Sevilla
Radiografía del estudiante extranjero en Sevilla
La Hispalense tiene estudiantes en programas de movilidad de 38 nacionalidades diferentes
La Universidad de Sevilla cuenta con un 17% más de alumnos extranjeros que en el curso pasado

La radiografía de los estudiantes extranjeros que escogen Sevilla como destino para su intercambio resulta cada vez más difícil de descifrar, pues la capital hispalense está de moda entre los estudiantes foráneos. En cuanto a los programas de movilidad, la Hispalense cuenta con alumnos ... de 38 nacionalidades diferentes en el presente año escolar. La mayoría de ellos son europeos que vienen a Sevilla como Erasmus. El país que más estudiantes aporta es Italia con 788 alumnos, le sigue Francia con 284 alumnos y Alemania con 247. No obstante, los siguientes de la lista son 188 mexicanos y 144 estadounidenses. Los siguientes países con mayor presencia en programas de movilidad en la Universidad de Sevilla son Polonia, Brasil y Reino Unido con 64, 63 y 62 alumnos, respectivamente. Al otro lado de la lista se sitúan Taiwan, Dinamarca y Letonia con un solo estudiante de movilidad en el campus. La mayor parte del estudiantado Erasmus son mujeres, que representan un 66%.
Eligen el clima
Según fuentes confirmadas por este periódico, cuatro de cada seis estudiantes extranjeros eligieron Sevilla como primera opción a la hora de solicitar destino para su año de intercambio. «Quería ir a España para mejorar mi español y elegí Sevilla basándome en las referencias que había en internet sobre su cultura y el clima», apostilla Daniel Koss, un estudiante de movilidad internacional procedente de Praga, República Checa.
Estudian Filología
La titulación que más vienen a cursar los extranjeros a la Universidad de Sevilla es Filología Hispánica con 366 alumnos de movilidad, entre ellos la mayoría de italianos, franceses y alemanes. La siguiente es Fundamentos de Arquitectura con 186, que es de hecho la más elegida entre los procedentes de México. Psicología se sitúa en tercer lugar con 147 alumnos; seguida de Derecho con 114; Administración y Dirección de Empresas, con 93 y Medicina con 89 internacionales en movilidad ocupan los siguientes puestos.
Las titulaciones con menos presencia por parte de los estudiantes de movilidad internacional son Óptica y Optometría, Odontología, Periodismo y Comunicación Audiovisual o Bioquímica, entre otros, ya que son muchos los grados y dobles grados que tienen sólo un estudiante internacional. Sin embargo, la gran parte de los cursos que cuentan con poca presencia de alumnos de intercambio son másteres como el de Ingeniería Química, el de Ingeniería Agronómica o el máster en Conservación de Bienes, que también cuentan sólo con un internacional de movilidad.
Fiesta en el Centro
No obstante, el problema de la movilidad resulta notable entre estos estudiantes foráneos. Muchos de ellos confirman que no entienden cómo no tenemos durante toda la noche un servicio de transporte público tales como metro o autobús, alegando que esto se convierte en un hándicap cuando quieren salir de fiesta, sobre todo, porque, según ellos, en nuestra ciudad existe la costumbre de que la fiesta empiece muy tarde. «Me encanta Sevilla, pero me resulta muy extraño que al ser una ciudad tan desarrollada la única opción de movilidad que tenga por la noche sea coger un taxi. Yo tengo el piso en Dos Hermanas, por lo tanto me resulta muy caro poder financiar este trayecto si salgo a Sevilla dos días durante el fin de semana», señala Fernanda Pereda, estudiante de Ciudad de México. Normalmente la discoteca que más frecuentan es Utopía, en Marqués de Paradas. En su defecto, se decantan por otros establecimientos ubicados en el Centro de la capital.
Pisos antes que residencia
«Lo que más me impactó cuando llegué a Sevilla fue ver sus calles llenas de naranjos. En mi país hubieran destrozado los árboles, me fascina que aquí se le dé importancia al cuidado y la belleza de las calles», resalta Ana Quiroga, estudiante de intercambio natural de La Paz, Bolivia. Asimismo, muchos de estos universitarios afirman que les encanta el 'carisma' y la amabilidad de los sevillanos.
Un aspecto que también destacan es que los conductores respeten la prioridad del peatón a la hora de cruzar las calles. La mayoría de los estudiantes entrevistados por este periódico han preferido alquilar una habitación en un piso compartido antes que una en una residencia. Declaran que los precios por habitación suelen rondar entre los 300-400 euros, dependiendo de la zona en la que se encuentre el piso, siendo Triana, La Juncal y El Prado los barrios más populares.

