El primer debate electoral para rector de la US se salda con un mitin con poca disputa
Ángeles Gallego y Felipe Rosa se mostraron como los más combativos, pero no encontraron juego en el resto
La pugna contra el «continuismo» y la edad de Rosa y Gutiérrez pusieron algo de picante entre la propaganda
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Iniciar sesiónEl primer debate entre los candidatos a rector en la Universidad de Sevilla se saldó sin un ganador moral -el vencedor lo establecerán las urnas el 30 de octubre o el 10 de noviembre-, si es que puede haber ganador en una tarea ... tan compleja como amenizar el debate entre siete candidatos, con tiempos y bloques marcados y con una temática en ocasiones harto compleja. Separados por apartados temáticos, con un minuto inicial y uno de cierre envolviéndolos, el salón de actos de la Escuela Superior de Ingenieros vivió dos horas y media en las que predominaron más los discursos encorsetados y ceñidos al programa que el debate en sí entre las propuestas de los candidatos. Pareció más un mitin que una charla en la que rebatirle a contrincante sus propuestas y medidas para un próximo mandato en la universidad que pondrá fin a una gestión de Miguel Ángel Castro que se ha dilatado hasta los 10 años.
Si algo evidencia el encuentro de este jueves es que la institución universitaria necesita que aquellos que la componen se impliquen más en los procesos que la configuran. Prueba de ello fue la escasa media entrada recogida en el salón de actos, la mayoría de ellos componentes de las candidaturas o apoyo a las mismas de los distintos aspirantes. Los estudiantes, por ejemplo, fueron los grandes ausentes en la sala, con apenas algo más de una decena. Palabras como burocracia, descentralización, investigación o internacionalización fueron nexos comunes entre las ideas de los siete aspirantes, con las lecturas distintas de cada uno de ellos para actuar en estas tareas pendientes de la gestión universitaria. También lo fueron los bandos a los que identificaron como continuistas, y aquellos que se atribuyeron la opción del cambio en el modo de llevar adelante la que supone una de las instituciones más importantes de la ciudad, con una comunidad de más de 80.000 personas y un presupuesto de 654 millones de euros.
Hubo dos candidatos especialmente proactivos a fomentar precisamente de lo que se trataba la noche: debatir. Ángeles Gallego fue la más combativa desde el inicio, respaldado por un Felipe Rosa que lanzó muchas preguntas al resto de los candidatos, no siempre con la suerte de obtener una respuesta. De hecho, pocas fueron las respuestas que se produjeron ante la interpelación entre aspirantes. José Luis Gutiérrez fue el centro de muchas de esas cuestiones, que apenas respondió en un inicio, llegando a levantar las sonrisas entre los asistentes por su poca reactividad, aunque se animó a entrar al trapo en la recta final. Carmen Vargas se aferró a lo realizado por su gestión como vicerrectora y a la opción de una gobernabilidad con «solvencia, confianza, transformación y liderazgo internacional»; algo que también adoptó una Ana López que enarboló el conocimiento de todo el sistema para proponer su concepto de universidad «realista y viable». Alfonso Castro se mostró pausado y con las palabras bien elegidas a la hora de poner sobre la mesa todo lo que a su juicio necesita la US, «candidaturas que puedan optar a un sexenio y renovadoras»; mientras que Pastora Moreno enfocó su discurso en la necesidad de «una renovación, no un programa que se limite al blablabla ni con partidos políticos que la sustenten».
La idea común de los candidatos en el debate fueron tres: la burocracia llega a ser exasperante en la Universidad, los centros y las distintas facultades necesitan dotarse de más poder de actuación sin la dependencia del visto bueno de rectores o vicerrectores, y los estudiantes deberían de disponer de una evaluación continua y la aprobación de la compensatoria para poder graduarse sin la necesidad de arrastrar una única asignatura que les condicione la obtención del título. La economía fue otro punto crítico en la discusión. Los vicerrectores salientes presentes en la sala no incidieron en demasía en el asunto por ser parte del gobierno que aprobó y gestionó las cuentas; mientras que los que vienen de fuera señalaron que las cuentas necesitan una revisión, incluso con el anuncio de una auditoría externa por parte de José Luis Gutiérrez.
Bloque 1
Gobierno y transparencia
El primer bloque de la tarde se centró en la idea de gobierno y cómo va a llevarlo a cabo con transparencia en la gestión cada candidato. La palabra más repetida fue descentralización, una tarea que Alfonso Castro calificó como «urgente y con una visión renovadora». Ángeles Gallego centró el discurso de esa renovación en la gobernanza con la eliminación de una «superestructura» que califica como «muy costosa, con demasiados vicerrectores y cargos intermedios». Carmen Vargas incidió en una descentralización «coordinada», apeló igualmente a la necesidad de una mayor financiación. Pastora Moreno señalaba la «sangría económica» que vive la US, y Ana López destacó la propuesta de un «gobierno participativo» con un diseño distinto del presupuesto.
