El primer año de José Luis Sanz en Sevilla, a examen

Gobernar en minoría permite dormir tranquilo al no tener un socio que trace caminos distintos, pero también ata de pies y manos a la hora de sacar adelante los grandes proyectos. Sanz no ha tenido aliados, ni tampoco los ha buscado. El PSOE ha sacado adelante modificaciones presupuestarias, pero su papel no es el de favorecer la acción de gobierno, sino el de oposición. Y eso, sobre todo en los últimos meses, se ha notado. Podemos-IU es un verso suelto en el Salón Colón y Vox, su potencial aliado, ha sido el gran bloqueador en su estrategia de forzar un gobierno de coalición.

Ha habido conversaciones, pero no pacto. Y ese hipotético acuerdo es ya una utopía. A Sanz sólo le queda un camino: buscar acuerdos puntuales y sacar adelante los presupuestos. Esto puede ocurrir mañana lunes, cosa improbable, o dentro de unos días cuando plantee una cuestión de confianza que, la gane o no, tendrá como resultado la aprobación automática de las cuentas, ya que no existe vía alguna para una moción de censura.

En estos meses ha mantenido los proyectos en marcha por el anterior alcalde, Antonio Muñoz, aunque también ha aplicado una política revisionista con aquellos que no habían llegado a iniciarse como la segunda fase del Paseo de Torneo o el entorno del Casino de la Exposición. Tampoco ha podido de momento agilizar la gestión orgánica del Ayuntamiento con el nombramiento del segundo secretario municipal, que pretende desde otoño.

El mayor lastre que heredó Sanz del anterior gobierno fue la ciudad sucia. El PP se marcó como reto que en Navidad comenzara a notarse la mejoría en la limpieza, pero se trata de un problema estructural que requiere un plan de choque a todos los niveles, no sólo zafarranchos puntuales.

La sensación general es que algo ha mejorado. Se ven baldeos, que desaparecieron en el mandato anterior. Hay nueva maquinaria y se han rediseñado los turnos. Además, a través de las redes sociales la delegada Evelia Rincón ha activado una ventanilla que funciona: allí donde hay una denuncia por basura o suciedad acumulada, allí va Lipasam en pocas horas. Aunque esto, si se mira de forma general, son meros parches a un problema global.

Entre las medidas que se han llevado a cabo por parte de la Gerencia de Lipasam está la sustitución de la recogida neumática en el distrito Norte. Las encuestas realizadas a los propios vecinos confirmaban que no funcionaba, pero el anuncio de su retirada ha causado una fuerte polémica. Queda mucho trabajo por hacer.

La falta de policías locales sigue siendo un problema que obliga al Ayuntamiento a ceder ante los sindicatos a la hora de incrementar el gasto de horas extra por la cobertura de la inmensa cantidad de eventos que hay en la ciudad. Las oposiciones para incorporar un centenar de agentes siguen paralizadas.

De momento se ha puesto en marcha un sistema de agentes cívicos (serenos) en el Centro como prueba piloto para incrementar la sensación de seguridad.

Por otro lado, se han sucedido problemas de coordinación con la Policía Nacional y la Subdelegación del Gobierno. El error con la misa del Cristo de Burgos refleja fallos en el Cecop (no ha sido el único) y que la fluidez entre administraciones no pasa por su mejor momento.

El motor de este Ayuntamiento pasa por la Gerencia de Urbanismo. La agilización de licencias ya está en marcha, lo que permitirá ganar tiempo para emprender obras.

En estos meses, Sanz está llevando a cabo la reurbanización de la calle Zaragoza -que ha obligado a improvisar distintos planes alternativos de tráfico-, y le seguirán los cambios de imagen en Regina y Murillo. Las obras del tranvibús de Santa Justa a Sevilla Este deben acabar este año, mientras se forman auténticos tapones en Kansas City cada día. En septiembre reabrirá todo el entorno de Luis de Morales, una vez que acaben las obras del tranvía. Y Las Razas, que abrió puntualmente para la Feria, debe abrir también en las próximas semanas.

Urbanismo tiene claro que debe agilizar cualquier gran proyecto, como las reformas de los estadios del Betis y del Sevilla, que están ya en fase de aprobación. Se ha dado luz verde a la pasarela de Altadis y se está empezando a aplicar un libro de estilo urbanístico en el Centro, donde han vuelto las farolas fernandinas y se ha normalizado la instalación de cajeros y rótulos.

Por otro lado, el PSOE, que impulsó junto al Puerto el nuevo barrio del Distrito Portuario, ha frenado el cambio del PGOU en la zona y ha retrasado el proyecto. Tampoco se sabe el cronograma para su plan estrella: 'Sevilla eje central', para transformar la Avenida, la plaza de San Francisco y la Plaza Nueva. Ésta última se anunció para después de Semana Santa.

En cuanto a los veladores, la nueva ordenanza es flexible manteniendo su número pero también se han incrementado las sanciones a los incumplidores. En el Centro y Triana ha habido una auténtica batida contra las terrazas ilegales.

Tras una Semana Santa pasada por agua donde apenas se pudo probar el plan de seguridad, se celebró una Feria exitosa, que se cerró con un referéndum en el que se votó por volver al modelo tradicional. Está por ver cuándo será el Pleno para cambiar la ordenanza y qué votará la oposición. En cuanto al Corpus, el éxito de las vísperas es un punto a favor de la comisión encargada de promocionar el exorno del recorrido.

La ciudad vive una auténtica edad de oro con cifras récord de visitantes. Esto, que es una buena noticia a priori, trae consigo un problema de convivencia que debe solucionarse cuanto antes. Las críticas arrecian por la proliferación de pisos turísticos. La frase que dijo Sanz en campaña de «conmigo no habrá una licencia más» le pesa en la mochila, más aún cuando se han incrementado un 20% bajo su mandato por el efecto llamada tras el anuncio de su licitación. El alcalde tiene, eso sí, un plan pionero en Andalucía que establece un 10% el número máximo de viviendas turísticas en los barrios. Está en fase de alegaciones, y se espera como agua de mayo. O ya de junio.

Otro de los lastres que ha soportado ha sido la gestión en materia de Cultura, que ha estado envuelta en demasiadas polémicas, como con la Feria del Libro o el Festival de Cine. El cartel de la Bienal de Flamenco que está a las puertas es de primer nivel. A eso debe acompañarle el arreglo y reapertura del Lope de Vega, cuyo mal estado le viene heredado por el gobierno anterior. También ha tenido que asumir la rehabilitación de la Casa Cernuda después de que se hayan perdido los fondos europeos concedidos por errores en su tramitación.

Así, el examen de Sanz termina con el reto de sentar las bases para la Sevilla de 2029, que debe ser una nueva transformación.