El PSOE de Sevilla se opone a su proyecto del barrio del Puerto pese a las mejoras vecinales
Los socialistas votaron ayer en el Pleno en contra del plan que ellos mismos diseñaron y que en septiembre de 2022, cuando todavía gobernaban, calificaron como «un proyecto de interés general»
Fue un Pleno bronco, como de costumbre en estos meses, en el que Sanz advirtió a la oposición de que «al alcalde de Sevilla no se le coacciona»
El barrio del Puerto de Sevilla se desbloquea con más zonas verdes y parkings
El portavoz del PSOE, Antonio Muñoz, durante su intervención en el Pleno de ayer
El PSOE volvió a ayer a rectificarse a sí mismo en el Pleno. Calcaron la estrategia de decir una cosa y luego la contraria sólo por fortalecer su papel opositor al gobierno de José Luis Sanz, aunque ese discurso los dejara en evidencia. Lo ... que ya sucedió en su día con la regulación de las viviendas turísticas –donde votaron que sí y a los meses la rechazaron– se repitió ayer con la modificación del PGOU para desbloquear el Distrito Urbano Portuario, que salió adelante con el voto de PP y Vox. Los socialistas, que cuando gobernaban en septiembre de 2022 dijeron que era «un proyecto de interés general», han virado del apoyo de entonces a la abstención que bloqueó el plan hace casi un año en el Salón Colón y a la negativa tajante en la sesión de ayer. Según su edil Francisco Javier Páez, porque «no se han tenido en cuenta las opiniones vecinales y el proyecto es el mismo». O sea, el suyo, el que hace dos años les valía y ahora no les cuadra.
El delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, les rebatió el argumento con suma facilidad. Esgrimió que en estos meses se han mantenido numerosas reuniones con las entidades de la zona, la última el 3 de febrero, y que fruto de ese diálogo se han sumado «dos glorietas, un espacio libre junto al Parque Guadaira, la humanización de la avenida de las Razas, el aumento de zonas verdes, la apertura hacia el río o la obligación de que el Puerto aporte 2,2 millones en equipamientos», entre otros. Pero al PSOE no le pareció suficiente y se enrocaron en el 'no por el no' para que nada le tirara por tierra su justificación banal. «Se dedican a torpedear esto tan sólo por una pataleta», insistió De la Rosa, que ya sabía por entonces que tendría el apoyo de Vox en la tramitación.
La izquierda seguía empeñada en su idea de que la propuesta seguía siendo la misma que generó su rechazo en marzo de 2024 en el Pleno y recurrían una y otra vez a la negativa de las entidades vecinales. Hasta se ideó una especie de performance en el Salón Colón que les salió rana, pues sólo tres vecinos contados se levantaron entre el público con un cartel en las manos que pedía paralizar el proyecto. La Policía Local los desalojó tras las advertencias de la Presidencia. Los tres se fueron sonriendo, sin saber bien dónde estaba la gracia. En el grupo de Podemos-IU, Susana Hornillo, recién relegada de la portavocía, sólo acertó a decir que «están intentando asfixiar al barrio tras unas moles de edificios de catorce plantas» y con el objetivo de que «el PGOU esté al servicio de intereses meramente especulativos», pero obvió la participación de los residentes en el proceso que tanto exigía.
El 'tanto' de Páez
El socialista Páez seguía atribuyéndose la medalla de un proyecto que «es el mismo que presentamos» y hasta sacó pecho de que fue Antonio Muñoz el que «lo sacó adelante», aunque –misterios de la política de hoy– lo estaba torpedeando con su voto negativo. Se despachó contra el alcalde al acusarlo de «engañar» a los vecinos y llamó «subdelegada de Urbanismo» a Cristina Peláez, en tono despectivo. Fue un Pleno bronco, tal es así que Sanz tuvo que dejar claro que «al alcalde de Sevilla no se le coacciona», en alusión a las criticas socialistas. Por su parte, la portavoz de Vox insistió en que lo de ayer era sólo «la aprobación inicial» y emplazó al gobierno municipal a incorporar más demandas de los residentes en el futuro antes de su ratificación definitiva. «Las de las asociaciones al completo, no la de los tres que han venido aquí», advirtió. De la Rosa recogió el guante y aseguró que «lo importante» era «integrar estos terrenos en la ciudad», mostrando su voluntad de volver a reunirse «con quien haga falta» para buscar «consenso».
El otro gran asunto que afrontó ayer el Pleno fue la aprobación definitiva de la modificación puntual 63 del PGOU, clave para la ampliación de los tres estadios de fútbol de la ciudad. Con ella, y sólo con la oposición de Podemos-IU, será posible que los solares anexos a estas infraestructuras acojan nuevos usos más allá de los deportivos actuales.
Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras