La Policía golpea la estructura de financiación de los Trinitarios con dos detenidos en Sevilla

Parte de esta investigación se ha llevado a cabo en Sevilla, donde se ha realizado un registro y se ha detenido a los dos piratas informáticos. Los agentes también han actuado en Madrid y Guadalajara. Esta operación demuestra una vez más los lazos que existen en esta zona con una realidad muy ligada con la ciudad de Madrid y su área metropolitana por efecto de los movimientos migratorios de hace unos años. En Sevilla, sobre todo, lo que se han encontrado los cuerpos policiales son pandillas que tratan de copiar la estética y la forma de actuar de organizaciones criminales como los Trinitarios.

Esta última investigación, llevada a cabo por agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia y de la Brigada Provincial de Información de Madrid, se inició cuando los agentes averiguaron que algunos miembros de la banda utilizaban tarjetas bancarias de terceros para adquirir criptoactivos. Además, alguno de sus líderes operaban con herramientas informáticas para implementar técnicas de phishing sobre una entidad financiera centrada en créditos al consumo.

Para llevar a cabo los ataques, los pandilleros adquirieron a unos ciberdelincuentes un software específico, conocido en el argot como «paneles», con el que monitorizaban en tiempo real los datos bancarios privados de la víctima. Conseguían hacerse con el control de las cuentas después de mandarle un enlace malicioso por un SMS que simulaba ser un aviso de su entidad financiera sobre un problema de seguridad. Un fraude muy explotado de phising pero que sigue funcionando.

Los dos piratas informáticos que estaban a sueldo de la organización criminal fueron arrestados en Sevilla, según han confirmado fuentes policiales a ABC. Uno de ellos vive aquí y el otro investigado, a caballo entre esta provincia y Madrid. Ellos eran los que facilitaron la estructura para que los pandilleros pudieran obtener dinero a través de las estafas virtuales.

Cuando los cibercriminales tenían acceso a las credenciales de las cuentas online de las víctimas, solicitaban préstamos de concesión inmediata, así como vinculaban las tarjetas de los afectados al monedero virtual del que disponen sus teléfonos. También compraban cupones de criptodivisas que eran canjeados en una cartera virtual utilizada como «caja común» de la organización trinitaria.

La banda contaban también con una extensa red de mulas que utilizaban para recibir dinero de las transferencias bancarias y sacarlo a través de cajeros automáticos.

Otro de los sistemas que empleaban para monetizar el contenido de las tarjetas bajo su control era la contratación de Terminales de Punto de Venta (TPV) a nombre de empresas ficticias de comercios online de productos de cosmética, realizando ellos mismos falsas compras.

El retorno económico restante era enviado a cuentas bancarias en el extranjero y también se invertía en la compra de inmuebles en República Dominicana. Según la Policía ya están localizados todos los bienes en el país caribeño.

En los 13 registros domiciliarios realizados -uno de ellos se hizo en la provincia sevillana- los agentes se han incautado de numeroso material informático, 5.000 euros en metálico, listados de más de 300.000 clientes a los que estafaban, 53 tarjetas bancarias a nombre de las víctimas, instrumentos para la apertura de puertas, ganzúas, candados y diversa literatura relacionada con la estructura de la banda de los Trinitarios.