Pedro Sánchez viaja en Falcon para presentar a Muñoz y se olvida de Sevilla

Antes del acto político, a última hora la Moncloa incluyó en la agenda de Sánchez organizó una visita privada, con un 'pool' informativo, a una 'Startup' de base tecnológica ubicada en la isla de la Cartuja de Sevilla. Así se justificaba el uso del Falcon por parte del presidente. Luego se remitió una nota informativa desde el Gobierno para explicar que el propósito de la visita a Skylife era mostrar el respaldo del Ejecutivo al sector aeroespacial en Sevilla, ciudad que acogerá la sede de la Agencia Espacial Española.

El acto central de la agenda de Sánchez era en su condición de líder de del PSOE. Acudía a Sevilla, la ciudad más importante de España que gobiernan los socialistas, para presentar la candidatura de Antonio Muñoz a revalidar dicho cargo, que ocupa tras la dimisión hace un año de Juan Espadas para iniciar su carrera en el PSOE Andaluz.

El auditorio del pabellón de la Navegación, en la isla de la Cartuja, a escasos metros de la empresa tecnológica visitadas una hora antes, estaba lleno. Más de mil militantes. Pantallas repetían una y otra vez las medidas sociales y económicas aprobadas por el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos contra la crisis.

El acto socialista, que empezó media hora tarde, lo abrió Juan Espadas, el líder de los socialistas andaluces, echando la vista atrás y recordando que hace un año le dio el testigo a Antonio Muñoz, al que calificó como «especialmente brillante» y el «mejor» al que podía dejar su cargo.

En las pantallas se reprodujo un vídeo para la campaña de participación electoral puesta en marcha por el PSOE, bajo el lema 'Sevilla, como tú la quieres'. Después llegó el turno de Antonio Muñoz, que se subió al escenario a los sones de 'This Charming Man' ('El hombre encantador'), de su grupo de música favorito, The Smiths. Su intervención fue la única que llenó de calor el frío auditorio junto al río Guadalquivir. Se acordó de Manuel del Valle, Alfredo Sánchez Monteseirín y Juan Espadas, de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez para mostrar su «orgullo» de ser socialista. Manifestó que lo mejor para Sevilla siempre es el binomio alcalde-presidente socialistas.

En este punto enumeró como logros de estos binomios la estación de Santa Justa, la reciente ampliación del aeropuerto de San Pablo o la ampliación del Arqueológico, para cuyo proyecto, de 20 millones de euros, el Gobierno ha presupuestado este año un millón.

Antonio Muñoz celebró el reciente acuerdo con el grupo municipal de Ciudadanos para los presupuestos de este año, pese a la cara de «berrinche» del candidato popular, José Luis Sanz. Estos presupuestos, según el candidato a revalidar la Alcaldía, permitirá llevar a cabo una serie de proyectos en la ciudad, los primeros anuncios electorales de Muñoz: la rehabilitación del monasterio de San Jerónimo, la rehabilitación de Los Pajaritos, la biblioteca de Su Eminencia, el centro cívico de Los Bermejales o la llegada del metro a Pino Montano y Bellavista.

En este punto el alcalde y candidato socialista pidió a Pedro Sánchez convertirse en el presidente de las líneas 2, 3 y 4 del metro, como ya hiciera Rodríguez Zapatero con la línea 1. «Aunque es competencia de la Junta, la financiación del Gobierno es imprescindible», afirmó Muñoz. Precisamente la Junta está esperando que el Gobierno firme el convenio de financiación para la línea 3, a pesar de que hace meses anunció que sería antes de que acabase el año 2022. Pese a este llamamiento, Sánchez no recogió el guante. Ayer tampoco hubo anunció.

El segundo silencio que se llevó Muñoz fue cuando pidió medidas «excepcionales» para los barrios más pobres de España que están en Sevilla y que año tras año lideran estas tristes estadísticas. «Quiero que sea el pasado a corto plazo», dijo. Tampoco recibió respuesta del presidente, pese a que detrás del atril, en la pantalla principal, rezaba el lema 'El Gobierno de la gente', cuya campaña el pasado mes de septiembre también inició Pedro Sánchez en el barrio sevillano de Pino Montano.

El momento en el que Antonio Muñoz se mostró más tajante fue cuando aseguró que no iba a renunciar a que el Parlamento andaluz aprobase una ley de capitalidad para Sevilla, capital de Andalucía, como dice el Estatuto. «No voy en contra de otras ciudades», precisó. «No es tiempo de tristes, ni gafes ni meigas», concluyo Muñoz, quien cedió la palabra a Pedro Sánchez. Defendió la agenda social y las medidas económicas de su gobierno para salir de las crisis del Covid y de la derivada de la guerra de Ucrania. Llamó a los militantes a preguntarse, de cara al largo año electoral que viene por delante, «de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos», calificando a su gobierno como «verdaderos patriotas».