La SE-40, la última deslealtad institucional de Pedro Sánchez con Sevilla

Lo ocurrido el pasado jueves con la ministra en funciones Raquel Sánchez, refleja el quebranto de las buenas formas entre instituciones. La titular de la cartera de Transportes puenteó al alcalde de Sevilla y se reunió con el presidente de la Diputación y secretario general del PSOE de Sevilla, Javier Fernández, para anunciar a última hora de la tarde a través de los medios oficiales del ente provincial que en 2024 se licitará el proyecto y la obra del puente de la SE-40, que cumple con los criterios medioambientales y que estará operativo en 2028, entre otras infraestructuras. Luego, usó un acto orgánico del PSOE, con el exalcalde y actual secretario general andaluz, Juan Espadas, para criticar las políticas en materia de juventud de Juanma Moreno, y donde habló de la cancelación del vuelo Sevilla-Madrid, sin aclarar qué ocurrirá.

La ministra llegó a Sevilla en funciones. Es decir, obvió esa condición para adelantar ya cuál será una hoja de ruta pese a que la investidura aún no se ha producido. Y lo hizo, además, sin pisar el Ayuntamiento de la cuarta ciudad más grande de España, poniendo de interlocutor a un hombre de partido para anunciar una infraestructura que el alcalde ha pedido a gritos y que el propio PSOE ha abandonado en los cinco años que lleva en el Gobierno.

Otro de los ejemplos de la deslealtad política que manifestó esta semana la ministra Sánchez fue la de anunciar plazos de ejecución de una obra que no cuenta ni siquiera con el aval del informe de impacto medioambiental y para la que su departamento ha dado la callada por respuesta ante las alegaciones presentadas por la sociedad civil, representada por los arquitectos, los constructores y los ingenieros de caminos, además de los ayuntamientos afectados, el Puerto y la Junta de Andalucía.

Casi todos ellos ponen en duda que el viaducto que cruzaría el Guadalquivir entre Coria y Dos Hermanas superaría el trámite medioambiental. Sin embargo, el Ministerio considera ya ese trámite cosa del pasado al afirmar con rotundidad que esta alternativa -en contraposición al desechado túnel- es «la solución óptima por su impacto medioambiental y su versatilidad, ya que su explotación requiere un menor consumo de energía que las alternativas en túnel y permite la movilidad activa».

Obvia, de este modo, la más que probable afectación a la base del Copero, del Ministerio de Defensa, que no presentó alegación alguna pese a que los expertos consideran que pone en serio riesgo el tráfico aéreo y el radar que allí se ubica. También elude citar el conflicto que crearía a la navegabilidad del Guadalquivir, el impacto visual y a la avifauna por la proximidad a Doñana.

Además, el Ministerio, a través de la Diputación, trató de poner la pelota en el tejado de las instituciones críticas con el proyecto, a las que ni siquiera ha respondido sus alegaciones, exigiendo a «todas las administraciones y sectores» que «eviten bloqueos» al mismo.

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El caso más paradigmático de esta deslealtad institucional con los gobiernos del PP fue el día en que se celebró el 30 aniversario de la puesta en marcha del AVE Madrid-Sevilla en 2022. Al acto convocado por la ministra Raquel Sánchez fue invitado Juan Espadas pero no Juanma Moreno. Cinco años antes, siendo presidente del Gobierno Mariano Rajoy, al acto del 25 aniversario sí acudió Susana Díaz como presidenta de la Junta.