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Pepe Gastalver: «Cuando me diagnosticaron ELA, pensé que mi novia, con la que solo llevaba un año, me dejaría, pero se casó conmigo»

A este empresario sevillano de 39 años, que jugaba al rugby y hacía boxeo, le diagnosticaron la enfermedad hace seis y ya ha desafiado todas las estadísticas que cifran entre tres y cinco la años la supervivencia media: «Me gustaría tener un hijo pero no ahora», dice

«Cuando salgo por la noche, los taxistas no me cogen porque piensan que estoy borracho. Y les tengo que decir que no es eso, que tengo ELA»

Pepe Gastalver con su mujer, Marifer, que es cirujana pediátrica en el Virgen del Rocío, en la pasada Feria de Sevilla abc
Jesús Álvarez

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Pepe Gastalver, 39 años, es experto en marketing y empresario, aunque la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad rara neurodegenerativa que padecen 4.000 personas en España, lo ha jubilado antes de cumplir los 40. Este antiguo jugador de rugby que viajaba en una ... moto de gran cilindrada y montó tres empresas en Sevilla tras trabajar un año en Londres y otros dos en Gold Coast (Australia) está perdiendo la voz (ya no puede canturrear ni silbar en el fútbol) y la fuerza que tenía en los brazos y en las piernas. «Ahora tardo quince minutos en ponerme una camiseta o los calcetines salvo que me ayude mi vecino de 80 años al que yo ayudaba antes a llevar las bolsas del súper», cuenta sin dejar de sonreír ni sentirse afortunado por cada día que puede vivir junto a su mujer, cirujana pediátrica en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Con ella se apresta a reformar su piso familiar de Nervión para ensanchar las puertas y que quepa la silla de ruedas a la que esta enfermedad, para la que hoy no hay tratamiento, le conducirá. Él no deja de salir y de hacer su vida y aún puede andar, aunque lo hace despacio; de noche, cuando sale con su mujer y sus amigos, que son muchos y buenos, usa un bastón para guardar una distancia de seguridad y que ningún extraño se le acerque y le toque. «Es por prevenir una caída accidental», asegura.

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