierto al barrio, que al fin tendrá una salida natural al río», aseguró. Ese es el gran valor del proyecto, según dijo, porque toda la zona ha quedado excluida de la ribera, cerrada al paso por negocios y clubes sociales. La única vía que queda son los terrenos de Altadis, que han permanecido 14 años abandonados contribuyendo a esa separación entre los vecinos y el río.

El primer cambio que apreciarán los ciudadanos, continuó el empresario catalán, será el derribo de la vejar que separa el recinto de la calle Juan Sebastián Elcano. Una vez que esa pared caiga, «el paseo será permeable con una gran cantidad de espacios públicos que se ganarán para la ciudad». Ese paseo va desde los propios jardines, que se recuperarán por completo, hasta la ribera, con un sendero fluvial y la plaza pública en la planta baja del edificio Cubo.

En total se van a crear cuatro hectáreas de zonas verdes, las tres del conjunto fabril y la que se construirá en los Jardines de la Cigarrera, al otro lado del puente del Los Remedios, con la que tendrá continuidad. Del diseño paisajístico de Altadis se encarga el sevillano Guillermo Vázquez Consuegra , que ha sido recientemente galardonado por su trabajo en el parque Magallanes, situado también a pie de río.

La tercera salida de este desarrollo será hacia el Casco Histórico mediante una pasarela peatonal que lo conecta con el Palacio de San Telmo y la Puerta de Jerez. El ingeniero francés Michel Virlogeux , especializado en puentes atirantados, será su autor y trabaja bajo la premisa de generar el menor impacto visual posible al estar situada frente a una zona monumental y muy próxima a los otros dos enlaces, el de San Telmo y el de Los Remedios.

La inversión ronda los 200 millones de euros a desarrollar en tres años y podría empezar a ejecutarse este mismo 2022 si el trámite avanza a buen ritmo como hasta ahora. Esa rapidez en el procedimiento, que ha precisado de un cambio puntual del PGOU que ya ha se ha aprobado inicialmente , fue destacada por Rosa Madrid, quien recalcó que «el diálogo entre las instituciones permite que todo fluya». La directiva de CBRE consideró esta manera de actuar como «un aviso a inversores de que las cosas en Andalucía funcionan», como dijo durante la jornada, que sirvió también de encuentro entre los promotores de los dos proyectos más importantes que se han planteado en la ciudad, el propio Josep María Farré con Altadis, y el presidente del Puerto de Sevilla, Rafael Carmona , con el distrito portuario.