'Pesadilla en la cocina': la tensa bronca entre Chicote y el cocinero de la taberna El Palomo en la Macarena
El programa se traslada a la capital hispalense para intentar salvar un nuevo local, pero la tensión acabó en una fuerte discusión
M.J.L.
Alberto Chicote ha regresado con una nueva entrega de su programa 'Pesadilla en la cocina', todo un clásico en la televisión. Este jueves, y tras el esperado estreno la semana pasada, el cocinero volvía a la carga con otros dueños que deseaban salvar ... su local y su estrategia de gestión. Esta vez le tocaba el turno a un establecimiento sevillano con más de cuarenta años de historia, ubicado en el barrio de La Macarena, El Palomo.
Se trataba de una taberna andaluza de raza, de esas clásicas de barrio. «Nosotros no estamos modernizados, estamos 'chapaos' a la antigua», reconocía Antonio, el dueño, al enseñarle cada rincón al cocinero. Tras una primera revisión, Chicote ponía el grito en el cielo cuando veía cómo las ollas estaban en el suelo con bombonas de butano: «¡¿Cocináis en el suelo?!», preguntaba sorprendido. El cocinero explicaba con tesón: «Lo de las ollas en el suelo yo sé que no está bien, pero es que yo no tengo mano para cambiarlo. Tienen que ser los jefes».
El aspecto de la cocina reflejaba los años que tiene el local y al mirar los electrodomésticos, el chef alucinaba con una de las neveras: «Abristeis en el 81 y se rompió en el 83, ¿no?», contaba al ver cómo la puerta de una de ellas se mantenía a duras penas con un poco de cinta aislante.
La prueba de fuego del programa es ver cómo se desenvuelven los dueños y camareros en un día normal de trabajo. Tras unas primeras directrices de Chicote, la cosa empezaba a marchar, sobre todo las primeras comandas. Sin embargo, el caos se empezaba a apoderar de la cocina, con un desorden en los pedidos y las notas. «¿No sé me van a olvidar las comandas, si yo no me acuerdo dónde vivo?», resaltaba Antonio. A todo esto se sumaban quejas de clientes por la espera y un comentario acerca de que «las patatas estaban duras», que fue el detonante de la acalorada discusión.
Jesús, el cocinero, intentaba justificarse ante Chicote, pero comenzaba entre ellos una acalorada discusión. «Es imposible en la vida llevarme bien con esa persona», señalaba el cocinero. «¡Que te calles, que no tengo nada que hablar contigo, que te vayas a chuparla por ahí ya!», le grita el cocinero a un perplejo Alberto Chicote.
«¡Que no tienes educación!», continúa vociferando. «¡Mira, mira, el tonto este! A mí no me vaciles». El enfado de Jesús con el chef parecía no tener fin y le pidió de muy malas maneras que saliera de la cocina, algo que el chef no podía consentir. «¿¡Que me vaya a chuparla!?», seguía preguntando Chicote sin poderse creer lo que estaba ocurriendo. «Vete fuera de la cocina, que estoy trabajando», continuaba Jesús, momento en el que el presentador intervino tajantemente.
«Perdóname, si alguien me tiene que sacar de la cocina es este señor», repondía el chef refiriéndose al dueño del local. La cosa se puso bastante tensa, algo que Chicote aunque está acostumbrado, seguía anonadado. Finalmente, Antonio, el dueño trataba de apaciguar como podía las aguas, pero debido a la tensión acabó llorando tras la discusión.
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