Valerio Verce
Valerio Verce es un napolitano de 21 años que llegó por primera vez a Sevilla el 8 de septiembre de 2023 con el programa educativo de la Comisión Europea. El 9 de julio de ese año finalizó su experiencia de intercambio en la capital hispalense. Así, Verce relata que, al aterrizar su avión en Nápoles, no pudo evitar llorar al entender que, si no volvía a Sevilla, perdería parte de su felicidad. Habló con su familia y fue tomado por loco, pero este italiano ya estaba emocionado por sólo pensar que volvería a andar por las calles de Sevilla. El pasado 4 de febrero comenzó una nueva vida en la ciudad del azahar.
Entre risas, Valerio confiesa que, cuando tuvo que escoger su destino Erasmus, estuvo indeciso entre Valladolid y Sevilla: «Llamé a unos amigos que habían estado en España y me convencieron para que eligiera finalmente Sevilla. Aunque el clima tan bueno que hay aquí también fue un factor decisivo para que terminara de decantarme por esta ciudad».
Le sorprendió la forma de ser de los sevillanos, dado que le recordaba en parte al carisma que también tienen los napolitanos. Sin embargo, la limpieza de las calles fue el choque más grande que tuvo al llegar: «En Nápoles las calles no están tan limpias y me impresionó la importancia que le dais al cuidado de vuestra ciudad. De hecho, me quedé sin palabras cuando vi que por la noche había personas que se encargaban de limpiarla».
Presenciar una corrida de toros fue algo inolvidable para este italiano. A pesar de que se identifica en contra de la política taurina, Verce subraya que vivir esa experiencia con un amigo suyo en la Maestranza fue una vivencia difícil de olvidar y, posiblemente, una de las que han marcado su año Erasmus en la ciudad.
La adaptación de Verce fue gradual. El joven indica que lo que más le costó al principio fue adaptarse al idioma. «Antes de venir a Sevilla, empecé a ver series en español en Netflix; concretamente, me enganché muchísimo a la serie 'Entrevías'. Me gustó mucho, pero, claro, hubo un problema: en la serie, los protagonistas tienen un acento madrileño. Yo eso no lo sabía, y cuando llegué aquí, me extrañó muchísimo. Me costaba entenderos porque noté que los sevillanos habláis diferente, más rápido. Por ello, me junté mucho con los compañeros de mi clase, yo no quería tener un acento italiano al hablar español. Ahora estoy orgulloso del acento sevillano que he conseguido», apostilla.
En este marco, Valerio esclarece que durante su estancia de Erasmus siempre ha vivido en pisos de estudiantes. En el transcurso de sus primeros cuatro meses en Sevilla estuvo viviendo en la calle San Lorenzo, después, a la vuelta de las Navidades, decidió cambiarse a un piso con una mensualidad inferior: «Me mudé al Prado, ya que, como es lógico, el alquiler era más barato; pasé de pagar 415 euros a 315 euros al mes. Ahora, que he vuelto a Sevilla con el propósito de quedarme a vivir aquí, me he mudado a Triana, donde pago 380 euros de alquiler por una habitación».
Valerio Verce
Valerio revela que, cuando finalizó su experiencia Erasmus y tuvo que volver a su ciudad, se dio cuenta de «la gran diferencia» que hay entre ambos países, «sobre todo en el tema laboral». «Yo me he graduado en Ciencias del Deporte y, en mi país, en la mayoría de los casos, la gente suele trabajar como entrenador de gimnasio. Lo que pasa es que allí, en Nápoles, casi todo el mundo que trabaja de entrenador no está graduado, sino que se sacan un curso de menor duración. Supuestamente, esto no está permitido, pero allí las cosas en el ámbito laboral son muy diferentes. Por ejemplo, no tenemos salario mínimo, hay menos oportunidad de trabajo y sigue estando muy presente la cultura de trabajar 'en negro'», destaca Verce, al tiempo que resalta que lloró mucho cuando volvió a Nápoles. «La vuelta a mi ciudad me chocó más que cuando vine por primera vez a Sevilla».
La iglesia de San Bartolomé es el rincón favorito de este italiano en la capital hispalense, quien al preguntarle si cambiaría algo de la ciudad confiesa que no. «Al principio hubiera dicho que le añadiría una playa, pero no, porque si no tendríamos muchos más turistas por la ciudad. Además, me encanta Sevilla de todas sus maneras, no creo que le haga falta nada», remarca.
Sin embargo, lo que más le gusta a Verce de Sevilla son sus colores. Admite que le gusta pasear por el Centro, pero, sobre todo, le encanta perderse por las calles de la ciudad y dejarse embelesar por la arquitectura de cada hogar sevillano. «Si tuviera que pensar en Sevilla como un color, diría naranja y amarillo».
Finalmente, Valerio anima a todos los estudiantes a vivir la experiencia Erasmus, haciendo especial hincapié en aquellos extranjeros que estén pensando en escoger Sevilla como su destino: «Que se vengan, que no lo duden. Que no tengan miedo, porque se lo van a pasar muy bien, y si, por lo que sea, no les gusta, siempre pueden volverse, pero que no se queden en el intento. Además, como Sevilla, no hay», concluye Verce.
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