La reforma de la Plaza Nueva incluirá merenderos y recuperará su aspecto historicista

Se trata de una obra que tiene un coste de 4 millones de euros y con un plazo de ejecución de 18 meses, divididos en dos fases, la primera de ellas en la zona central de la Plaza Nueva. Es posible que se pueda llevar a cabo nada más esté adjudicada al no afectar a la Semana Santa, ya que en este tramo se colocan los servicios públicos y las casetillas para los carritos, que se reubicarían.

El principal objetivo del proyecto es reordenar la plaza a través de sus elementos. En primer lugar, se rescatará el espacio central como zona de encuentro y estancia, recuperando su dimensión original manteniendo como elemento concéntrico la estatua de San Fernando. Sus dimensiones pasarán de los 88x49 metros actuales a los 105x59,5, recobrando las dimensiones que poseía antes de la llegada del tranvía. Se ampliarán las alfombras de mármol de los frentes este y oeste en unos 7 y 10 metros respectivamente, y los laterales norte y sur en unos 6 metros.

Se restaurarán las dos superficies de encintados de mármol blanco, gris y rojo, que enmarcan las áreas de pavimentos de chino lavado que están decoradas con formas y escudos como el del Real Betis Balompié. Todo eso se conservará, pero se cambiará el mármol. Éste ha sido el principal problema a la hora de redactar el proyecto, ya que el objetivo es que el nuevo material siga teniendo el mismo brillo y color, pero que no resbale, y evitar así las múltiples caídas al convertirse aquello en una pista de patinaje cuando llueve, lo que ha provocado accidentes graves y serias indemnizaciones por parte del Ayuntamiento. La Gerencia de Urbanismo ha encontrado un mármol con 'resbaladicidad C3', que es el que pide la normativa, y que mantiene la apariencia actual aunque requiere de una adecuada conservación para no perder sus condiciones.

En la zona periférica, alrededor del pavimento de mármol, verá reducidas sus dimensiones y se dividirá en dos zonas. La primera y adosada a las fachadas, a modo de acerado, se pavimentará con piezas cuadrados de características similares al andén del Ayuntamiento, que se conservará. La segunda zona, a modo de carril de circulación, pavimentada con adoquines de granito gris en marcados en grandes cuadros con encitado de granito rosa, de forma similar al entorno de la plaza Virgen de los Reyes donde se ha constatado su resistencia al paso de vehículos.

Como diseño historicista, se recuperarán unos merenderos con pérgolas de forja con toldos, como la que tuvo la Plaza Nueva en su parte central a principios del siglo XX como kiosco de la música, un lugar de estancia para los ciudadanos. Estos espacios tendrán unas dimensiones de 38 y 74 metros de longitud y 5 metros de anchura, divididos en dos tramos en los laterales norte y este.

También se recompondrán las príncipales líneas de árboles, completando las líneas de plátanos y naranjos, trasplantando algunas palmeras que no mantienen la simetría. En cuanto a los parterres que están en los frentes norte, sur y oeste, se mantendrá el bordillo de granito y el cerramiento metálico, pero se propone ser más riguroso con su composición interior, dotándolos de uniformidad, y evitando la imagen de secarral que tiene actualmente.

Los quioscos se mantendrán en las posiciones actuales y se eliminarán los actuales bancos de piedra con madera casi podrida. Habrá dos modelos: en el interior de la plaza, manteniendo la imagen existente, se repondrán los bancos de fundición pintados en gris forja y orientados hacia la estatua. En la zona ampliada del espacio central, sustituyendo a los citados bancos de madera, habrán bancos dobles, robustos, que resistan al paso del tiempo y con un diseño nuevo acorde al entorno -de piedra caliza y respaldos de hierro forjado-, instalados en la línea del arbolado, con tratamiento antigrafiti.

Se eliminará también el pavimento de chino de los alcorques y se colocará un cubrealcorque ya utilizado en zonas como la plaza Virgen de los Reyes, y que son de acero galvanizado. Se instalarán dos fuentes de agua potable sustituyendo a las existentes, de acero galvanizado; se respetarán los marmolillos de piedra; y se colocarán papeleras de polietileno. La parada de taxis quedará ubicada en la misma posición actual y se eliminará uno de los apeaderos del Metrocentro que no tiene uso.

Por último, se recolocarán las farolas para que queden de forma simétrica y para que tengan la misma altura, conservando los modelos existentes. También se dotará de iluminación artística tanto la estatua de San Fernando -que actualmente carece de ningún tipo de alumbrado- como la fachada del Ayuntamiento.

Para completar la ordenación de la Plaza Nueva, se desplazarán y simplificarán los elementos de mobiliario urbano, como las marquesinas o la estación de bicicletas y del Sevici, los soportes publicitarios y los carteles, que se encuentran abarrotados los ángulos noreste y noroeste, convirtiéndolos en un verdadero obstáculo.

Según informan fuentes municipales a ABC, una vez quede reformada la plaza no volverá a albergar estructuras como las que se instalan para ferias o para los servicios de Semana Santa, que además que afectan al pavimento, rompen con la monumentalidad del entorno.