entrevsista
Monseñor Saiz Meneses: «La primera media hora de televisión que pude ver el año pasado fue la final de la Copa del Betis. Tenía que enterarme porque iban a traer la Copa al Arzobispado»
El arzobispo de Sevilla no tiene dudas sobre el celibato o el sacerdocio femenino y no cree que sean la solución para paliar la falta de vocaciones
«El Papa me ha dicho que le gustaría venir al Congreso de Hermandades de Sevilla»
«Firmaría una muerte tan suave y bonita como la de Amigo Vallejo. Y un entierro con tanto cariño popular»
Sevilla
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Iniciar sesiónJosé Angel Saiz Meneses (Sisante, Cuenca, 1956), ingresó al Seminario Menor Nuestra Señora de Montalegre de Barcelona con 12 años y estudió Psicología en la Universidad de Barcelona entre 1975 y 1977. Ordenado sacerdote en la Catedral de Toledo en 1984, obtuvo ese mismo ... año el Bachillerato en Teología por la Facultad de Teología de Burgos. En 1989 regresó a Barcelona y fue nombrado vicario en la parroquia de Sant Andreu del Palomar, y en 1992 párroco de la Iglesia de la Virgen del Rosario en Cerdanyola y Responsable de la Pastoral Universitaria en la Universidad Autónoma de Barcelona. Obtuvo la licenciatura en la Facultad de Teología de Cataluña y en 2000 fue nombrado secretario general y canciller del Arzobispado de Barcelona. Ha sido obispo auxiliar de Barcelona y primer primer obispo de Tarrasa, responsabilidad que ocupaba cuando el 17 de abril de 2021 fue nombrado arzobispo de Sevilla en sustitución de Juan José Asenjo. Saiz Meneses es miembro de la Comisión Permanente de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española.
-¿Cree que si la Iglesia Católica ha sobrevivido más de 2.000 años a todo tipo de monarquías y regímenes políticos ha sido por no cambiar sus dogmas principales, por ese respeto a sus tradiciones, o por saber adaptarse a los nuevos tiempos?
-Por las dos cosas. Hay dos principios: uno el principio de fidelidad a lo que es esencial, la revelación, a la palabra de Dios, a la doctrina, al dogma; el otro es el principio de adaptación a los tiempos y a los lugares.
-El Papa Francisco ha expresado alguna vez sus dudas sobre el futuro del celibato, que es algo ya casi exclusivo de los pastores de la Religión Católica, o de la prohibición del sacerdocio para las mujeres. ¿Cuál es su opinión?
-La crisis de vocaciones no se resuelve aboliendo el celibato. En las Iglesias protestantes, donde no existe, o en las ortodoxas tienen los mismos problemas que nosotros. Pero el celibato no hay que tomarlo como un sacrificio dolorosísimo o una mutilación. El celibato es un don y a los que el Señor llama al sacerdocio les concede el don del celibato; y si no te lo concede, es que no te llama. Es cierto que en los primeros siglos no existía y que pertenece al Derecho Eclesiástico. No creo que abolirlo sea un avance sino un retroceso.
-Con la falta de vocaciones, a la Iglesia no le vendría mal incorporar a las mujeres...
-Nuestro Señor sólo llamó a hombres en el grupo de apóstoles. Podría decirse que en esa época había unas costumbres y unas normativas y conveniencias sociales diferentes, pero Él rompió muchos esquemas de la época proclamando por ejemplo la igualdad de todos. Si nuestro Señor hubiera querido llamar a mujeres lo habría hecho. Pero la persona más importante de la Historia de la Iglesia y de la Humanidad es María, que es mujer.
-Amigo Vallejo permitió que las mujeres salieran de nazarenas, algo impensable antes, y que ahora está completamente normalizado.
-Pero eso es distinto. La Iglesia tiene tres misiones: La Palabra, la celebración de los Misterios y la Caridad. Las tres son igual de importantes. En la primera son las mujeres las que mandan, igual que en la catequesis. Y enla Caridad también son las mujeres las que mandan. En el tema de la celebración de los Misterios sí es un sacerdote quien lo preside. El sacerdocio no se puede plantear como un poder o un dominio o un privilegio sino como un servicio. Somos servidores de la comunidad. No es una casta ni un privilegio.
-El Papa Francisco ha sido beligerante en contra los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia, igual que usted. ¿Cree que con esta nueva actitud se acabará alguna vez por completo con esta lacra?
-Al menos, se puede mejorar mucho. En esto tolerancia cero y que la Justicia caiga sobre los culpables respetando por supuesto la presunción de inocencia. Hay que investigar todos los casos, prevenir y ayudar a las víctimas. También es cierto, aunque a veces hay a quien no le gustar oírlo, que los abusos a menores es un problema de la sociedad. El caso de los clérigos es el 0,2 por ciento de todos los casos, según los estudios que han hecho fundaciones independientes.
-Dice el cura de Los Pajaritos, Manuel Sánchez, que se le presta más atención a este asunto en los medios de comunicación que a los misioneros que están tratando de ayudar en las zonas más desfavorecidas del mundo y que sufren persecución en países africanos y árabes. ¿Tiene esa misma opinión?
-La inmensa mayoría de los sacerdotes se está dejando la piel en las misiones y con los pobres más necesitados. Nos duele muchísimo que haya casos y la Justicia tiene que actuar. Pero apliquemos los remedios a cada uno en el ámbito que le corresponde.
-En Twitter ha demostrado su sentido del humor el día del Orgullo Friqui, que se celebró el 25 de mayo de 2022, con una publicación sobre «El Señor de los Anillos».
-No sabía que era el Día del Orgullo Friqui. Fue pura coincidencia (risas).
-¿Ve alguna serie?
-No tengo tiempo. El año pasado la primera media hora de televisión que vi fue el final de la Copa que ganó el Betis. Como lo iban a traer aquí y quieren que los reciba yo y les diga algunas palabras, tenía que enterarme. Siempre me ha gustado mucho la mitología griega y con 13 años me leí todas las tragedias griegas y también las comedias romanas. Y la mitología del Señor de los Anillos la veo muy interesante porque tiene también una matriz cristiana.
-En la serie de Paolo Sorrentino «El joven Papa» el protagonista, encarnado por Jude Law, tiene una crisis de fe y deja de creer en Dios. ¿Ha tenido usted alguna crisis de fe a lo largo de su vida en el seno de la Iglesia?
-He tenido momentos en que me he hecho preguntas. Creo que cuando una persona va madurando en la fe que se haga preguntas y que tenga momentos de oscuridad forma parte del crecimiento y de la maduración en la fe.
-¿Y de ahí sale uno fortalecido?
-Sí. Si una persona no tenga dudas de nada, demos gracias a Dios. Pero quien tenga dudas porque se hace preguntas o ve situaciones humanas que no entiende... Y busca respuestas. Para mí eso no es un problema. Al contrario. Ahí está el libro de Job. Son ocasiones de madurar.
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