Piden que se declare BIC el panteón que Aníbal González diseñó para los Luca de Tena

Esta joya arquitectónica, la más grande de la zona e inspiradora de otras que se construyeron después en el camposanto hispalense, supone un claro ejemplo del estilo del arquitecto sevillano, con formas del gótico final y el primer renacimiento. Desde hace décadas, esta construcción de planta de cruz latina, con atrio, cabecera y crucero poligonal, guardó los restos del matrimonio Luca de Tena, del que además Aníbal González era primo. Después pasó a los López-Solé, y aquí descansan los restos de Francisco López de Becerra y Martín de Vargas, duque de Maqueda. Sus descendientes, conscientes del inmenso legado que poseen y complacidos por poder mostrarlo a la ciudadanía, solicitan declarar BIC toda la construcción, situada en la calle Fe del cementerio sevillano. El actual duque de Maqueda explica a este periódico que el primer requerimiento partió de la Cátedra de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, a la que rápidamente se adhirió la familia. También lo ha hecho Adepa, que recientemente ha remitido un escrito a la Delegación de Cultura de Sevilla para solicitar una respuesta que se hace esperar ya por más de dos años.

«Hasta la fecha, dichos escritos no han recibido respuesta, lo que supone una falta de consideración hacia la participación ciudadana en la protección del patrimonio cultural», denuncia el comunicado. Para la asociación conservacionista «resulta aún más preocupante que, desde el 12 de diciembre de 2022, cuando el director general de Patrimonio Histórico, Mario Martín Pareja, remitió el expediente a la Delegación Territorial de Sevilla para su evaluación e informe, no se haya llevado a cabo ninguna de estas acciones».

En este sentido, denuncian, en otros casos Cultura «ha adoptado las resoluciones en cuestión de meses», una prisa que, lamentan, pueda deberse a cuestiones políticas más que a razones de defensa del patrimonio. Un ejemplo dado por la asociación como caso resuelto con celeridad por parte de la Junta es el del establecimiento La Carbonería. «¿Acaso la obra de Aníbal González en el Cementerio de San Fernando de Sevilla tiene menor valor?», concluyen en su documento.

El portavoz de Adepa, Joaquín Egea, insiste a ABC que lo único que se busca con esta petición es «proteger» este panteón único, y a su vez, «reconocer la figura de Aníbal González Álvarez‐Ossorio, arquitecto de gran relevancia en la ciudad». Y con más razones con la celebración del centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929, de la que fue arquitecto director, a las puertas.

En la misma línea se expresa el actual duque, quien subraya la belleza de la tumba y, especialmente, de su capilla. De ella destacan sus impresionantes vidrieras y un Cristo del siglo XVII que sustituyó a otra talla de leyenda, la copia del Cachorro que Aníbal González encargó a Eduardo Muñoz Martínez y su sobrino Cayetano González para el panteón de su primo, pero que tras la muerte del arquitecto se trasladó a su propio panteón, el José González y Álvarez-Ossorio, situado en la calle Esperanza el camposanto hispalense.

«Es un genio, a la altura de Gaudí, por eso es importante proteger su obra», insiste el noble, que muestra su disposición a enseñar la capilla al igual que hace con otra joya arquitectónica de la provincia de Sevilla de su propiedad, el cortijo-palacio Los Montes, situado en el término municipal de La Puebla Del Río, y que goza de la declaración de BIC por parte de la Junta. «Junto al Cristo de las Mieles de Susillo, el panteón López Solé, antes Luca de Tena, es lo más importante del cementerio y es necesario protegerlo. Aníbal González no está suficientemente valorado y queremos que se prohiba derribar su obra», sentencia.