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Se quedan atrapados ocho horas en un tren durante el apagón y se vuelve en un maletero: «Todo era un caos»

Uno de los trenes de Iryo direccón Madrid se quedó sin luz a la altura de Brenes. Uno de los pasajeros narra la angustiosa (y larga) jornada que vivieron hasta ser desalojados

El gran apagón deja a los usuarios atrapados en el interior del metro de Sevilla

Tren Iryo con destino Madrid parado a la altura de Brenes Luis Mesa

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El pasado lunes 28 de abril, un apagón eléctrico sin precedentes colapsó buena parte de las infraestructuras del país, afectando a miles de viajeros. Entre ellos se encontraba Luis Mesa, un periodista sevillano especializado en Eurovisión, que vivió en primera persona una experiencia de ocho horas atrapado en un tren de alta velocidad sin luz, sin comida y sin comunicación, a tan solo unos kilómetros del municipio sevillano de Brenes.

Un viaje Sevilla-Madrid que terminó en medio del campo

Luis había subido al tren a las 12:35 horas desde la estación de Sevilla con destino Madrid. Todo transcurría con normalidad hasta que, alrededor de las 13:30, comenzaron a llegarle mensajes sobre un posible apagón eléctrico. Aprovechó para llamar a su madre, pero de forma repentina perdió la cobertura por completo.

El tren se detuvo completamente a la altura de Brenes, a unos 4 kilómetros del casco urbano, y lo que en un primer momento parecía una avería puntual pronto se convirtió en una larga espera sin explicaciones ni recursos.

Durante las primeras horas reinó la confusión. Los baños se atascaron, y ante la imposibilidad de usarlos, algunos pasajeros se vieron obligados a orinar en botellas. El tren abrió sus puertas, pero no permitió en ningún momento que los viajeros salieran al exterior. Las temperaturas comenzaron a subir y algunas personas empezaron a sufrir sofocones.

Aunque se repartió algo de agua, no había comida disponible a bordo. Tal y como explica Luis Mesa, no es que no quisieran dar alimentos, sino que el tren no estaba abastecido con provisiones. Tampoco era posible enviar la localización del convoy a la central, por lo que la compañía no sabía exactamente dónde estaban.

Personas desalojadas de un tren Iryo en Brenes Luis Mesa

La situación dio un giro inesperado cuando un vehículo de seguridad privada que patrullaba por unos campos de cultivo cercanos detectó el tren detenido y dio aviso a Protección Civil, que a su vez alertó a la Guardia Civil. Se acercó hasta la zona el alcalde de Brenes, y juntos intentaron acceder a los viajeros.

El problema era una valla electrificada que protegía las vías. Nadie del operativo tenía herramientas para cortarla, y tampoco querían hacerlo sin estar seguros de que la corriente eléctrica estuviera desconectada, por temor a sufrir una descarga si la luz volvía de repente. Finalmente, la Guardia Civil logró abrir la valla con una cizalla prestada por un vecino de la zona.

Un agente de la Guardia Civil cortando una valla Luis Mesa

Evacuación a pie hasta Brenes

A partir de las 19:00 horas comenzó un protocolo de evacuación: se colocó una escalera muy alta junto al tren y se priorizó la salida de mayores, embarazadas y niños. Tras ello, el resto de los pasajeros abandonaron el convoy y caminaron durante unos 4 o 5 kilómetros hasta el centro del pueblo de Brenes.

Allí recibieron avituallamiento en la plaza principal y les ofrecieron dos opciones: esperar autobuses para continuar el trayecto a Madrid, o alojarse en el pabellón municipal, que había sido habilitado de urgencia. Entre los pasajeros también se encontraban María del Monte y el vicepresidente del Sevilla FC, Pepe Castro, que fueron de los primeros en salir del tren.

Muchos decidieron quedarse en el pabellón, al considerar que era la opción más rápida y segura. Luis Mesa llegó allí montado en el maletero de una furgoneta, gracias a la ayuda de varios vecinos del pueblo que se ofrecieron a transportar a los afectados.

El parque de bomberos local envió un vehículo con un generador y focos para iluminar el recinto. También se entregaron colchonetas, comida y bebida. «No faltó absolutamente nada. El pueblo estuvo totalmente volcado con nosotros», asegura Luis.

Después de horas de tensión, Luis logró regresar a Sevilla haciendo autostop. Un joven de Pino Montano, que había acudido a Brenes para llevarle comida a su novia, se ofreció a llevarle de vuelta. Finalmente pudo regresar a casa cerca de la medianoche, completando así una jornada que nunca olvidará.

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