Magdalena, sevillana: «Mi obsesión por la limpieza me hizo ser una mala madre»
Acudió al programa 'Y ahora Sonsoles', de Antena 3, para dar visibilidad a estos trastornos y hacer hincapié en la necesidad de ayuda profesional para intentar superarlo
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Sevilla
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Iniciar sesiónEl trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un problema de salud mental que se caracteriza por pensamientos repetitivos que generan ansiedad y conductas que la persona siente que debe hacer para aliviarla. Y cuando el TOC está relacionado con la limpieza, puede llevar ... a comportamientos extremos que interfieren con la vida diaria
Magdalena, una sevillana que convivió durante años con una fuerte obsesión por la limpieza, contó su experiencia en el programa 'Y ahora Sonsoles', de Antena 3. Tal y como anunció la presentadora en el programa del pasado 27 de mayo, «Magdalena tiene un trastorno obsesivo-compulsivo que le destroza la vida; a ella y quien la sufre en su entorno. Siente una obsesión tremenda por la limpieza de su casa. Todo esto la convierte en mala madre, de tanto limpiar y limpiar«.
Este fue el testimonio de Magdalena, una sevillana con obsesión por la limpieza
Cuando apareció en el plató del programa, uno de los testimonios más destacados de Magdalena fue el siguiente: «Si eran las nueve de la noche y yo, por cualquier motivo, no hubiera terminado de limpiar para empezar la cena... 'Por favor, Alfonso, no vengas'. por teléfono. 'Me voy a llevar a los niños a cenar por ahí'. Y se los llevaba. '¿Qué queréis? El burguer, la pizzería...' Y se los llevaba a cenar. Y a mí eso lo que me daba no es pena, sino tranquilidad. Decía 'tengo tiempo, lo puedo hacer como yo quiero y como a mí me gusta; controlándolo todo'«.
Antes, esta sevillana matizó que «nunca he sufrido bullyng ni he tenido problemas, ni con amigos ni con familia, ni en el trabajo en el que estaba. Nunca he tenido problemas y, por eso, no me da vergüenza hablar«. Asimismo, analizando las causas de este TOC, Magdalena recordaba que »de pequeña era muy maniática. Poner las cosas en orden, si había un cuadro torcido lo ponía derecho... Todo en su sitio. Después, me lavaba las manos setecientas veces al día, por lo que en invierno tengo grietas y sangro. Y ya de mayor, cuando conocí a mi marido, que llevamos juntos desde los quince años, a él no le importó«.
Hablando específicamente sobre su problema, Magdalena comentó que «mi TOC es de limpieza y orden en mi zona de confort, en mi casa. Creo que la mía es la única casa en la que hay un cuarto de baño al completo en la entrada. Ya estoy mejor, gracias a Dios, pero entrábamos en casa y nos teníamos que quitar toda la ropa y, los zapatos, a la calle. Ellos iban al cuarto de baño, se duchaban, se ponían ropa limpia y podían hacer lo que quisieran en casa, menos desordenar«. Eso sí, hubo un momento en su vida en el que este TOC comenzó a pasarle más factura, y fue cuando se convirtió en madre. »Me daba asco de todo. Me daba asco limpiarles el culete o si vomitaban. Creo que, entre los dos, tres o cuatro veces los he limpiado, porque encima después les bañaba«, añadió.
Preguntada sobre si había recibido ayuda psicológica, esta sevillana afirmó que «tengo un psiquiatra y una psicóloga. En España, en casi todas las ciudades, hay asociaciones de afectados del TOC. Muchas no tienen ayuda. La mía es 'TOC Hispalis', en Sevilla. Nosotros tenemos tres días semanales, de dos horas de duración, terapia. Y un día al mes, viajes pagados. Convivir con una persona que tenga TOC no es difícil, es lo siguiente«.
Por último, al hilo de la cuestión de recibir algún tipo de tratamiento o ayuda, Magdalena se retrotrajo a su peor época con este TOC, rememorando que «de cuatro y media a nueve era solo la cocina. Ahora mismo, entiendo que para las personas normales les parecerá mucho, pero en una hora u hora y media he terminado la cocina. Eso, para mí, es vida. Ya no solo tengo tres horas más para limpiar, sino para las manualidades, que me gustan mucho. Hay que buscar ayuda, porque por ti solo... Me he llevado desde el año 92 hasta el 2019, que empecé a pedir ayuda, dándole de comer a mi TOC. ¿Cuándo me di cuenta que necesitaba ayuda? Mis hijos se dan cuenta de que no todas las casas son iguales; quieren llevar a sus amigos, pero en mi casa nunca ha dormido nadie de fuera de nosotros cuatro hasta que hace dos años, que mi hijo el mayor trajo a la novia«.
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