Unas de las apuestas de Felipe Rosa para este apartado es la rendición de cuentas, señalando que se someterá a una cuestión de confianza cada año que valore si se han cumplido los objetivos marcados en su programa. José Luis Gutiérrez, centrado en la oportunidad del cambio, reveló que, a partir de una auditoria de cuentas, podrán trazar las estrategias marcadas para que la «US ejerza un liderazgo» e indicó que propone que «los centros puedan establecer su calendario académico».
En relación a la edad de los candidatos Rosa y Gutiérrez, el primero señaló que «cuando cumpla con la edad de jubilación, ya sean 70 o 72, me iré a casa», mientras que el segundo argumentó que «habría que centrarse más en los requisitos de entrada y no de salida», y que no le sucederá nadie, ya que los estatutos prevén elecciones cuando el rector culmine su gobierno.
Bloque 2
Desarrollo de la carrera profesional del PDI y PTGAS
Este punto fue uno de los que más conciliación conllevó. Todos los candidatos reconocieron la precariedad con la que trabajan muchos de los trabajadores del personal docente e investigador, así como con el técnico y de gestión que adolece de una burocracia exasperante que propicia una precarización. «El maltrato a la plantilla ha sido sistemático», señaló Castro, una plantilla cuyos tres problemas principales para Ángeles Gallego son «la estabilización, las carreras personales y la posibilidad de obtener méritos».
José Luis Gutiérrez invitaba a «acortar los plazos para evitar la fuga de talentos», mientras que Rosa señalaba que es momento de administrar carreras y no plantillas. «No podemos tener una universidad barata. Hay gente que lleva 15 años y no ha consolidado su plaza», reclamó Pastora Moreno. Ana López advirtió entonces que el impacto que van a tener las jubilaciones del babyboom, lo que obligará a un estudio pormenorizado de las plantillas. Carmen Vargas se comprometió a un reconocimiento justo de dichas plantillas y instaurar el teletrabajo.
Bloque 3
Docencia e investigación
Alfonso Castro se mostró firme en la defensa de la libertad de cátedra y en la apuesta por la innovación, además de potenciar a los campus y entender que no todos son iguales. La inteligencia artificial saltó a la palestra de la mano de Felipe Rosa, que confía en su uso ético y en explotar que las empresas compren las múltiples patentes que salen de la US. Pastora Moreno apeló a una innovación docente de prestigio, con una universidad más ágil y dinámica. Para ello Ángeles Gallego insistió en la idea de «descentralizar hacia los planes propios de unos centros que tengan un presupuesto asignado que se controle a posteriori».
Ana López incidió en recuperar el vicerrectorado de docencia y por un plan de investigación más transferencia; mientras que Carmen Vargas aspira a una «docencia renovada, reconocida y apoyada por un vicerrectorado específico», acompañado por el 5% del presupuesto al plan de investigación. José Luis Gutiérrez, por su parte, lanzó dos medidas en este apartado: incrementar el numero de plazas de másteres habilitantes de alta demanda y descentralizar los servicios de apoyo a la investigación, al margen de criticar los rankings de prestigio de la US publicitados por el presente gobierno.
Bloque 4
Estudiantado
La salud mental estuvo en boca de todos los candidatos en este apartado, una de las grandes preocupaciones de la actualidad. Esa y la imposibilidad de los estudiantes a acceder a una vivienda en alquiler para cursar sus estudios en Sevilla. Todos se comprometieron a aprobar la compensatoria en cuanto sean elegidos rector. Castro señaló tres piedras angulares de cara al estudiantado: fomentar su participación, revitalizar la vida de los campus y velar por el bienestar de los mismos. Carmen Vargas apeló a la mejora de las becas en número y cantidad, José Luis Gutiérrez insistió en la empleabilidad con unas prácticas de calidad, y Ana López se decantó por una formación de calidad y mejorar la movilidad internacional.
Ángeles Gallego resaltó la necesidad de incentivar la participación y de enseñarle a los estudiantes las salidas profesionales de sus disciplinas. Para Felipe Rosa su misión es una empleabilidad con prácticas reales y un calendario académico acorde a lo que reclaman los estudiantes. Pastora Moreno reconoció que le preocupa el presente y el futuro, la calidad de la docencia y unas aulas bien acondicionadas.
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