El Palacio del Pumarejo de Sevilla ve la luz al final del túnel después de 14 años de abandono municipal
Las obras integrales de rehabilitación de este histórico edificio hispalense pretenden que vuelva a ser un «punto de encuentro para los vecinos del barrio» y convertirlo en un nuevo foco para el turismo
Comienzan las obras de rehabilitación del Palacio del Pumarejo, que terminarán en 2027
Sevilla
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl Palacio del Pumarejo afronta por fin las obras para una recuperación integral del inmueble. Se espera que el resultado esté listo en la segunda mitad de 2027 tras dos fases que se realizarán de forma sucesiva a través de dieciocho y doce meses, ... respectivamente. El objetivo del Ayuntamiento es que, cuando estas terminen, la casa vuelva a ser un referente no sólo para los vecinos del barrio, sino para toda Sevilla.
Los trabajos de rehabilitación que ahora comienzan, y que supondrán una inversión de 7,9 millones de euros, llegan como agua de mayo después de varias décadas de inhabitabilidad, de desalojo de vecinos y comercios y de un progresivo abandono. Esto, lejos de solucionarse cuando pasó a manos del gobierno municipal hace catorce años, parecía condenar al Pumarejo a la ruina pese a los proyectos que los sucesivos alcaldes tenían sobre la mesa para meterle mano a este edificio histórico del siglo XVIII que durante mucho tiempo fue eje vertebrador de la vida social del barrio de San Gil.
La relevancia del palacio es histórica, social y cultural, puesto que esta antigua casa palacio mandada a construir en el año 1773 por el conde Pedro Pumarejo, acaudalado mercader de productos de las Indias, está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) en 2003. Es casa vecinal desde 1883, y en las últimas décadas ha venido actuando como centro social que se erigió como altavoz del poder vecinal del barrio. Sin embargo, el edificio llevaba tiempo cayéndose a pedazos, poniendo en peligro tanto la integridad de la casa como la de sus propios inquilinos, que tuvieron que ser realojados por el riesgo de derrumbe.
Revitalizar el entorno
Ahora, la intención del Consistorio que preside José Luis Sanz es devolver su esplendor a la edificación, recuperando la habitabilidad del mismo, pero también su seguridad y accesibilidad, el confort acústico y estético y la salubridad del edificio para las personas que allí residen o tienen algún comercio. El alcalde aseguró el lunes durante la presentación de las obras que se pretende dotar al espacio de «las condiciones adecuadas para poder seguir desarrollando las distintas actividades que se vienen llevando a cabo durante tantos años y poder mantener las costumbres de los vecinos».
No obstante, con la rehabilitación del edificio también se busca dinamizar la vida social del barrio al revitalizar «un espacio fundamental para la ciudad». Las obras no aumentarán el valor inmobiliario del edificio, sino que también contribuirán a la mejora de los espacios comunitarios y fomentarán la cohesión social. En palabras del alcalde, el Pumarejo volverá a ser «un punto de encuentro para los vecinos del barrio». Y la cosa no queda ahí, ya que desde el Consistorio esperan que este emblemático edificio atraiga visitantes a este rincón de la zona Norte del Casco Antiguo y se convierta en «otro reclamo turístico más» para Sevilla.
La primera fase de las obras, ya comenzada, afectará a la mitad trasera del edificio, unos 2.339,34 metros cuadrados de superficie, además de la recuperación del patio trasero, con 125 metros cuadrados, y de otros pequeños patios menores no accesibles. Al término de las mismas se contratarán las obras de la segunda fase, sobre la parte delantera de la casa. Como explican desde el Ayuntamiento, el proyecto global redactado plantea «intervenir a todos los niveles» respetando en todo momento los sistemas constructivos ya existentes.
Una intervención «a todos los niveles»
Se trabajará sobre las fachadas buscando la homogeneización de su aspecto, y la conservación de la portada, el escudo y el balcón esquinado. También se reformarán el zaguán y el patio principal, con el mantenimiento y conservación de sus elementos de interés (balaustrada de piedra, columnas y pasamanos de caoba), así como la escalera principal y las secundarias, extendiéndolas hasta la planta baja y reconstruyendo los tramos actuales, en muy mal estado. En ese sentido, se instalará un ascensor y un nuevo núcleo de escaleras para mejorar la accesibilidad de las dos viviendas ocupadas en la planta alta.
En lo que respecta a las cubiertas, se volverá a la cubierta original inclinada de teja al patio principal, eliminando el forjado plano que hay actualmente de viguetas de hormigón. Por su parte, se demolerá el edificio añadido en el patio trasero para construir uno nuevo de mayor calidad constructiva y mejor distribución, resultando dos viviendas en la primera planta y dos locales en la baja.
Desde las obras previas de acondicionamiento del edificio comenzaron los desplazamientos de los inquilinos y comercios de la casa. Así ocurrió con la Asociación del Pumarejo, y también con una pescadería y una mercería históricas con los que se ha firmado un acuerdo de realojo. El último establecimiento afectado será el bar Camacho, que se reubicará en la plaza durante la segunda fase del proyecto. Todos ellos volverán a sus espacios tras las obras, que presumiblemente terminarán en los últimos meses del año 2027.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete