San Pedro y la Concepción de Osuna, banderas de la Muestra de Dulces de Conventos

Osuna, la preciosa Villa Ducal, es muy protagonista en esta edición. Su convento de carmelitas de San Pedro y su monasterio de la Purísima Concepción de concepcionistas franciscanas son este año la bandera de una Muestra que es sinónimo de calidad en los productos que se utilizan, y de elaboraciones artesanas, algunas innovadoras y otras con siglos de antigüedad.

El Convento de carmelitas de San Pedro, en la Calle Cristo, que fue completamente reformado en los primeros años de este siglo porque los edificios estaban en ruinas, alberga hoy día una comunidad de diez religiosas, nueve de Colombia y una española, Sor Patrocinio. Estas religiosas antes se dedicaban al bordado y desde 2009 hacen dulces como medio de vida, pero la priora sor Carmen dice que, además marcan pañuelos, hacen zurcidos y velas de bautizo. Esta es su tercera exposición y a ella enviarán como novedad los exquisitos roscos de vainilla, junto a las tortas de ajonjolí, trufas, yemas, magdalenas, pestiños con azúcar y canela y bizcochos rellenos de chocolate de 500 gramos. En el torno venden, además, magdalenas sin azúcar y sin lactosa, bizcochos rellenos de 900 gramos, ochíos y bizcochos pardos, típicos de Osuna, pestiños de miel y de azúcar y canela, y por encargo dulces sin azúcar y sin lactosa, brazos de gitano de cacao y de vainilla y pastitas de avellana. Los delantales de estas monjas tienen un escudo con el membrete Obrador de Nazaret y tanto la Virgen como San José y el Niño Jesús están representados con gorros de cocineros. Ahora están arreglando y ampliado el cementerio que tienen en el mismo convento y que estaba en muy malas condiciones.

En la calle Sevilla se ubica el torno del monasterio de la Purísima Concepción de concepcionistas franciscanas que hace años tenían una tintorería, hasta que heredaron la receta de los famosos bizcochos marroquíes de Écija cuando acogieron a las concepcionistas franciscanas de esa ciudad que tuvieron que cerrar su monasterio.

Unas veinte monjas forman esta comunidad que además acogió a las religiosas de Fuente del Maestre de Badajoz. Diez son de Tanzania, tres de Kenia, entre ellas dos postulantes. Sor María Dolores, que lleva 40 años en el convento, veinte de ellos como abadesa, es de Madrid, sor Manuela es de Osuna, sor Maritza, de Costa Rica, sor Encarnación de Córdoba, y sor Beatriz, de 93 años, es de La Albuera, de Badajoz, y llegó a Osuna desde la comunidad de Fuente del Maestre, como sor Dulce Nombre, nacida en ese mismo pueblo.

Las concepcionistas franciscanas hacen durante todo el año los exquisitos bizcochos marroquíes, de merecida fama y rosquitos fritos. También en Semana Santa elaboran torrijas y en la temporada del membrillo dulces de esta fruta como carne de membrillo. Este último año han hecho 200 kilos. También hacen jabón de glicerina de tocador y jabón con aceite y caustica para lavar.

Por primera vez desde que se organiza la muestra, este año faltarán a la cita del Alcázar las mercedarias de la Encarnación, también de Osuna. Han decidido no acudir porque son pocas y venden sus dulces a los turistas que visitan el museo de su convento, tras visitar la Colegiata. Estas delicias son trufas, yemitas de San Ramón Nonato, roquitas de chocolate, bartolos, parecidos a los pestiños, bocaditos de anís, tortas de limón, tortitas sevillanas con almendra, almendrados, bolitas de coco, perrunillas y tropicales.